martes, 30 de septiembre de 2008

¿Tuvieron razón?

Los legisladores que votaron el lunes en contra del rescate de activos financieros tóxicos, ¿hicieron lo correcto?

Los actuales legisladores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos esperan ser reelectos el próximo 4 de noviembre. No debe sorprender que orienten su voto en función de los deseos de la mayoría de sus electores quienes se oponen, según las encuestas de opinión, al paquete de rescate propuesto por el gobierno de George W. Bush.

En lugar de culpar a los legisladores, que actuaron en todo caso conforme a lo que los electores esperan de ellos (así era la democracia, cuando me hablaron de ella), el atribulado equipo de rescate que encabeza el Secretario del Tesoro, Henry Paulson debe admitir que no ha persuadido al ciudadano común de que es indispensable firmarle un cheque en blanco.

De hecho, Paulson ha logrado convencer a muy pocos fuera de Wall Street y del gobierno. Varios economistas prestigiados, como Gary Becker, han criticado con sólidos argumentos la fragilidad de la propuesta, destacando entre otras cosas el inmenso estímulo a la irresponsabilidad de bancos e instituciones financieras – “riesgo moral” – que supone. Invito al lector a consultar las reflexiones de Becker y de Richard Posner aquí.

Decenas de economistas y de observadores, por ejemplo, critican que el plan de rescate proponga comprar “activos tóxicos” con dinero de los contribuyentes (una forma enrevesada e improbable de capitalizar a las instituciones en problemas), en lugar de obligar a la capitalización de los bancos con dinero fresco de los actuales accionistas o de otros inversionistas o de capitalizarlos directamente, mediante la compra de bonos convertibles en capital.

Esta propuesta – la de la capitalización- tiene mucha más lógica y probabilidades de éxito que la de endosar a los contribuyentes la compra de activos tóxicos cuyo valor es incierto (por eso son ilíquidos). Si el gobierno comprase esos activos en lo que hoy los valora el mercado NO resuelve nada, porque prácticamente estaría cambiando “nada” por “nada”. Si, como una forma tortuosa de capitalizar a los bancos, compra los activos tóxicos a un precio “inflado”, está regalándole el dinero de los contribuyentes a quienes administraron mal los bancos.

Vuelvo a preguntar, los opositores del lunes ¿tuvieron razón? A mí me parece que sí, y por partida doble. Como políticos en busca de la reelección y como ciudadanos defendiendo el dinero de los contribuyentes.

Etiquetas: , , , , , , ,

lunes, 29 de septiembre de 2008

El sismo de hoy en diez puntos

Bitácora provisional de un desastre.

1. La Casa Blanca NO sabe “planchar” acuerdos con los legisladores de su propio partido.
2. Nos dijeron: “Es el rescate o el caos”. El acuerdo no pasó y hubo una jornada de miedo en los mercados financieros del mundo pero no hay evidencias de que los propios mercados no puedan procesar el fracaso del plan de rescate.
3. Si John Mc Cain suspendió temporalmente su campaña para empujar, con los legisladores de su partido, la aprobación del rescate, su estrategia fue un fracaso. Fueron los republicanos, los correligionarios de Mc Cain, los que mayoritariamente votaron en contra.
4. Han dicho varias veces a lo largo de este año: “Es demasiado grande para dejarlo quebrar”, lo mismo si se trata de Bear and Stearns que de Fannie Mae, Freddie Mac o AIG. Es mentira: En un mercado libre nadie debe ser tan grande como para no pagar sus errores.
5. Las carretadas de dinero – sólo ayer 620 mil millones de dólares inyectados a través de los bancos centrales - NO han llegado a donde tenían llegar o NO han servido para hacer solvente lo que seguirá siendo insolvente. La creencia neokeynesiana de que la liquidez es la panacea fracasó.
6. Después de los sismos de 1985 se dijo que las edificaciones en la ciudad de México eran más seguras que antes de los sismos. En efecto: Lo que se tenía que caer, o se podía caer, ya se había caído…y a raíz de la tragedia surgió una reglamentación mucho más rigurosa para las construcciones.
7. La “jugarreta” de una mayoría de los representantes republicanos, consistente en votar en contra del rescate propuesto, podría (subrayo: podría) haber puesto un “piso” a la debacle, con mayor efectividad, al menos, de la que podría surgir de la aprobación del propio programa de rescate.
8. La misma “jugarreta” puede marcar un “hasta aquí” a las políticas públicas que han alimentado la “pedagogía de la irresponsabilidad” (moral hazard). Con visión de largo plazo, y por elemental congruencia intelectual, ése “hasta aquí” es lo mejor que le puede pasar a la economía mundial.
9. En México habrá que regresar todo el paquete presupuestal de 2009 al escritorio de los diseñadores.
10. En el futuro, ningún libro de historia del siglo XXI podrá omitir una referencia explícita al lunes 29 de septiembre de 2008.

Etiquetas: , , , , , , , ,

domingo, 28 de septiembre de 2008

Y después del “rescate”, ¿qué?

Tres grandes dudas: 1. ¿Perderá su hegemonía la moneda estadounidense?, ¿el euro será la divisa de reemplazo?, 2. ¿Cuánto durará y qué tan profunda será la recesión?, 3. ¿Terminará el “boom” del petróleo y de los “commodities”?


La mañana de hoy domingo el acuerdo para el multimillonario rescate de los activos financieros “tóxicos” estaba a punto. Un anónimo inversionista español escribió en la edición en línea de un diario financiero: “Espero que el acuerdo se alcance pronto. Tengo metido un kilo en acciones del Santander y si se firma el proyecto seguro que me meteré en el bolsillo al menos 600 euros en plusvalías”.
Pues, ¡suerte, matador!

¿Qué sigue? Ya sabemos que se inicia una sequía severa: Astringencia crediticia – a despecho de lo que digan las tasas de interés de referencia, la llave del crédito se ha cerrado- , caída de la demanda y, por tanto, de la actividad económica, recomposición del sistema financiero a favor de la banca tradicional, una percepción más aguda del riesgo asociado a los productos financieros complejos y opacos, revisión de las regulaciones con énfasis en la incompetencia – involuntaria o deliberada- de las calificadoras para distinguir la paja del trigo, ajustes de cuentas y fabricación de chivos expiatorios.

No deberá extrañarnos que los mercados prosigan dando tumbos, mientras se alcanzan otras definiciones de mayor calado. El próximo gobierno de Estados Unidos empezará con una gigantesca e inmediata tarea a cuestas y del rumbo que marque el próximo Presidente dependerán grandes definiciones para la economía mundial: ¿Se reconstruirá la hegemonía del dólar en los mercados mediante unas políticas fiscal y monetaria ortodoxas o el nuevo gobierno seguirá arrojándole carretadas de dinero devaluado a los problemas?

Del rumbo elegido dependerán asuntos tan importantes como la profundidad y la duración de la sequía (paradoja japonesa: mientras más liquidez inyectes, más durará la recesión), las presiones inflacionarias provenientes de los precios de energéticos y alimentos (la relación inversa entre el dólar y esos precios ha quedado establecida), la apertura o la cerrazón de los mercados al comercio exterior (la peligrosísima tentación proteccionista es más fuerte que nunca entre los políticos del mundo).

Pocas veces en la historia tanto ha dependido de una contienda electoral entre dos candidatos que, ¡ay!, no han dado hasta hoy señales de tener los tamaños para una tarea que requiere más agallas que artilugios electoreros.

Etiquetas: , , , , , , ,

jueves, 25 de septiembre de 2008

La sequía que viene




Es cierto que el rescate financiero en Estados Unidos servirá para darle un respiro a los mercados y, en el mejor de los casos, para que mediante el mecanismo de las subastas los activos más o menos “tóxicos” recobren un precio – el que sea-, pero Estados Unidos necesita mucho más que eso para reestablecer la cordura en su economía.

Al mediodía de hoy el acuerdo bipartidista en “lo esencial” del paquete de rescate se había logrado. Este es un “rescate” pactado a última hora, casi sobre las rodillas, que servirá sólo para las próximas semanas, no más allá. Su fecha de caducidad es enero de 2009, el día que llegue un nuevo inquilino a la Casa Blanca.
Los mercados financieros seguirán dando tumbos en las próximas semanas y la incertidumbre y la desconfianza reinarán, apenas atenuadas.
Hay quien cree que los “ultraliberales” – como algún liberal a medias nos ha motejado a quienes hemos criticado el famoso rescate- nos oponemos al mismo por dogmáticos y porque profesamos una fe irracional e injustificada en los mercados libres.
No son esas las causas del rechazo al paquete de rescate, al menos por lo que a mí hace. Mi convicción en la superioridad de los mecanismos de mercado sobre las mil y una formas de intervencionismo, no es irracional sino fundamentada.
Además, mi objeción al rescate como está planteado obedece a la superficialidad del diagnóstico que ha hecho el gobierno de Estados Unidos acerca de los problemas que aquejan a la economía de ese país. En su melodramático mensaje de ayer, miércoles, George W. Bush trató de impresionar al auditorio arguyendo que la no aprobación del paquete significaría hundir a Estados Unidos en una recesión. Lo que Bush no dijo, tal vez porque decirlo está prohibido en víspera de elecciones, es que Estados Unidos ya está en una recesión y que ésta, inevitablemente, se profundizará conforme avance 2009.
Tampoco dijo que la causa última de esta crisis debe atribuirse a políticas fiscales y monetarias irresponsables, ni mencionó que – sea quien sea el próximo Presidente- durante los próximos dos años, al menos, los estadounidenses deberán apretarse el cinturón, al tiempo que el gobierno reduce gastos, incrementa impuestos y que los mercados mundiales le imponen a Estados Unidos el precio que deberá pagar, tras su dispendio fiscal, para atraer capitales: Tasas de interés reales y altas.

Etiquetas: , , , , ,

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Hablando de países bananeros…

Los políticos de los Estados Unidos están haciendo, involuntariamente, un experimento fascinante y aterrador: Están poniendo a prueba la economía más flexible del mundo aplicando y proponiendo un gran catálogo de políticas populistas propias de un país bananero.

