martes, 27 de marzo de 2007

De la “gabomanía” y otras modas idiotas

Ahora resulta, según la docta sentencia de algún anónimo redactor de titulares de periódico, que García Márquez es “artífice del habla hispana”. Afirmación tan idiota, en mi nada recomendable opinión, como la de quienes aseguran que el calentamiento global es el más grave problema que ha enfrentado la humanidad en toda su historia.

Referirse a Gabriel García Márquez como “Gabo” es signo inequívoco de esnobismo bobalicón, salvo que uno pertenezca al puñado de amigos y parientes cercanos del escritor colombiano.
El colmo fue ayer cuando el periódico mexicano “El Universal” enunció en su primera plana, justo arriba de una foto de este eficacísimo agente de relaciones públicas de la infame monarquía de Fidel Primero y Único de Cuba, lo siguiente: “Rinden tributo a artífice del habla hispana”. Tremendo disparate que demuestra – otra vez- que el papel aguanta todo.
Cada cual sus gustos, cada cual sus afinidades, cada cual su conocimiento de ese océano majestuoso que es la lengua española. En el mundo de la charlatanería lo mismo se puede consagrar a un mediano contador de un par de historias coloridas que afirmar, como ha hecho varias veces el comediante involuntario Al Gore, que los gases de invernadero son el peor flagelo que ha sufrido la humanidad, desechando de un plumazo, arrogante e idiota, el Holocausto, el Gulag, la peste, cientos de guerras, las variopintas dictaduras…
Tengo para mí – y como dijo Góngora “ándeme yo caliente y ríase la gente”- que toda la obra de García Márquez no vale lo que una sola línea de Borges ("Nadie rebaje a lágrima o reproche…”), lo que la fantasía de un cuento de Cortazar, lo que algunas líneas de Octavio Paz, lo que valen las tres o cuatro novelas magistrales de Mario Vargas Llosa (y cito: “Conversación en la Catedral”, “La Fiesta del Chivo”, “La Guerra del Fin del Mundo” y “Travesuras de la Niña Mala”), lo que vale “Dormir en Tierra” de José Revueltas o lo que vale ese caudal de humor profundamente triste que son los relatos de Alfredo Bryce Echenique.
Si el tal “Gabo” – a quien tantos disimulan sus oficios de cortesano en la finca de Fidel- es “artífice del habla española”, habrá que escribir en yiddish, porque el español ya ha de ser “lengua muerta”.

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7 Comentarios:

Blogger Ramón Mier dijo...

Solo falta que tampoco valores el aporte de Helenita a la literatura mexicana, mundial e intergaláctica...

Ya lo dijo el filósofo gráfico Paco Calderón en su memorable cartón titulado Culto Estulto del Inculto:

"Creo que les quemamos tanto incienso a nuestros letrados precisamente porque somos un pueblo que no lee ni por asomo. Si lo hicieramos puedo asegurar que tendrían menos zalemas y más crítica."

http://pacocalderon.scintnl.com/xoops/modules/myalbum/photo.php?lid=1615

marzo 29, 2007  
Blogger Ricardo Medina Macías dijo...

Ramón: ¿Acaso te refieres a esa gloria de las letras nacionales y galácticas llamada Elenita Poniatowska? No, lejos de mí siquiera dudar de su talento. Sería tan temerario como desdeñar la radical renovación de la dramaturgia mundial que ha realizado Jesusa Rodríguez. Lo que no he podido averiguar es en qué consiste dicho talento...Por lo pronto, Elenita, como el señor "Gabogama", ha dejado escuela...Ahí tienes, sin ir más lejos, a la subcomandante Lupita Loaeza. Saludos.

marzo 29, 2007  
Anonymous Anónimo dijo...

Ricardo, te van a freír en salsa verde por no rendirle tributo a Gabito, que se le sienta en las piernas al rey Cubano. En el imaginarium izquierdum latinoamericanum, es tan grave como meterse con la Virgencita de Guadalupe, con Pedro Infante o con Cantinflas.

Yo confieso que me gustó mucho Cien años de soledad y los cuentos de La increíble y triste historia de la Cándida Eréndida y su abuela desalmada, además de Los funerales de la mamá grande. Hasta allí. Creo que los últimos diez libros que ha publicado no merecieron ni un árbol.

Pero hay muchos escritores malos o mediocres publicados por allí (yo, por ejemplo). Aquí lo criticable es la pleitesía que merece este personaje sólo por ser de izquierda (igual que Saramago, pero yo no veo que donen sus regalías a los indígenas, por ejemplo) se hace acreedor a un halo de superioridad (moral, intelectual, literaria), porque igual que el pejecito y el vetusto fidel, están del lado del pueblo. Así que los siervos gritan y se rasgan las vestiduras: macondo somos todos.

marzo 29, 2007  
Blogger Ramón Mier dijo...

¿Que no hera helenita con hache?

Pero si, a esa a la del nombre raro me refería yo. Si se nota que es requetebuena, porque quiere a los pobres y apoya a Amlo.

No como el novelista ese Borgués del que tanto hablaba Fox, porque ese no era buen escritor ¡era de derecha! Quizás por eso le gusta tanto a los de arriba.

Por algo no le dieron el premio novel es y a Jesusa si ¿o no?

marzo 29, 2007  
Blogger Ricardo Medina Macías dijo...

Liliana: No niego que el señor es talentoso para contar historias, aunque no tiene muchas en su repertorio...
Gracias por el comentario. Los despiadados "neoliberales" (así nos dicen) - algunos, a veces, raros- nos interesamos por la literatura.

Ramón:

¿Hera Helena huna hescritora habilidosa? ¿Hurtó hacaso hobra hajena?

Saludos

marzo 29, 2007  
Blogger J.S. Zolliker dijo...

Jajajajjajajajajajajaj!

marzo 30, 2007  
Anonymous Anónimo dijo...

Hay escritores para todo y lectores para todo...la literatura de García Márquez no me parece mala...leí buena parte de sus obras a entre mis 16 y 18 años, después de eso, no he vuelto a García Márquez. Hay tantas obras y autores mucho mejores, que no merece la pena estacionarse en García Márquez, al que se le rinde culto muchas veces para justificar el hecho de que no se ha leído otra cosa.

Hay obras que basta abrirlas en alguna página al azar para estar seguro de que no vale la pena perder 5 minutos en ellas (las hay también que no merecen siquiera ser abiertas), hay otras que una vez abiertas no se les puede cerrar hasta haberlas leído en su integridad y después de algún se les vuelve a leer con fruición . Entre esos extremos hay todo un mundo de obras y autores, en su mayoría perfectamente prescindibles.

No se pierde nada en absoluto al prescindir de la obra de Elenita, Soledad, Monsiváis, ni de la gran cantidad de toneladas de textos de autoayuda ( felizología), por citar algunos ejemplos, cuya única contribución es la que han hecho a la destrucción de arbóreos especímenes, mientras la inteligencia y la cultura nada han ganado con ellos.

abril 03, 2007  

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