25 años después de una guerra montada para ganar popularidad
Se cumplen 25 años de la guerra de Las Malvinas (Falkland, para los británicos) que, como casi todas las guerras, fue cruel e idiota, con el agravante de que fue montada por una dictadura militar ávida de encontrar una causa "popular" que ocultara sus atrocidades.
Este poema de Borges lo dice todo.
JUAN LÓPEZ Y JOHN WARD
Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.
Jorge Luis Borges, 1985
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Los conjurados (1985)
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Incluido en Obra poética, 3. Jorge Luis Borges. Edición Emecé Editores (Buenos Aires, 1977) Alianza Editorial. Biblioteca Borges BA0021. Madrid, 1998.
Este poema de Borges lo dice todo.
JUAN LÓPEZ Y JOHN WARD
Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.
Jorge Luis Borges, 1985
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Los conjurados (1985)
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Incluido en Obra poética, 3. Jorge Luis Borges. Edición Emecé Editores (Buenos Aires, 1977) Alianza Editorial. Biblioteca Borges BA0021. Madrid, 1998.
2 Comentarios:
¿Ya viste esto?:
http://www.economist.com/world/displaystory.cfm?story_id=8960322
Saludos,
Mariana
PD Me estoy haciendo vieja, nací con las Falkland, gulp!
Mari,
el comentario en The Economist es durísimo, pero preciso: No es lo mismo 1982 que 2007, no es lo mismo Margaret Thatcher que Tony Blair, no es lo mismo pelear una guerra en la que abiertamente te están desfiando (a los militares argentinos, estúpidos, les falló el cálculo y creyeron que Gran Bretaña iba a preferir perder las islas que guerrear contra un enemigo débil) que meterte en ese embrollo que ha sido Irak...Para colmo, el sátrapa de Irán les regala displicentemente "el perdón" a los otrora "bravos" soldados birtánicos...¡Vaya!
Tal vez en 1982 todavía estaba fresca en la memoria la cruzada británica, a favor de la libertad del mundo, en la Segunda Guerra Mundial y el incidente de las Falkland fue visto como un apéndice de esa lucha contra el gobierno de unos tiranuelos fascistas y nazis (que lo eran los militares argentinos, como lo fue Perón, aunque se enojen sus admiradores), en cambio 25 años después esa memoria no existe...Sí, Mari, nos hacemos viejos. Eso no es lo malo, la pregunta es si nos hemos hecho más o menos sabios...
Un abrazo,
RMM
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