Si la crisis financiera global que fabricaron las políticas irresponsables y populistas aplicadas en Estados Unidos hubiese surgido en un país emergente, como India, México, Brasil, Portugal, Grecia, tendríamos a una legión de expertos estadounidenses, encabezados por Henry Paulson y Ben Bernanke, dándole lecciones de buenas políticas públicas a los gobiernos irresponsables del país infractor.

Puedo imaginarme al Secretario del Tesoro dictando la lección: “El gobierno de (ponga aquí el nombre del país “tropical” que se le antoje) debe entender de una vez por todas que ninguna economía puede sobrevivir gastando lo que no tiene y sin políticas públicas que dejen funcionar a los mercados e incentiven el ahorro y la productividad”.

Puedo imaginarme al gobernador de la Reserva Federal sentenciando: “Si el gobierno de (ponga aquí el nombre del país que le guste) desea que le apoyemos en sus esfuerzos de rescate de sus instituciones financieras tendrá antes que dar muestras claras de responsabilidad fiscal, poniendo en orden sus desastrosas finanzas públicas, al tiempo que su banco central deberá elevar las tasas de interés y parar esa embriagante e irresponsable fiesta de liquidez”.

Puedo imaginarme a George W. Bush sermoneando a ese “país bananero”: “Ojalá el presidente de (ponga aquí el nombre del país elegido) tenga la valentía de decir a sus conciudadanos que sólo saldrán del atolladero ahorrando más y gastando menos. El ejemplo lo debe dar el mismo gobierno reduciendo sus gastos dispendiosos y aplicando la ley y las regulaciones en los mercados financieros sin discrecionalidad ni componendas”.

Esta no es la crisis que anuncia el fin del capitalismo. Es la crisis que comprueba que el poder destructivo de las políticas populistas y de la irresponsabilidad fiscal y monetaria es tal que hasta a la economía más flexible del mundo puede ponerse a temblar cuando le aplican ese veneno.

Si alguien sigue creyendo que la clase política en Estados Unidos representa algo así como un bastión del capitalismo, del libre mercado y de la ortodoxia fiscal y monetaria, ese alguien está majareta (vocablo de origen árabe para decir que alguien está loco o chiflado).

Etiquetas: , , , , , ,

Un rescate que no funcionará

El paquete de rescate propuesto por el Tesoro de Estados Unidos no convence porque no contribuye a fortalecer el dólar, sino a debilitarlo. Con un dólar en picada, ¿por qué hemos de creer que recobrará solvencia el sistema financiero de los Estados Unidos?

¿Para qué sirvió la estrategia de disminuir a sólo 2% la tasa de referencia de la Reserva Federal?, esa medida ¿le dio viabilidad a las hipotecas de baja calidad?, ¿hizo solventes a los deudores de a píe que habían caído en insolvencia?, ¿ayudó a que los precios de la vivienda disminuyeran rápido para tomar un nivel cercano a los ingresos reales de quienes demandan vivienda?

La respuesta a las tres últimas preguntas es un contundente NO. Entonces, ¿para qué ha servido la estrategia de tasas bajas que se ofreció como respuesta a la crisis?

Para prolongar la crisis y convertirla en debacle.

Mucho me temo que el paquete de rescate – que en México ya bautizamos alegremente como un "mega Fobaproa", sin percibir las grandes diferencias- no funcionará y hará las cosas más difíciles para todos.

Tal vez sirva para entender este escepticismo comparar el actual paquete Bush-Paulson-Bernanke con el paquete Zedillo-Ortiz-Mancera, que se aplicó en México durante 1995 y 1996.

Recuérdese: 1. En México, el Fobaproa se aplicó junto con un duro programa para fortalecer las finanzas públicas, mediante impuestos más elevados (IVA al 15%) y precios y tarifas del sector público realistas, sin subsidios para ganar votos, 2. En México, el rescate se aplicó con tasas de interés reales, altas, remuneradoras para el ahorro, 3. En México NO se le dieron a las autoridades financieras facultades discrecionales para decidir a quién se rescataba y a quién no; se exigió a los dueños de los bancos capitalizarse o ser absorbidos, 4. En México, el gobierno federal aplicó un severo programa de ahorros en el sector público.

En México la consigna fue incrementar aceleradamente el ahorro interno y, a la vuelta de los años, el resultado fue exitoso: sistema financiero saneado y fuerte; finanzas públicas sólidas.

¿Alguien ha escuchado o leído que en el paquete de rescate presentado por el gobierno de George W. Bush al Congreso se propongan sacrificios similares?
El miedo irracional a la recesión conducirá no sólo a una recesión, sino a una mayor inflación ("la economía del diablo", como le llamó Alfred Sauvy).

Etiquetas: , , , , , , , ,

lunes, 22 de septiembre de 2008

"Yo, gobierno, te salvaré del desastre que fabriqué"

En el origen de la actual tormenta financiera global está la intervención del Estado enmendándole la plana a los mercados, al menos en dos asuntos clave: 1. Relajando la política monetaria con la engañosa finalidad de "reanimar" la economía y 2. Promoviendo el otorgamiento de préstamos hipotecarios en condiciones "blandas", no de mercado, con el filantrópico objetivo de facilitar el acceso a una vivienda propia a la población pobre en los Estados Unidos.



La actual crisis del sistema financiero en Estados Unidos no demuestra las presuntas fallas del mercado libre, sino el reiterado fracaso del intervencionismo gubernamental.

Hubo quien con toda oportunidad anticipó, tan temprano como en 2002, los peligros que hoy se han convertido en realidad. Un análisis de la revista Business Week ("The homes keep selling", 11 de marzo de 2002) preveía con gran perspicacia cómo la combinación de: (a): una política monetaria pretendidamente anti-recesiva instrumentada por la Reserva Federal con (b): el impulso dado por los gobiernos de Bill Clinton y George W. Bush al otorgamiento de créditos hipotecarios – avalados por el gobierno de Estados Unidos- en condiciones "blandas" para la población de escasos recursos, podía convertirse en la tormenta perfecta. Efectivamente: sucedió.

La venta de más de 900 mil nuevas casas tan sólo durante 2001 configuraba un boom de vivienda que crecería exuberantemente durante los siguientes años. Los ingredientes detrás de esa gigantesca burbuja fueron dos: 1. Dinero fácil, con tasas de interés negativas (la estrategia de Alan Greenspan para lograr un "aterrizaje suave" de la economía después del estallido de la burbuja de las acciones "punto com") y 2. Una decidida intervención gubernamental para que los bancos otorgasen cada vez más préstamos hipotecarios a sectores pobres de la población, préstamos en condiciones ventajosas frente a las que habrían prevalecido en el mercado comercial, gracias al aval implícito del gobierno en los valores emitidos, para fondear los créditos, por dos grandes hipotecarias: Fannie Mae y Freddie Mac. Instituciones clasificadas como empresas de patrocinio gubernamental (Government Sponsored Entreprise o GSE).

Los mercados no fallaron, fue otra vez el gobierno el que distorsionó los mercados y fabricó no sólo un fracaso, sino una gigantesca debacle.

Hoy, los políticos y el gobierno se presentan como los únicos que tienen la salvación… frente a un desastre que ellos crearon con gran esmero.

Etiquetas: , , , , , , , ,

domingo, 21 de septiembre de 2008

Restaurar el sistema de precios

Hoy los mercados deben amanecer con más certezas acerca del multimillonario paquete de rescate que se cocina entre la Casa Blanca y el Congreso. El principal desafío es que el paquete no aliente nuevas distorsiones de precios.


La clave en el funcionamiento de cualquier mercado son los precios. La semana pasada el corazón del mercado financiero mundial se colapsó porque los precios dejaron de funcionar. Cuando las dos únicas opciones en el mercado de activos son apostar a una espiral sin fin a la baja (ventas en corto o al descubierto sin “piso” visible en los precios, como único medio de “ganar”) o rehusarse a realizar cualquier operación porque no se sabe ya qué es un activo triple AAA y qué es un activo basura, el sistema de precios está fuera de servicio.

Por eso, dos señales fueron decisivas para detener la debacle total: 1. Prohibir las operaciones en corto y al descubierto que estaban dinamitando cualquier sistema de precios y 2. Anunciar un esfuerzo bipartidista, similar al del rescate de las empresas de ahorro y préstamos a fines de los años 80 y principios de los 90 (RTC, por Resolution Trust Corporation), que parecería ser una respuesta definitiva, no discrecional, a la tormenta financiera; respuesta costosísima para los contribuyentes, erizada de dificultades y riesgos (un defecto de diseño en el rescate podría ser desastroso para la economía mundial), pero respuesta ordenada y racional, en lugar del patético espectáculo de ver a la Reserva Federal y al Tesoro actuar como bomberos atolondrados que corren de un lado a otro, sin orden ni concierto, tratando inútilmente de apagar fuegos que se multiplican a una velocidad vertiginosa.

¿Quién inició el fuego? Sobre todo, una política monetaria laxa dictada por el miedo a la recesión que se puso en marcha a principios de este siglo, para sortear el estallido de la burbuja de las “punto com”.

Los damnificados son, somos, legión.

El problema de fondo NO es de liquidez (ése es el principal error de diagnóstico que han cometido los “bomberos atolondrados”), sino de solvencia. Para que el sistema sea solvente, los precios deben permitir distinguir lo que vale de lo que es “cadáver, polvo, sombra, nada”. La clave de funcionamiento del mercado es reflejar, a través de precios fijados por oferta y demanda, el auténtico valor de los activos y reconocer las pérdidas como tales: PÉR-DI-DAS.

Etiquetas: , , , , , , ,

La tormenta perfecta, 101 años después (II y fin)

Después de la tormenta vendrá la sequía. Será sin duda una temporada de astringencia crediticia global, menores tasas de crecimiento y de reconstrucción del sistema financiero sobre bases más conservadoras. Pero por lo pronto la espiral del miedo continúa y la tormenta no cesa.



Un signo inequívoco de que aún hay mucha incertidumbre y confusión en los mercados financieros globales es que los políticos incrementan su cuota de declaraciones estúpidas. Ayer le tocó, ¡ay!, al candidato republicano John Mc Cain llevarse la palma al decir que él correría al presidente de la SEC y a todos los reguladores que permitieron "que los mercados fuesen usados como un casino".

