martes, 6 de julio de 2010

El fracaso del "dinero barato"

Bien, la Reserva Federal al disminuir las tasas de interés casi a cero podría haber salvado a cientos de bancos e instituciones financieras, así como a muchos de los agobiados deudores, pero la misma receta puede ser hoy un factor decisivo para frenar la recuperación ¡y para mantener aletargado, casi en coma, el mercado crediticio!

La paradoja es sólo aparente. Los bancos grandes están acumulando bonos no sólo por una mayor percepción de riego (ojo, lo que creció fue la percepción de riego, no la aversión al riesgo en sí misma; el conocimiento siempre antecede a los deseos y a los temores) sino porque ha dejado de ser un negocio atractivo y seguro el de los préstamos interbancarios, dado que la tasa no justifica el riesgo. Y los préstamos interbancarios son la tabla de salvación para miles de bancos pequeños, que al acudir a ese mercado pueden abrir líneas de crédito para sus clientes, personas físicas y empresas. Ese tipo de acreditados no tiene muchas más opciones de crédito accesible. Por lo tanto, debe admitirse que no sólo hay una débil demanda de financiamiento, también del lado de la oferta de crédito hay ventanillas que permanecerán cerradas hasta que la Fed empiece a subir las tasas.

Además, con las tasas tan bajas, el famoso "carry trade" o acarreo del dinero hacia países emergentes con tasas más altas es mil veces mejor negocio para los bancos y otros intermediarios que el del crédito tradicional.

El keynesianismo o el neo-neo-keynesianismo fracasa de nuevo.

El asunto lo explica con gran claridad, y algunos datos (los datos, cuando lo son, siempre son "duros"), David Reilly hoy en WSJ, puede leerse una versión en español, sin necesidad de registro en el WSJ, en el diario español de economía y negocios "Expansión" EN ESTE VÍNCULO.

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