martes, 3 de mayo de 2005

La crianza de los niños

Ricardo Medina Macías

Por error asociamos siempre el adejtivo “malcriado” con el sustantivo “niño”. No es correcto, los malcriados suelen ser adultos cuyo detestable comportamiento obedece precisamente a que en su infancia no fueron bien criados por sus padres.
Mal criar a un niño no tiene ningún chiste. Basta no ponerle reglas claras, sencillas e inflexibles. El niño vive entonces en una permanente confusión. Sin límites, como quien en lugar de conducir por una autopista con acotamientos y señales, de pronto es arrojado con todo y automóvil al ancho campo traviesa. Los malos resultados de este método educativo también comprueban la imbecilidad de Juan Jacobo Rosseau cuando hablaba de “el buen salvaje”. No hay salvajes buenos. El mejor salvaje es el salvaje civilizado.
Todos conocemos adultos malcriados, desde el que nunca aprendió a “pronunjiar” el fonema S y “pronunjia” en lugar de pronunciar, hasta el que aprendió en la infancia que el mundo fuera de los límites de su casa es un gigantesco basurero o que su prójimo está por ahí para ser atropellado, vapuleado, explotado, defraudado o violado.
Todos conocimos en la infancia a personajes que, con el tiempo y a ciencia y paciencia de sus padres y educadores, habrían de convertirse en adultos malcriados: El manipulador congénito, el matoncito de la escuela, el mentiroso contumaz…
Nadie les enseñó unas cuantas reglas elementales para vivir y convivir en el mundo. Hoy mismo uno puede detectar rápidamente a los futuros adultos malcriados en algunos lugares públicos, como los cines, los parques o los restarurantes. Hay quien dice que en tales circunstancias se entiende prefectamente la conducta de Herodes, pero siempre hay alguien más odioso que un niño en etapa de mala crianza: Sus padres y los adultos que lo malcrian.
Otro asunto es dilucidar qué hacer con los adultos malcriados: ¿la clínica psiquiátrica?, ¿la cárcel?, ¿una terapia ambulatoria?
El otro día leí el testimonio conmovedor del padre de un político acerca de su famoso hijo: “De chamaco tenía una enfermedad: no se le podía decir nada ni regañarlo. Se trababa. Alguien me dijo que lo que necesitaba era un par de nalgadas bien dadas. ¿Pero cómo le iba a pegar a mi hijo? Total que un día cuando se trabó, me dije: ‘Total, si se ha de morir, pues de una vez’ Y le dí un par de nalgadas. Él hizo: ‘¡Ah!’. Y se le quitó esa enfermedad”.
Me parece un bonito relato de las visicitudes de la crianza. Claro que las mismas nalgadas y bofetones pueden resultar – además de una muestra de salvajismo- totalmente inoportunos y contraproducentes. Con reglas claras, acompañadas de premios y castigos previamente conocidos, no se necesitan golpes. Sin reglas claras, las nalgadas sólo alimentan el resentimiento de esos futuros adultos malcriados. En fin. Todo un arte, eso de la crianza de los niños.
Sería aventurado sacar conclusiones del episodio de los berrinches que se ¿curaron? con un par de nalgadas. Nunca se sabe.

Correo: ideasalvuelo@gmail.com

3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Yo sé de otro político, menos famoso que el que mencionas, a quien de niño jamás le dijeron que mentir era malo y -ya de mayor- decidió decir que tenía las manos limpias cuando en realidad no sólo tenía sucias las manos por fraudes y firmas de deudas privadas que hizo públicas, sino porque en sus primeros cien días de espuriato, avaló la muerte de cientos de personas con el pretexto de que luchaba contra el narcotráfico... lo que nunca ha dicho es que él mismo forma parte de eso que dice combatir. A lo mejor a él las dos nalgadas sí le hubieran servido de algo, pero ¿cómo saberlo?

mayo 01, 2007  
Blogger Ricardo Medina Macías dijo...

Al anónimo autor del ¿comentario? anterior no le enseñaron de pequeño la virtud de la valentía, por ejemplo: Dar la cara cuando se hacen acusaciones graves al prójimo. No borro su exabrupto porque me parece una bonita muestra de deshonestidad intelectual, tontería y cobardía. Ni modo. Así es la naturaleza humana. Con sus luces y sus abismos de oscuridad.

mayo 02, 2007  
Anonymous Anónimo dijo...

mmm. pues di en esta pagina porque estoy buscando informacion sobre las personas malcriadas y le heche un vistazo. Por lo que veo en el titulo de tu blog dices algo sobre la libertad y con tu comentario censuras una opinion que aunque anonima expresa su sentir hacia un gobierno que maneja un titere de las corporaciones. Por el contenido de tu blog y de tu columna se nota tu tendencia politica y la del periodico del que eres director.

Tambien creo que es cobarde hablar de lopez obrador omitiendo su nombre pero dando claras referencias de el. O en todo caso si no te refieres a el, pues caes en un abismo de negrura ignorancia porque involucras a los tabasqueños que hablan con ese acento.

Mi comentario es anonimo porque me da flojera suscribirme a blogger para comentar, asi de sencillo y no, no soy el que comento primero y no me interesa la politicani las vanas tentativas de ingerencia en asuntos que pueden estar mas alla del alcance la la concepcion aun de personas con titulos y publicaciones. Porque las personas que ponen todo en su obras solo se quedan prejuicios en contra de los demas.

septiembre 13, 2008  

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