Mc Cain obviamente no entiende ni lo que está pasando, ni mucho menos cuáles son las causas de la tormenta en los mercados financieros. Si quiere buscar culpables debería volver los ojos a la Casa Blanca, a la Reserva Federal y a otros bancos centrales que alentaron la fiesta de liquidez mundial en los últimos diez años. También tendría que hurgar en las no siempre transparentes relaciones de algunas calificadoras de valores con algunos fondos y bancos de inversión.

Una mayor regulación no soluciona nada. Los propios mercados habrán de purgarse y lo harán con mayor eficacia en la medida que la Reserva Federal y el Tesoro envíen señales claras de a partir de qué punto le pondrán un alto a los rescates apresurados y a las nacionalizaciones de facto, so pena de incentivar la formación de una larga fila de instituciones damnificadas mendigando ser salvadas por los contribuyentes.

Hay una clara tendencia hacia la extinción del negocio de la banca de inversión – o, si se prefiere, al estilo de banca de inversión de productos complejos, altos riesgos y altos rendimientos; negocio del que hoy se huye como de la peste-, y la precaria supervivencia de sólo dos de los grandes bancos de inversión (que algunos ignorantes confunden con los bancos de depósito tradicionales), marca por dónde seguirá la purga del mercado.

Para los mortales comunes, como usted y yo, todo esto significa que 2009 será un año difícil, en el que conviene tener liquidez (o estar en un negocio que la genere), tener muy pocos pasivos e invertir en incrementar la productividad, medida con indicadores duros de rendimiento real de cada peso invertido y de cada hora trabajada.

Etiquetas: , , , , , ,

jueves, 18 de septiembre de 2008

La tormenta perfecta, 101 años después (I)

Si se quiere establecer un paralelo histórico de la actual crisis financiera global la fecha NO es 1929, sino 1907.

"El pánico de 1907" fue una de las grandes novedades editoriales del año pasado para los estudiosos de los mercados financieros ("The panic of 1907", Robert F. Bruner, Sean D. Carr, editado por John Wiley and sons., 2007), ya que disecciona, con el apoyo una gran investigación documental, lo que son los ingredientes que configuran una "tormenta perfecta" en los mercados financieros.

Ambos investigadores de la Universidad de Virginia resumen las siete fuerzas que contribuyen a la formación de la famosa "tormenta perfecta". También esas siete fuerzas han estado presentes en la crisis de 2008:

1. Una compleja y variada arquitectura de relaciones entre las instituciones: bancos tradicionales, casas de bolsa, bancos de inversión, aseguradoras, administradoras de fondos; gran parte de las relaciones se dan a través de los mismos activos-pasivos, deudas y depósitos; todo, con una gran conectividad.
2. Un crecimiento exuberante en los precios de determinados activos que es precursor de la inestabilidad. En mi opinión, el motor de dicho crecimiento fue una política monetaria laxa.
3. Inadecuados amortiguadores para resistir choques en el ciclo de expansión-contracción del crédito.
4. Un liderazgo político adverso y/o débil. Va desde la retórica en contra del mercado y la globalización hasta las reacciones tardías, contradictorias o insuficientes de algunos líderes políticos, como George W. Bush o el presidente de la Reserva Federal.
5. Un choque económico real. Basta considerar el aumento en la demanda de hidrocarburos y de otros "commodities" (ante una oferta insuficiente), explicable por el acelerado crecimiento global y, en especial, de países como China.
6. Miedo, codicia desmedida y otras conductas colectivas aberrantes. Este ingrediente psicológico está presente en todas las crisis que siguen a una "manía" especulativa.
7. Fallas en los mecanismos de acción colectiva. El mejor ejemplo fue el drama de equívocos del pasado fin de semana durante el fracasado intento de rescate de Lehman.

Diferencias: A) En 1907 no existía un banco central en Estados Unidos como prestamista de última instancia, (ese papel lo jugaron, entonces y en partes, el legendario J. Pierpont Morgan y el Tesoro), y B) En 1907, aun habiendo conectividad institucional, se estaba muy lejos de la conectividad instantánea de hoy día.

Mañana: ¿Y después de la tormenta qué sigue?

Etiquetas: , , , , , ,

lunes, 15 de septiembre de 2008

Se acabó la complacencia

La bancarrota de Lehman confirma que se ha terminado una década de complacencia en la economía global. Hay que revisar a la baja las previsiones de crecimiento económico y hay que corregir, a la alza, las previsiones sobre el costo del dinero y del capital. Para variar, el viraje largamente anunciado toma a México muy mal pertrechado, fuera de sintonía, discutiendo apasionadamente sobre detalles decorativos.


La tarde de hoy, lunes 15 de septiembre, no se necesita ninguna bola de cristal para saber que el precio de la mezcla mexicana de petróleo ya estaba muy cerca de los 80 dólares el barril… y cayendo. En su sitio de la red Pemex avisaba que no daría a conocer la cotización diaria hasta el miércoles 17 de septiembre, a las 18 horas, aduciendo como motivo las fiestas patrias. Típico: El mundo debe esperar a que demos el tradicional “grito” y disfrutemos del mullido “puente patrio”…El problema es que el mundo sigue su curso y que los mercados no se detienen para ver si nuestros festejos concluyen en paz.

A estas alturas, el precio del petróleo previsto en el proyecto de Presupuesto de Egresos es candoroso. Pero algunos legisladores siguen haciendo cálculos alegres para aumentar las partidas para el campo, para las universidades, para subsidiar esto o aquello, para estados y municipios…

Ya llegó la época de las “vacas flacas” en la economía mundial (la de las “vacas gordas” nos pasó de noche), pero aquí seguiremos escuchando sentidas declaraciones acerca de la competitividad y la Secretaría de la Función Pública – uno de los más grandes obstáculos a la, de suyo pobre, productividad gubernamental- será el juez de un bonito concurso para descubrir el trámite más engorroso.

Mientras políticos y gobiernos se enteran de que se acabó el entorno favorable (algo que les puede tomar años), le recomiendo anotar lo siguiente para su empresa y su economía familiar: Sólo con productividad se genera valor agregado; no haga presupuestos que dependan de la voluntad de agentes externos o de la suerte; concéntrese en sus ventajas distintivas; explote las economías de escala y no tome créditos sólo porque el banco ofrece no cobrarle comisiones (un anzuelo de veras tonto).

Se acabó lo que se daba. Pregúntele a Richard Fuld, el CEO de Lehman Brothers que dijo en abril: “Lo peor de la crisis ha pasado”.

Etiquetas: , , , , , ,

domingo, 14 de septiembre de 2008

Si pueden prescindir de la mitad del ISR, ¡háganlo!

Este año el subsidio a los combustibles – gasolinas y diesel – será equivalente casi a la mitad de la recaudación total del ISR cobrado a empresas y personas físicas. Esa es la mejor prueba de que el erario podría disminuir, sin problema, la tasa máxima de ese impuesto a la mitad: 14 por ciento. Háganlo, y en una de esas hasta se incrementa la recaudación.


No cabe duda que el Presidente Felipe Calderón y su gobierno están preocupados por la competitividad de la economía mexicana. Hay una manera sencilla, directa, contundente, de incrementar de golpe la competitividad y está en manos del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo: Disminuir a la mitad la tasa máxima (para el caso de las empresas, y para efectos prácticos, tasa única) del Impuesto Sobre la Renta: a 14 por ciento.
Aunque hay un sinnúmero de evidencias mundiales de que una menor tasa impositiva NO disminuye la recaudación sino que la incrementa, desechemos esas evidencias y decretemos que esa presunción es una falacia “neoliberal”. Más todavía: Digamos neciamente que una menor tasa impositiva disminuirá linealmente la recaudación y que si hoy la tasa es de 28% y el fisco recauda “X”, en el momento en que la tasa baje a 14% el fisco recaudará “X/2”, la mitad de “X”.
¿Puede el erario prescindir de los ingresos equivalentes a la mitad de la recaudación del ISR?
Tan puede hacerlo que lo ha hecho durante 2008 sin generar déficit fiscal, sin que haya desparecido una sola dependencia del gobierno federal, sin que ningún estado ni ningún municipio haya dejado de recibir aportaciones y participaciones federales. Lo ha hecho al subsidiar el precio al consumidor final de las gasolinas y el diesel. Y amenaza seguir haciéndolo, aunque en menor proporción, durante 2009.
La próxima vez que algún funcionario o algún legislador ponga los ojos en blanco, imposte la voz y diga que está empeñado en aumentar la competitividad de la economía mexicana, digámosle que ya tenemos la respuesta a su sentida preocupación: “Bajen la tasa del ISR a 14% o, mejor aún: Desaparezcan el ISR y dejen como impuesto único el IETU – también para todas las personas físicas- a una tasa de 14 por ciento”.
¿Querían soluciones? Ahí tienen una. Y, por supuesto: ¡Cobren la gasolina a su precio verdadero!

Etiquetas: , , , , , ,

¿Qué diría una "izquierda" inteligente?

Los principales críticos a los monstruosos subsidios a la gasolina en México deberían ser los políticos inteligentes de "izquierda"; tal parece que ese universo – políticos inteligentes de "izquierda"- es un conjunto vacío porque lo que escuchamos de la "izquierda" vernácula y protagónica es ¡la defensa de esos subsidios regresivos, promotores del deterioro ambiental y del desperdicio de los escasos (y "soberanos") recursos petroleros!



Unos datos para meditar:

1. Monto anual del subsidio federal a los combustibles en 2008: Alrededor de 240 mil millones de pesos; más de 657 millones de pesos diarios.

2. Monto anual del subsidio al Sistema de Transporte Colectivo de la ciudad de México o "Metro": Aproximadamente cinco mil millones de pesos; 13.7 millones de pesos diarios.

3. Con el subsidio federal de este solo año a los combustibles se podrían financiar 48 años de funcionamiento del "Metro" capitalino con tarifas congeladas y subsidiadas.

4. Número de pasajeros-viaje transportados por el "Metro" en un año: Cerca de 1,208 millones.

5. Equivalencia del subsidio federal de este año a los combustibles: La mitad de toda la recaudación anual del Impuesto Sobre la Renta (empresas y personas físicas) estimada para 2008.

6. Número de vehículos de combustión interna – consumidores de gasolina, diesel o gas natural- registrados en la ciudad de México: Más de cinco millones.

7. Número de vehículos particulares y taxis: Alrededor de cuatro millones.

8. Pasajeros promedio en un auto particular o taxi en la ciudad de México: Menos de 1.5 pasajeros.



¿Cuál de los dos subsidios es el más dispendioso e ineficiente?, ¿cuál de los dos subsidios beneficia a "quienes menos tienen"?, ¿cuál es más injusto?, ¿cuál perjudica más el ambiente y cuál promueve más el desperdicio de la declinante riqueza petrolera nacional?, ¿qué clase de políticos de "izquierda" tenemos que defienden la "bondad" de un subsidio regresivo que beneficia a los ricos y a las clases medias, y que es 48 veces mayor que el subsidio que les permite hacer todos los días más de 3 millones de viajes a personas que no tienen automóvil?

Seguramente son políticos de "izquierda" que no viajan ni por asomo en el "Metro".

Y, sí ¡qué pena! Por lo que se escucha y por lo que se lee tal parece que ese hipotético universo -"políticos inteligentes de izquierda"- es en México un conjunto vacío.

Etiquetas: , , , , ,

Necesitamos más lucro y menos "benefactores"

Los bancos debieran ser los primeros interesados en promover la educación y la cultura financieras, pero no por fingido altruismo sino porque un mercado financiero educado e informado es lo mejor para su negocio.



Hace días tuve la fortuna de participar, como expositor, en un seminario de educación económica y financiera. Fue una experiencia aleccionadora porque a un grupo de tres comunicadores irreverentes nos tocó discutir justo después de que el auditorio había escuchado a tres insospechados "filántropos" a sueldo de dos bancos privados y de un organismo gubernamental.

Mi primera sorpresa es que los funcionarios bancarios hablaron como misioneros entregados a la tarea de llevar desinteresadamente la luz de la educación financiera a las masas. No me sorprendió tanto que el funcionario gubernamental adoptase el mismo tono porque ya se sabe que la mayoría de los políticos y funcionarios de gobierno suelen hablar en público como apóstoles consumidos por el celo de servir a los demás.

Entiendo que un banco comercial esté sumamente interesado, en un país como México, en promover la educación y la cultura financieras porque una sociedad que conozca mejor los entresijos de la economía y los beneficios de la intermediación financiera será una sociedad que recurrirá con mayor frecuencia e intensidad a los servicios bancarios.

¿Por qué no decirlo así?, ¿por qué el tono de las exposiciones de estas personas nunca fue el de quien está proponiendo a su auditorio un negocio en el que ambas partes ganarán?

La razón es porque en México el lucro tiene una pésima prensa y, en cambio, los redentores reciben aplausos, premios y hasta candidaturas a la Presidencia.

Pero un punto de partida crucial, para cualquier educación económica que valga la pena, es reconocer que los seres humanos nos movemos por incentivos y que en la mayoría de los casos tales incentivos son egoístas. Ni el banco está para regalarme nada, ni yo estoy para regalarle nada al banco. Los bancos son útiles y necesarios porque son un negocio; en la medida que actúan en un entorno de libre competencia y ajustándose a reglas sencillas (al cumplimiento estricto de los contratos, por ejemplo) obtienen beneficios para sus accionistas y benefician también a sus clientes, quienes no acudimos al banco para ver en qué les podemos servir a los banqueros, sino en qué nos pueden servir ellos a nosotros. Y viceversa.

Etiquetas: , , , , , ,

Precios distorsionados, presupuesto e incompetencia

El proyecto de presupuesto de egresos para 2009 está programando un amplio margen de distorsión en los precios de los energéticos. Esto significa, por increíble que parezca, que el gobierno gastará, otra vez, varios miles de millones de pesos en promover la falta de competitividad.



El gobierno procurará en 2009 que el monto de los subsidios a ciertos energéticos – como la gasolina o el diesel – sea menor que en 2008. Bien, pero la mala noticia es que dicho propósito es muy probable que se vea frustrado, toda vez que la trayectoria futura de los precios del petróleo en el mundo es particularmente incierta.

Y una peor noticia – que todo mundo callamos por conveniencia – es que mediante estas distorsiones en el sistema de precios, México se aleja de los estándares de una economía verdaderamente competitiva en la que la búsqueda de una mayor productividad sea la norma.

Cuando en México un litro de gasolina regular sin plomo cuesta 26% menos que el mismo litro de combustible en Estados Unidos es perfectamente lógico que en México los agentes económicos (consumidores, productores, gobiernos) le demos un menor peso al costo de los energéticos en nuestros cálculos económicos cotidianos. Y es por ello por lo que la política económica plasmada en el presupuesto promueve una mala asignación de los recursos.

La gran ventaja de un mercado libre, en el que concurren varios oferentes en competencia frente a miles de consumidores, y en el que el gobierno no interviene fijando los precios, es que los precios ofrecen la información más fidedigna acerca de la escasez o abundancia de los recursos y permiten asignarlos con mayor eficiencia lo que, a su vez (ojo señor secretario de Economía) fomenta una mayor productividad y, por ende, una mayor competitividad.

Estados Unidos tiene un mercado de energéticos mucho más libre que el de México. Los agentes económicos en Estados Unidos reciben, por tanto, una mejor información acerca del valor relativo de los recursos. Y deciden mejor que nosotros acerca de cómo ponderar los factores que intervienen en la producción o acerca de cómo asignar el gasto familiar.

Todo esto se resume así: Los subsidios a los energéticos son un obstáculo para la competitividad.

Que esto, tan claro, no lo entiendan ni el gobierno, ni los negociantes, ni los institutos privados que pretenden medir la competitividad es una gran tragedia.

Etiquetas: , , ,

El populismo en la Suprema Corte

Nadie, ni siquiera los magistrados de la Suprema Corte de Justicia, se libra de las tentaciones populistas en los tiempos que corren. El amparo concedido en contra de un descuento que ofrece Wal-Mart de México a sus empleados – y cuya aceptación es voluntaria por parte de los trabajadores- es un mero acto de propaganda populista, carente de racionalidad y de respeto a la libertad de las personas.



Novedad ominosa: Según la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) si usted, como empleado de una empresa, adquiere voluntariamente vales para obtener descuentos en la compra de productos o servicios de la misma empresa estará contraviniendo "los principios fundamentales consignados en el artículo 123 constitucional".

Según esta decisión de la Corte el libre ejercicio del poder de compra atenta contra la Sacrosanta Constitución. De esta magnitud es el desatino de la decisión de la Segunda Sala, que equipara esa práctica, común hasta ahora en Wal- Mart de México, nada menos que con las "tiendas de raya" con las que la historia oficial – la de libro de texto único- simboliza los oprobios laborales cometidos durante el gobierno de Porfirio Díaz.

Demagogia pura, para complacer a los modernos "progres" de salón que han hecho de los ataques furibundos a Wal Mart (modelo de empresa global de alta productividad, que ha generado miles de millones de dólares de valor agregado en beneficio de los consumidores) un santo y seña.

No exagero, juzgue el lector por sí mismo con la lectura del comunicado oficial de la SCJN aquí.

Tal parece que la SCJN, salvo las honrosas excepciones de tres magistrados, ha entrado de lleno al concurso para ver quién se gana este año el premio al más demagogo. Véanse, como otro ejemplo, algunos de los descabellados argumentos que esgrimieron algunos magistrados para favorecer la despenalización del aborto en el Distrito Federal (ver en este otro comunicado de la SCJN)

Para tomar esta nueva decisión errada en contra de Wal Mart, la SCJN ni siquiera escuchó a la empresa y con toda franqueza reconoce – léase el comunicado - que el trabajador supuestamente afectado firmó voluntariamente el convenio para adquirir los vales con descuento. ¿Qué quería la SCJN?, ¿que Wal-Mart ofreciese descuentos a sus empleados en las compras que estos hagan en Soriana o en Comercial Mexicana?

Vaya disparate.

Etiquetas: , , , , , ,

El gran error en el Presupuesto

Se presentó el proyecto de Presupuesto de Egresos para 2009 y se inició el proceso ritual de cada año. Al final, me temo, tendremos un presupuesto que cerrará los ojos al inminente fin del modelo fiscal apuntalado en el petróleo.


La discusión y aprobación del presupuesto de egresos es el más importante ejercicio político de cada año, en el que cada sector, cada entidad, cada grupo de interés, cada partido, lucha por llevarse una mayor tajada de recursos públicos. El resultado de esa lucha – en la que menudean todo tipo de negociaciones y presiones, desde las burdas hasta la sutiles y desde las inconfesables hasta las medianamente decorosas- permite percibir cuál es la verdadera agenda de la clase política y cuán distante suele estar dicha agenda respecto de un modelo racional para asignar eficientemente los recursos escasos.

La mayor falacia consiste en la presunción de que una mayor asignación de recursos públicos resuelve automáticamente problemas. Aunque todos sabemos que aumentar el salario de los maestros – para poner un ejemplo específico – NO ha mejorado los resultados de la instrucción pública medidos por las capacidades y el desempeño de los alumnos, esta vez, como siempre, veremos formidables presiones de sindicatos, partidos, universidades públicas y demás entidades relacionadas con la educación pública, que partirán del mito "aumentar el gasto es la única solución" como si se tratase de un axioma indiscutible o de una evidencia palmaria.

Otra falsa presunción consiste en la creencia de que la totalidad de los recursos pueden asignarse entre distintos destinos en competencia. Falso. El gasto susceptible de reasignarse es un porcentaje menor al diez por ciento del total; lo que, por cierto, incentiva en forma perversa la creación "ex nihilo" (de la nada) de recursos, por ejemplo incrementando el precio previsto para las exportaciones de petróleo y/o el volumen de las mismas, pese a la evidencia en contrario. ¿Alguno de los responsables rendirá cuentas, en el futuro, de las nefastas consecuencias de su "optimismo" infundado y voluntarioso? No.

En el caso del presupuesto para 2009 el gran error, en el que seguramente incurrirá la clase política en su conjunto, será el de desdeñar el hecho irrefutable de que la fuente de una tercera parte de los recursos fiscales se agota inevitable y aceleradamente. La gran irresponsabilidad de unos pocos la pagaremos todos

Etiquetas: , , , , ,

El 2009, plagado de riesgos

Lo peor de la crisis económica global no ha pasado. El próximo será un año de débil actividad económica en Estados Unidos y Europa, de presiones inflacionarias tal vez contenidas pero persistentes y de agotamiento de los expedientes monetario y fiscal para estimular el crecimiento.



Una lección que debemos aprender de la estrategia de la Reserva Federal de Estados Unidos durante lo que va de 2008 es que cuando el sistema financiero está en problemas, bajar las tasas de interés de referencia NO se traduce en un estímulo al crecimiento de la actividad económica, sino en un paliativo para posponer o atemperar los quebrantos en el sistema financiero.

En efecto, las bajas tasas de interés del banco central estadounidense no se han traducido en mejores condiciones de crédito para consumidores y productores; por el contrario, dado que el sistema financiero enfrenta aún el proceso de purga de activos crediticios tóxicos, la llave del financiamiento para el común de los mortales se ha cerrado. Las tasas bajas sólo sirven para que el sistema financiero pueda limpiarse gradualmente y, con suerte, para disminuir el monto y la extensión de los quebrantos.

La reciente caída en los precios de los bienes genéricos (commodities) obedece a una disminución de la cantidad demandada, como respuesta del consumidor a los altos precios; en la que nada ha tenido que ver la política monetaria.

Esto significa que el escenario para 2009 combina varios riesgos: 1. Una actividad económica débil; 2. Presiones inflacionarias latentes en energéticos y alimentos, que no se han transmitido de lleno a otros precios, en gran medida por la débil actividad económica; 3. La ineficacia de una política monetaria relajada para estimular la actividad económica (como ha venido sucediendo en Japón durante varios años) y 4. El muy estrecho margen de maniobra para otorgar nuevos estímulos fiscales, que tienen – además- sólo un efecto efímero.

El escenario en Europa no es muy diferente. Hoy en México tal parece que estamos en una precaria "zona de confort" (indicadores macroeconómicos relativamente buenos) que en cualquier momento podría desaparecer.

Ya se presentó, el 8 de septiembre, el Proyecto de Presupuesto de Egresos para 2009, ¿será realista esperar lo deseable, esto es: que los 500 diputados federales le den más peso, en sus discusiones y decisiones respecto del gasto, a los riesgos latentes que a los cálculos electorales?

Me temo que no.

Etiquetas: , , , ,

Reinventarnos como país NO petrolero (3 de septiembre)

El martes 2 de septiembre la mezcla mexicana de petróleo cerró en $100.88 dólares por barril, un precio 30 dólares por debajo del de hace dos meses. Ante esta tendencia, que parece duradera, sigo sosteniendo que sería una temeridad presupuestar los ingresos federales de 2009 con la previsión de un precio del petróleo mexicano arriba de los $75 dólares.



En diarios de circulación global, como Financial Times, la legendaria General Motors está anunciando en planas a color que ahora sí de veras le están apostando a los vehículos eléctricos, específicamente a construir el "Chevy Volt". Anticipan que el 16 de septiembre de 2008 empieza, para ellos, su segunda centuria y también definen: "Nuestro desafío: Nada menos que reinventar el automóvil".

Es propaganda, desde luego, y debe tomarse con escepticismo, pero también es otra de las múltiples señales de que 2008, con sus altos precios del petróleo, pasará a la historia como un punto de inflexión mundial en materia energética.

Tres puntos a tomar en cuenta para poner en perspectiva este cambio de tendencia: 1. Sí hay fundamentos reales que explican el episodio de los altos precios del petróleo; es un hecho que ya no existe aquél margen o amortiguador de unos 5 o más millones de barriles de petróleo excedentes en el mercado global que, otrora, ayudaba a sortear los golpes circunstanciales de oferta (un huracán, una huelga, una tensión bélica) y es un hecho que en el corto y mediano plazos no se ve forma de reconstruir ese margen; pero también es cierto que…

2. Los precios funcionan con singular flexibilidad en una economía global. La caída de la demanda de gasolina en Estados Unidos (así como de millas recorridas y hasta de accidentes fatales en autopistas y caminos) es un ejemplo de libro de texto de cómo funciona la pendiente negativa de la curva de la demanda; suben los precios, cae la cantidad demandada; esto para países como México significa que…

3. Así como GM se plantea, parece que ahora sí en serio, "reinventar el automóvil", países petroleros cuyas reservas declinan inexorablemente (con o sin reformas) deben reinventarse lo antes posible como países no petroleros, mediante reformas fiscales radicales y un achicamiento significativo del sector público, dictado por criterios de eficacia y de racionalidad económica, no ideológicos.

El presupuesto de 2009 debiera ser el primer intento para esa reinvención fiscal; dejemos de apostarle a la renta petrolera.

Etiquetas: , , ,

El petróleo y la bendita especulación, (2 de septiembre)

Culpar a los especuladores, que compran o venden petróleo en los mercados de futuros, de los altos precios en el mercado "spot" es tan estúpido como culpar de una tormenta vespertina a quienes salieron esa mañana de su casa con un paraguas.



El cinismo de los políticos es contagioso. Expertos en fabricar "chivos expiatorios" algunos políticos estadounidenses han culpado a los especuladores en los mercados de futuros de los altos precios de la gasolina. Animados por ese mal ejemplo, los agentes de relaciones públicas de algunas líneas aéreas y sus directivos se han sumado a la campaña y hasta un osado "experto" – Michael Masters directivo de un fondo de cobertura- ha testificado ante el Congreso sobre el asunto.

El famoso columnista de The New York Times, Paul Krugman, aparentemente harto de leer y escuchar el cuento de que la especulación mantiene altos los precios del petróleo, escribió hace días: "Imaginen que Joe Shmoe y Harriet Who, ninguno de los cuales tiene que ver directamente con la producción de petróleo, hacen una apuesta; Joe dice que los precios del petróleo van a llegar a $150 dólares y Harriet dice que no. ¿Qué efecto directo tiene esta sobre los precios de hoy (spot) del petróleo? La respuesta es: Ninguno…" y sigue siendo la misma respuesta (ningún efecto) así haya 10 millones de Joes y Harriets haciendo apuestas similares.

Si yo especulo (conjeturo, imagino, supongo) que hoy en la tarde va a caer una tormenta, me prevengo tomando un paraguas. Eso es lo que hace un especulador: conjetura a partir de la información disponible que en un plazo determinado sucederá tal cosa: "lloverá". Para poder apostar el especulador necesita que al menos otra persona especule lo contrario: "no lloverá". Pactan su apuesta y asunto arreglado.

Ya sea que especulen con los precios futuros del petróleo o con los de la carne de cerdo más que maldecir a los especuladores deberíamos bendecirlos: Ayudan a normalizar los mercados. El resultado final de sus apuestas (el precio resultante entre quienes apuestan que sí y quienes apuestan que no) nos avisa a productores y consumidores del escenario futuro más probable, de forma que cada cual tome sus providencias.

Tengo un amigo famoso por su mal tino para pronosticar lluvias. Le estoy muy agradecido. Si él asegura que no lloverá, hay que correr por el paraguas y la gabardina. Bendito especulador.

Etiquetas: , ,

Los tontos útiles al narcotráfico (29 de agosto)

Con una irresponsabilidad pasmosa algunos medios comunicación le están haciendo gratis la tarea de propaganda al narcotráfico dándole gran difusión a sus mensajes de desinformación y terror.


La buena noticia es que la guerra contra el narcotráfico en México está dando algún fruto positivo. Un indicio de estos avances es la estrategia desesperada, pero sumamente astuta, de algunos criminales consistente en sembrar mensajes de desinformación y terror en algunas ciudades del norte del país mediante mantas espectaculares colocadas en algunas calles y avenidas. La intención de los mensajes, cobardes y anónimos, es sembrar la confusión y alimentar las siguientes sospechas: 1. El gobierno no está combatiendo en realidad a los narcotraficantes sino protegiéndolos, al menos a tales o cuales bandas, 2. Las organizaciones criminales son más poderosas que el Estado mexicano, y 3. Combatir al crimen organizado sólo genera más violencia e inseguridad para la población, por lo cual debe dejar de hacerse.

Si están tan desesperados será porque les están pegando en donde les hacen daño.

Aun para quienes creemos que la verdadera solución frente a la violencia y criminalidad generada por el narcotráfico sería la legalización inteligente de las drogas y destinar los recursos, que hoy se gastan en combatir el tráfico, a campañas de prevención de las adicciones y de rehabilitación de los adictos, está claro que el gobierno no puede permanecer impávido ante la actividad de las bandas de narcotraficantes, ni permitir, como por desgracia sucedió en México, que el crimen organizado penetre las instituciones del Estado y las ponga parcialmente a su servicio.

La legalización, por desgracia, no es viable mientras Estados Unidos mantenga la errada política de criminalizar el comercio de drogas, de la misma manera que la "prohibición" del comercio de bebidas alcohólicas alentó la expansión criminal de la mafia.

Por eso apoyo sin titubeos la lucha que ha emprendido el gobierno federal contra el narcotráfico.

La mala, pésima noticia, es que hay medios de comunicación irresponsables e idiotas que destinan sus espacios a darle amplia, gratuita y escandalosa difusión a los mensajes de desinformación y terror de la delincuencia organizada. Por supuesto, son plenamente libres para hacerlo. La libertad – que defenderé siempre – es un derecho inviolable de todos, también de los irresponsables y de los tontos.

Etiquetas: , , ,

"A gastar, a gastar, que el mundo se va a acabar…" (28 de agosto)

Dos legisladores federales, ambos licenciados en economía y ambos miembros de la Comisión de Hacienda, parecen creer en el mito de que las carretadas de dinero de los contribuyentes resuelven cualquier problema. Entonces, ¿habrá que subirles el sueldo para que entiendan cómo funciona la economía?

Al decir del reporte de Rolando Ramos publicado el miércoles 27 de agosto en El Economista al menos un par de destacados diputados federales de la Comisión de Hacienda y Crédito Público creen que el gasto del gobierno es una pócima milagrosa que cura cualquier mal: sirve para eliminar la impunidad de los criminales, para tranquilizar a los angustiados, para hacer eficientes y honestos a los policías, para que reine el estado de derecho, para darle empleo lo mismo a los albañiles que a los licenciados…

Veamos. Por una parte, Emilio Flores Domínguez (PAN, originario de Chihuahua, 51 años, licenciado en economía) se quejó ante el subsecretario de egresos de que el cuantioso gasto público no se nota en la economía nacional; el país – lamentó- "está lleno de desempleados, desde albañiles hasta profesionistas (…) este nivel de gasto no se ve que se refleje en el abatimiento del desempleo en el país ¿Qué está pasando en la economía nacional?".

A su vez, Samuel Aguilar Solís (PRI, originario de Durango, 52 años, licenciado en economía) declaró que los 154 mil millones de pesos adicionales de gasto público – respecto del mismo periodo del año anterior – ejercidos hasta junio de 2008, no se han traducido en un avance en materia de seguridad pública y de combate a la delincuencia organizada y al narcotráfico. (A ver si la presidenta de su partido no regaña a don Samuel por incurrir en "estridencias" respecto del asunto de la inseguridad). Si los números que ofreció el subsecretario de egresos fuesen ciertos, sentenció este ilustre tribuno, "habría una percepción de seguridad" entre los mexicanos.

Tal parece que ambos legisladores creen a píe juntillas que la llave milagrosa que resuelve cualquier entuerto – sea la impunidad, sea la excesiva tramitología, sea el desasosiego de las familias, sea la falta de respeto a los derechos de propiedad- es una carretada de dinero público: "Échame el problema que quieras y te lo resuelvo a billetazos".

¿Subirles el sueldo a los legisladores será la solución para que no digan tonterías?

Etiquetas: , , ,

El FAP y los calamares fritos, (27 de agosto)

Una impresionante colección de disparates. Eso es la llamada propuesta de reforma energética del retrógrado Frente Amplio Progresista.

Hay pocas organizaciones políticas más retardatarias en México que el llamado "Frente Amplio Progresista". Por eso no nos debería extrañar que, tras meter en la licuadora las ocurrencias de (dicen) un centenar de "talentos" adictos al iluminado Andrés López, hayan parido una propuesta de reforma energética que no sólo tiene la calidad intelectual que podríamos esperar de un calamar frito, sino que es también profundamente reaccionaria.

Por ejemplo, si se aplicase la reforma que proponen al artículo 254 de la Ley Federal de Derechos lo más probable es que la "renta petrolera" se volviese insignificante, irrisoria o inexistente: No sólo bajaría la tasa del derecho ordinario de hidrocarburos (fuente de la famosa "renta petrolera" que pertenece a la Nación, no a PEMEX), sino que permitiría a PEMEX deducir de la base para ese gravamen el 100% de TODO tipo de inversiones (en exploración, desarrollo y explotación de yacimientos; en recuperación mejorada; en ductos, terminales, transporte, plantas; en conservación y en mantenimiento capitalizable, y no capitalizable, de infraestructura).

Desde luego, no debe ser la extinción de la renta petrolera el deseo del FAP (mismas siglas que las de la Federación Andaluza de Padel, para desgracia de los andaluces que practican ese deporte), pero tampoco parece ser el deseo de un calamar frito el ser devorado por un sujeto goloso; no obstante, el pobre animalito nada puede hacer para evitarlo.

Tal vez, concediendo a los autores de la propuesta un grado más de inteligencia de la que gozan los calamares fritos, podamos conjeturar que los señores del FAP simplemente saben que su propuesta no tiene la menor probabilidad de ser viable y, sabiéndolo, la toman como lo que es: una vacilada. Una ocurrencia en la que no tiene importancia alguna el contenido o la sustancia; en la que es el gesto de "proponer algo" – lo que sea, lo que se te ocurra- lo que vale. Esto es: Una propuesta nominal – un flato- para salir en los medios, hacer ruido y halagar al iluminado López.

La inmensa ventaja que tienen los calamares fritos respecto de los creativos del FAP es que los primeros jamás pretenderán gozar del exorbitante privilegio, intelectual y político, de mentir a placer con total impunidad. Por eso los calamares fritos son más confiables.

Etiquetas: , , , , , ,

Petróleo, el fin de una era (26 de agosto)

Con o sin reforma de PEMEX parece un hecho que en unos años México dejará de ser un exportador neto de hidrocarburos. Se requerirá entonces no sólo una reforma tributaria sino un rediseño radical del sector público para hacerlo más pequeño y más eficiente.



Es apenas una línea en el comunicado del lunes 25 de agosto del Banco de México, acerca de la balanza de pagos del país al segundo trimestre de 2008: En ese periodo (abril a junio, inclusive) las importaciones de gasolina fueron equivalentes al 29% de las exportaciones petroleras.

Más amplio, el informe de los resultados operativos de PEMEX de enero a julio indica que en esos siete meses se importó un promedio diario de 342,500 barriles de gasolina, un crecimiento anual de 17.6 por ciento. La mayor parte del crecimiento se explica por la menor oferta de petróleo nacional que, a su vez, ocasiona una menor oferta de gasolinas provenientes de refinerías ubicadas en México, ya que la venta de gasolinas automotrices creció anualmente sólo 5.4 por ciento. Esto significaría que hasta ahora los menores precios de las gasolinas en México (subsidiados a través del IEPS negativo) no se han traducido en una demanda exorbitante, pero contrasta con las significativas disminuciones en el consumo de gasolina registradas en Estados Unidos. Además, el consumo de combustibles está creciendo más que la economía, que en el mejor de los casos avanzó 2.3% a tasa anual, eso significa una mala asignación de recursos fiscales, vía un subsidio generalizado que agrava la escasez.

México no se puede dar ese tipo de "lujos" fiscales. Mucho menos cuando hemos entrado en una acelerada etapa de rendimientos decrecientes de los yacimientos petroleros. Otro dato de la balanza de pagos: En el segundo trimestre de 2007 las exportaciones petroleras promediaron un volumen de 1.725 millones de barriles diarios; en el segundo trimestre de 2008 el promedio cayó a sólo 1.410 millones de barriles diarios.

En el mediano plazo, México deberá hacer no sólo una reforma tributaria profunda – el IVA generalizado se antoja inevitable, entre otras cosas-, sino también, y tal vez mucho más importante, un rediseño radical del tamaño y de las atribuciones del sector público que debe achicarse y hacerse mucho más eficiente. Qué tan turbulento o doloroso será ese proceso depende del sentido de responsabilidad de los políticos mexicanos. Ésa es, tal vez, la peor noticia.

Etiquetas: , ,

El mito genial de la competitividad (22 de agosto)

¿"Competitividad" es una etiqueta confortable para ocultar la incompetencia?, ¿por qué la palabra "competitividad" es políticamente correcta y la palabra "productividad" es políticamente incómoda y hasta incorrecta?, ¿se trata de que "México Pyme S.A. de C.V." gane en el futuro una medallita de bronce en algún listado de países, a golpe de subsidios, apoyos, estímulos, cabildeos legislativos, discursos y argucias proteccionistas?



Tengo entendido que la medalla de oro que ganó un mexicano en China compitiendo es un logro individual. No es fácil, ante esa "odiosa muestra de individualismo" (talento, capacidad y esfuerzo personales), que el gobierno, los políticos o alguna entidad abstracta y colectiva – por ejemplo, una hipotética ONG promotora de la competitividad deportiva de México- se cuelguen la medallita y la presuman.

Nadie, que yo sepa, puede decir: "Fulano ganó el oro para México porque nosotros, en la legislatura número tantos, aprobamos visionariamente tantos miles de millones de pesos de estímulos al deporte en el presupuesto de egresos".

Tampoco nadie, que yo sepa, puede decir: "Este es el resultado del trabajo que ha llevado a cabo la banca de fomento (Bancode, Banco Nacional de la Competitividad Deportiva, cuyo lema es 'hemos abaratado el oro para que no sufras más') gracias a los créditos preferenciales otorgados para estimular la competitividad de los pequeños y medianos atletas nacionales".

Ni siquiera algún político, que yo sepa, puede asegurar que la medalla es el fruto de la defensa férrea de la soberanía nacional frente a las acechanzas de "extraños enemigos" que osaban "profanar con sus plantas" los suelos – y los subsuelos- de la patria.

Hay miles de mexicanos triunfando individualmente en México y en el mundo. Brillantes ingenieros, médicos, economistas, matemáticos, biólogos, físicos. Me atrevo a decir que ninguna de esas historias de éxito se forjó eludiendo los rigores de la competencia pareja, con reglas iguales para todos los competidores y con un terreno de juego más o menos igual para todos.

Esto quiere decir algo terrible: que el discurso político convencional de la competitividad es un fracaso.

¿Por qué? Porque le teme, como a la peste, a la productividad, a la competencia pareja y al individualismo liberal y capitalista (¡qué horror!, no deberían permitir esas malas palabras en un periódico; aunque en El Economista, no sólo las permiten sino que su director general, yo, las escribe).

Etiquetas: , , ,

La Reserva Federal es la que va en la dirección errónea (21 de agosto)

Por increíble que parezca hay prestigiados economistas que parecen entender al revés el fenómeno inflacionario y proponen recetas que sólo agravarán el problema.


Salta a la vista que a lo largo de este año se ha ensanchado el diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos; de igual forma, salta a la vista que este fenómeno se traduce en una mayor atracción de capitales hacia México y en una relativa apreciación del peso frente al dólar.

Hasta ahí todos estamos de acuerdo, se trata de hechos mensurables en los que están claras las relaciones causa-efecto. Los problemas empiezan cuando estos hechos se "interpretan" a partir de ideas preconcebidas o de prejuicios.

Cito un ejemplo: Un prestigiado economista escribe el 20 de agosto en un diario nacional interpretando el hecho como una muestra de que el Banco de México ha equivocado su política monetaria, al ir "contracorriente" de la Reserva Federal de los Estados Unidos, tesis que parece sustentar en la presunción de que un peso relativamente más fuerte que el dólar propiciará en México ¡una mayor inflación! (ver "Reflexiones. Contra la corriente" Mauricio González, periódico "Reforma", requiere suscripción).

Es un terrible error de interpretación. Al contrario de lo que supone el economista mencionado: Un peso relativamente fuerte, gracias a tasas de interés positivas y remuneradoras en pesos (frente a tasas de interés negativas en dólares), es la receta indicada para frenar la escalada inflacionaria y evitar, en la medida de lo posible, que las alzas que han experimentado a lo largo de los últimos 12 meses los precios de alimentos y energéticos contagien al resto del sistema de precios, aumentado la distorsión de los precios relativos y propiciando una ruinosa asignación de los recursos escasos.

Dicho en breve: quien está aplicando la política monetaria errónea no es el Banco de México, sino la Reserva Federal de los Estados Unidos (habría que leer con cuidado las advertencias al respecto que ha estado haciendo en solitario el presidente del banco de la Reserva Federal de Dallas, Richard Fisher), y lo está haciendo –aunque se considere "políticamente incorrecto" decirlo- por una simple y sencilla razón: nadie en la Reserva Federal desea que el futuro perdedor en la contienda presidencial, sea quien sea, culpe a una política monetaria restrictiva de su derrota.

Etiquetas: , , , ,

Infraestructura y estímulos inflacionistas (20 de agosto)

No será a través de estímulos a la demanda cómo se recuperará la senda del crecimiento. Tales estímulos inflacionistas agravan la mala asignación de recursos y, a la postre, impiden el crecimiento en lugar de fomentarlo.



En principio, una decidida inversión pública y privada en infraestructura en estos momentos debe tener virtudes contra cíclicas, además de que, para el caso de México, se trata de una tarea impostergable dado el impacto brutal que nuestro rezago en infraestructura tiene sobre la productividad y, por ende, sobre la competitividad de la economía.

Sin embargo, un impecable propósito no siempre obtiene buenos resultados.

Ya reseñaba El Economista, el lunes 18 de agosto, algunos de los numerosos obstáculos que han atrasado parcialmente la cuantiosa inversión en infraestructura que se propuso este año el gobierno federal: trabas burocráticas y de regulación (ejemplo: se han llegado a exigir estudios de impacto ambiental para construir una carretera ¡en el desierto!), asignaciones de gasto surgidas al calor de la discusión legislativa que carecen de programa ejecutivo y propósito racional, protagonismo y mezquindad política (basta un grupito de ejidatarios hábilmente manipulado para obstruir por años la construcción de una presa o de un aeropuerto), legislaciones locales obsoletas, carencia de ingenieros en el país (por dos o tres generaciones hemos enviado la "señal" cultural y social equivocada de que es más relevante contar con juristas, comunicadores o políticos que con ingenieros competentes, lo que se refleja en salarios ridículamente bajos en México para estos últimos), prejuicios ideológicos contra la inversión privada en infraestructura y un largo etcétera.

Pese a todo, hay indicios de que se están venciendo tales obstáculos. Que así sea.

Pero hay tal vez un obstáculo mayor que puede frustrar los efectos benéficos de la inversión en infraestructura que requiere el país: Son las apresuradas decisiones de política pública - dictadas con frecuencia bajo la presión de la popularidad o de las encuestas – que buscan sortear un difícil entorno económico mediante estímulos artificiales a la demanda (precios controlados, subsidios abiertos o disfrazados, presiones para disminuir las tasas de interés, mecanismos proteccionistas) que, a su vez, provocan, una mala asignación de recursos (uno de los males más graves de la inflación es la distorsión de los precios relativos, lo que estimula la inversión improductiva y el desperdicio), acortan los plazos y podrían desalentar, otra vez, la indispensable inversión en infraestructura.

Etiquetas: , , ,

Sí existen las restricciones presupuestales, (19 de agosto)

Para el presupuesto de egresos de 2009 será una tarea vana que los diputados recurran al viejo expediente de generar recursos en el papel subiéndole tantos más cuantos dólares al precio estimado del petróleo. Lo que le suban al precio voluntariosamente deberán traducirlo en un mayor gasto para subsidiar el consumo de combustibles.



¿Qué sucederá con el subsidio que se está otorgando actualmente en México al consumo de gasolina y diesel, entre otros combustibles? Nadie lo sabe a ciencia cierta, entre otras causas porque su gradual ajuste, su sostenimiento, su remota desaparición súbita y demás escenarios, dependen de lo que suceda con el precio internacional del petróleo.

Por ejemplo, si se cree que en un futuro próximo el subsidio desparecerá "naturalmente" porque los precios de la gasolina en nuestro principal mercado de referencia geográfica (Estados Unidos) disminuirán – por razones de oferta y demanda- hasta igualarse con los precios vigentes en México, se debe presupuestar que el precio del petróleo mexicano en los mercados internacionales promediará algo así como 64 dólares el barril durante 2009, no mucho más.

Pero si, por el contrario, el engolosinamiento con los altos precios del petróleo lleva a los legisladores a generar recursos adicionales, en el papel, mediante el viejo truco de subir el precio estimado (a pesar de los lineamientos de la nueva Ley de Presupuesto hay forma de hacerlo), tendrán que asignar, por elemental congruencia, recursos proporcionales en el gasto para solventar los subsidios a los combustibles…o – asunto que se antoja imposible- tendrán que armarse de valor y recetar en la ley de ingresos un incremento sustancial a los precios de la gasolina, desapareciendo el mecanismo del IEPS negativo, a través del cual se ha venido generando el subsidio. No parece haber un "valiente" que quiera cargar con ese costo político.

Todo esto comprueba que, aun queriendo eludir con mucha "voluntad política" las restricciones presupuestales que impone la realidad de los recursos escasos, no hay forma de hacerlo. Los tozudos mercados se imponen de una u otra forma.

Podríamos bautizar este asunto como "la justicia poética de los mercados en contra del voluntarismo político" o, mejor: "Más temprano que tarde, la realidad de los recursos escasos te pasa la factura".

Etiquetas: , ,

Cifra "mágica": $64 dólares el barril (18 de agosto)

Si alguien me preguntase, que nadie lo hará, qué precio promedio pondría en el presupuesto de egresos de 2009 para el barril de la mezcla mexicana de petróleo, mi respuesta sería: $64 dólares. Le explico por qué.


En términos de costo de oportunidad cada persona que compró gasolina regular en México el viernes pasado recibió un subsidio de 2.82 pesos por litro. Este es el diferencial, en pesos, entre el precio promedio de la gasolina regular sin plomo en Estados Unidos ($3.77 dólares el galón, lo que equivale a 10.14 pesos por litro) y el precio de la gasolina Magna en México (7.32 pesos por litro). Medido en porcentaje ese diferencial es 38.5 por ciento.

Dado que el gobierno no parece dispuesto a eliminar de golpe el subsidio implícito en los precios de la gasolina, el mejor escenario para México en el 2009 es que el proceso de abatimiento de los precios internacionales del petróleo –iniciado en julio pasado- lleve los precios "spot" del crudo WTI a los $70 dólares promedio el año próximo, ello permitiría que los precios de la gasolina en Estados Unidos (directamente relacionados con el precio del crudo) cayesen a un precio cercano a los $2.32 dólares el galón.

La brecha actual entre el precio del WTI y el de la mezcla mexicana es de 8.5%, por lo que el precio promedio internacional del petróleo de Pemex debería ser de $64 dólares el barril.

Para que ello suceda es necesario, entre otras cosas, que: 1. Después de las elecciones presidenciales, la Reserva Federal inicie un proceso de alza en las tasas de interés, 2. Que prosiga la disminución de la demanda de gasolina en Estados Unidos, en China y en la Unión Europea, 3. Que se mantenga el proceso de mayor oferta de petróleo que ha iniciado Arabia Saudita y, en general, en los países miembros de la OPEP, 4. Que no se suscite un evento extraordinario que haga prever a los mercados una caída en la oferta mundial de petróleo.

Sólo en dicho escenario, que no es improbable, la apuesta del gobierno mexicano – "sostener el subsidio a los combustibles", como advirtió El Economista/span> – tiene sentido.

O ponen el precio en una cifra cercana a los $64 dólares o deberán restar 200 mil millones de pesos (o más), el monto del subsidio, a sus ofertas de gasto.

Etiquetas: , ,

Desde la "cumbre", ¿ven mejor? (15 de agosto)

Mary O' Grady, de The Wall Street Journal (WSJ), me dijo ayer que le parece incomprensible el hecho de que los habitantes de la ciudad de México o los de Tijuana sigan votando por los mismos políticos que les han dado tan pésimos resultados en materia de seguridad. Le tuve que confesar que es algo que yo tampoco entiendo.



De pronto alguien te pregunta, desde afuera, el qué, el cómo y el porqué de la creciente sensación de inseguridad respecto de nuestra integridad física; sensación que -se dice- estamos viviendo los mexicanos de la capital del país o de Tijuana o de Ciudad Juárez, o de Acapulco, o de Sinaloa, y te quedas perplejo.

Te das cuenta (fue mi caso cuando Mary O'Grady del WSJ me sometió ayer a un incisivo interrogatorio, supongo que recopilando material para su columna), de que tienes una mezcla confusa de sentimientos: indignación, hartazgo, miedo, confusión y hartazgo del hartazgo ("ya basta de decir: ya basta; hay que hacer algo, pero ¿qué?").

Si difícilmente puedes describir, sin cargar las tintas o sin trivializar, lo sucedido en las últimas semanas (el asesinato del adolescente Fernando Martí fue el último golpe de una sucesión horrenda y rompió el muro que contenía el torrente), explicar causas e indicar soluciones parece imposible.

Sin duda estamos ante un problema de precariedad institucional. Los arreglos que deberían permitir la convivencia armónica y civilizada hacen agua por todos lados. Peor aún: La misma noción de institucionalidad, derecho, ley…se nos ha vuelto una entelequia. Puro aire.

La impunidad – ese gigantesco incentivo, premio, para el crimen- está a la vista de todos, día tras día. La vemos, niños, jóvenes y adultos, a veces hasta con una sonrisa irónica o un encogimiento de hombros.

Las encuestas parecen decirnos que a la vista de un hecho atroz ponemos en el primer lugar de las exigencias que los gobiernos nos garanticen la seguridad. Pero la memoria es débil y al poco tiempo ocupa el primer lugar la situación económica en sus diferentes variantes.

Sería el colmo que, al final, los políticos se reúnan "en la cumbre" (¡faltaba más!) sólo para ver mejor, desde la cúspide, el espectáculo de cómo los simples mortales nos agobiamos hoy por la vida, mañana por la bolsa, pasado mañana por ambas.

Etiquetas: , ,

Tres modelos para los malos tiempos (14 agosto)

De forma esquemática se puede hablar de tres modelos que puede seguir un país cuando el entorno económico es adverso.



¿Cómo ha logrado Estados Unidos que disminuya su demanda de petróleo? Dejando que el sistema de precios (oferta y demanda libres) haga su tarea. Los altos precios envían su señal inequívoca e irrebatible desde la gasolinera y los consumidores actúan en consecuencia usando menos el automóvil y recorriendo menos kilómetros. Es el modelo uno. La pendiente negativa de la curva de la demanda funciona como relojito, una y otra vez, a lo largo de la historia.

¿Cómo ha disminuido China – y seguirá disminuyendo- su demanda de energéticos? Desde la cúspide. Sólo en un sistema autoritario, como el chino, es posible –sin grandes sobresaltos sociales, aparentes- aumentar de golpe 18% el precio de la gasolina, quitando subsidios, e indicando a la población, aparentemente dócil y disciplinada, que hay que pedalear de nuevo en la bicicleta. Es el segundo modelo, que – con no pocas tensiones y sufrimientos humanos- logra también, a veces, cancelar lo que no funciona.

¿Cómo enfrentan otras naciones un entorno económico adverso de precios altos de energéticos, materias primas y alimentos? Desdeñando la realidad a golpes voluntariosos; recurriendo a los subsidios – estirando la liga fiscal hasta que reviente- o a los "precios mentirosos". En este tercer modelo sólo se posterga, y se hace mucho más costosa y difícil, la cancelación de lo que no funciona.

Hoy México tiene un apreciable potencial de inflación, vía precios de los combustibles (específicamente gasolinas y diesel) atorado en la tubería, taponado con subsidios que le están costando a las finanzas públicas cientos de miles de millones de pesos tan sólo este año. Se trata de una especie de apuesta temeraria: Actuamos como si tuviésemos la seguridad de que en el futuro próximo, mágicamente, pasará algo en el entorno externo que nos ahorrará la dura decisión de cancelar lo que no funciona.

"Andando se acomodarán las calabazas en el carro" decía José López Portillo según recordó el otro día mi buen amigo Ángel Verdugo. Ya sabemos lo qué pasó con las calabazas de López Portillo al principio de la década de los 80: No se acomodaron en el carro, sino que se cayeron estrepitosamente; reventaron y se perdieron.

¿Será una buena idea seguir ese modelo?

Etiquetas: , ,

La hora de pagar las cuentas (13 de agosto)

La economía de los Estados Unidos y, con ella y en gran medida, la economía mundial entrarán en la fase de "recoger varas" después de una larga fiesta de fuegos de artificio.



El senador Kent Conrad, demócrata por Dakota del Norte y presidente del comité de presupuesto de la cámara alta del congreso estadounidense, lo expresó con el típico optimismo de los políticos:

"Creo que quien quiera que sea el próximo Presidente (de los Estados Unidos) tendrá una primera semana muy, muy sobria en la oficina ejecutiva".


Más preciso sería hablar no de una semana sino de un par de años "endemoniadamente austeros y duros". Cualquier auspiciosa promesa electoral deberá archivarse – para mejor ocasión- y quien ocupe la oficina ejecutiva tendrá que arremangarse la camisa y proponerle a Estados Unidos una buena temporada de trabajo duro para poner la casa en orden.

El primer gran problema, ineludible, es el gigantesco déficit fiscal. Un déficit de medio millón de millones de dólares para 2009 es intolerable. Las opciones para corregirlo no son muchas y todas son dolorosas en términos políticos: menor gasto y mayor recaudación, cualquier combinación de ambas recetas es costosa y alguna ocurrencias son altamente riesgosas. Por ejemplo, cuando uno escucha al populista Barack Obama hablar de gravar con mayor vigor a los ricos debe recordar que se trata de una fórmula que suena bien en un discurso pero que es totalmente contraproducente en la vida real, porque termina por disminuir la recaudación efectiva.

Lo que vale la pena rescatar de la optimista declaración del senador Conrad es que no importa quién gane la carrera electoral en los Estados Unidos, ni que tan encantadoras hayan sido sus promesas; se encontrará desde el primer día, sobre el escritorio, una gran pila de facturas para pagar en un plazo perentorio.

Para México esto significa que tampoco tendremos las cosas fáciles en los negocios, en las inversiones, en el consumo familiar. De nada valdrán en ese momento las declaraciones ampulosas de los políticos, ni las frases bonitas de las campañas electorales. La receta para recobrar la senda del crecimiento es milenaria y no ha cambiado: Productividad. Hacer más con menos. Hacer las cosas bien a la primera. No gastar lo que no se tiene y no tentarse el corazón para cancelar lo que no funciona.

Etiquetas: , , , ,

El crédito y la productividad (12 de agosto)

El crecimiento del crédito puede ser una formidable palanca para el desarrollo, pero también puede ser la ruina de cientos de proyectos productivos y el detonante de una crisis sistémica. La diferencia entre uno y otro escenario estriba en evaluar la productividad de los proyectos.



Como reportó El Economista el lunes 11 de agosto, muchos bancos mexicanos están incrementando sus provisiones ante un aumento de la cartera vencida, especialmente del crédito al consumo. Sin embargo, también hay que atender lo que pasa con el crédito a las empresas.

No hace mucho, algunos banqueros decían con optimismo que un aumento de la cartera vencida es la consecuencia inevitable, y manejable, de bancarizar; proceso por el cual, define el diccionario, se propicia que cada vez más actividades sociales y económicas se realicen a través de la banca.

Tal "argumento" es falaz, ya que pasa por alto que la cartera vencida es un cociente del total de los créditos, un número relativo y no absoluto; por lo tanto, un alza significativa de la cartera vencida no se explica porque aumentó el monto total del crédito otorgado sino porque aumentó la proporción de créditos de baja calidad respecto del total.

El problema de la cartera vencida tiene que ver con una de las más grandes carencias que padece la economía mexicana: el desdén hacia la productividad.

No pocos acreditados creen que obtener un crédito significa que los bancos ya han hecho una evaluación de la productividad de los proyectos y los han encontrado satisfactorios. Error. Los bancos en México evalúan las garantías y los colaterales del solicitante de crédito, no la productividad de los proyectos (o la racionalidad de quienes consumen a crédito).

El negocio de los bancos no es el negocio de los acreditados. Son estos últimos los que deberían evaluar, en términos de la productividad que se obtendrá o no de los recursos, si vale la pena contraer un pasivo.

Por lo demás, no es extraño ese desdén hacia la productividad en un país en el que persisten grandes mercados en los cuales no hay competencia, sino arreglos mercantilistas para la apropiación de excedentes que corresponderían al consumidor; y en un país en el que la clase política parece incapaz de entender algo tan obvio como la productividad negativa (desperdicio) de gastar el dinero público para que el Estado opere refinerías de petróleo.

Etiquetas: , , ,

"Lecturas" apresuradas ¿o interesadas? (viernes 8 de agosto)

Pregunta de concurso: Enumere con nombres y apellidos, y en orden sucesivo, los nombres de los cuatro Secretarios de Economía durante el gobierno de Vicente Fox. Difícil, ¿no?



Sospecho que pocos lectores podrán responder con total acierto la pregunta que propongo arriba y que, en cambio, la totalidad de ellos tiene muy presente el nombre del economista que era Secretario de Hacienda y a quien el entonces presidente Ernesto Zedillo propuso como Gobernador del autónomo Banco de México.

Hoy, el único funcionario del equipo de Ernesto Zedillo que sigue ocupando una posición estratégica y decisiva en la vida pública de México se llama Guillermo Ortiz Martínez.

Teniendo lo anterior en mente, ¿usted cree, de veras, estimado lector, que tiene algún sustento racional la opinión de que Eduardo Sojo fue "destituido" o "removido" o "degradado" por el Presidente Felipe Calderón al proponerlo como primer presidente de la junta de gobierno del INEG autónomo?

¿Y usted cree que Gerardo Ruiz, el flamante Secretario de Economía, fue lanzado al estrellato político con ese nombramiento?

Nadie, fuera del propio Presidente, puede asegurar que conoce lo que sucede en el fuero interno de Felipe Calderón, ni cuáles son sus intenciones detrás de tal o cual decisión.

Independientemente de las intenciones, los hechos tiene su propia lógica y el entramado institucional pesa mucho más de lo que solemos pensar. Y ese entramado institucional así como la experiencia histórica dicen tres cosas:

1. El INEGI, y aún más el futuro INEG autónomo, tiene mucho más importancia y peso específico en la economía mexicana de hoy y lo tendrá en la de mañana que la Secretaría de Economía, cuya tarea más relevante es influir en el marco regulativo del comercio exterior. Influir, no más.

2. Eduardo Sojo y los demás consejeros propuestos por el Presidente para el autónomo INEG parecen ser una espléndida nómina de especialistas competentes para las tareas que por ley se han encomendado a ese nuevo órgano autónomo.

3. Sojo no sólo tiene amplias probabilidades de ser ratificado por la Comisión Permanente del Congreso, sino de reelegirse para otro periodo después de la transición, por lo que es muy probable que sigamos oyendo de él más allá del 2012. ¿Sucederá lo mismo con Gerardo Ruiz?

Etiquetas: , , , , , , ,