¿De veras "hay que salvar al IMSS"?
Un bonito ejemplo del mito del "Estado de Bienestar".
Cualquier joven mexicano medianamente informado que se incorpora al mundo laboral ¿qué preferiría si le dieran a elegir?:
A. Las tradicionales "prestaciones sociales": Seguro Social, ahorro forzoso para vivienda y para el retiro.
B. Integrar en el salario neto – pagando los impuestos correspondientes- cualquier prestación, es decir "monetizarlas" para que sea él mismo quien decida en qué emplear esos recursos.
Sospecho que la mayoría de los jóvenes, puestos a elegir, optarían por la segunda. Yo lo haría, si se pudiese elegir, porque maximiza la libertad personal y su concomitante responsabilidad y no hace depender mi bienestar presente y futuro del buen o mal criterio de elección de alguien más, sino de mis decisiones, de mis actos y de mis omisiones.
Todo esto, lo entiendo, va en contra de la sabiduría convencional (el Estado niñera) y de lo que a diario leemos, oímos y vemos en los medios de comunicación. Tomemos el ejemplo más cercano y actual: Un gran "tema" en los medios es la negociación anual del contrato colectivo entre los líderes del sindicato del Seguro Social y las autoridades de ese Instituto (IMSS). Todo mundo sabe, aunque los líderes sindicales vociferen lo contrario con singular violencia verbal, que el IMSS está quebrado (basta comparar lo que necesitaría para cumplir satisfactoriamente con todos sus afiliados y sus recursos financieros propios) en buena medida por las exorbitantes prestaciones que reciben los trabajadores sindicalizados del mismo instituto. La situación es insostenible pero los líderes sindicales siguen estirando la cuerda.
Así las cosas, si usted fuese un joven que apenas ingresa al mundo laboral, ¿le haría gracia que le descontaran de los ingresos que merece por su trabajo un porcentaje para seguir manteniendo con vida a un instituto quebrado en el que lo importante son los empleados del instituto y no los clientes, como usted, que son los que pagan?, ¿no preferiría que le monetizaran esas cuotas y destinarlas a comprar, o no, que cada cual decida, un seguro de gastos médicos mayores elegido entre una variedad de opciones?
Pero esto no hay que decirlo. Es incorrecto porque "salvar al IMSS" es una "prioridad nacional". Otro caso más en el que las grandiosas "prioridades nacionales" nada tienen que ver con la vida real de la gente de carne y hueso.
Cualquier joven mexicano medianamente informado que se incorpora al mundo laboral ¿qué preferiría si le dieran a elegir?:
A. Las tradicionales "prestaciones sociales": Seguro Social, ahorro forzoso para vivienda y para el retiro.
B. Integrar en el salario neto – pagando los impuestos correspondientes- cualquier prestación, es decir "monetizarlas" para que sea él mismo quien decida en qué emplear esos recursos.
Sospecho que la mayoría de los jóvenes, puestos a elegir, optarían por la segunda. Yo lo haría, si se pudiese elegir, porque maximiza la libertad personal y su concomitante responsabilidad y no hace depender mi bienestar presente y futuro del buen o mal criterio de elección de alguien más, sino de mis decisiones, de mis actos y de mis omisiones.
Todo esto, lo entiendo, va en contra de la sabiduría convencional (el Estado niñera) y de lo que a diario leemos, oímos y vemos en los medios de comunicación. Tomemos el ejemplo más cercano y actual: Un gran "tema" en los medios es la negociación anual del contrato colectivo entre los líderes del sindicato del Seguro Social y las autoridades de ese Instituto (IMSS). Todo mundo sabe, aunque los líderes sindicales vociferen lo contrario con singular violencia verbal, que el IMSS está quebrado (basta comparar lo que necesitaría para cumplir satisfactoriamente con todos sus afiliados y sus recursos financieros propios) en buena medida por las exorbitantes prestaciones que reciben los trabajadores sindicalizados del mismo instituto. La situación es insostenible pero los líderes sindicales siguen estirando la cuerda.
Así las cosas, si usted fuese un joven que apenas ingresa al mundo laboral, ¿le haría gracia que le descontaran de los ingresos que merece por su trabajo un porcentaje para seguir manteniendo con vida a un instituto quebrado en el que lo importante son los empleados del instituto y no los clientes, como usted, que son los que pagan?, ¿no preferiría que le monetizaran esas cuotas y destinarlas a comprar, o no, que cada cual decida, un seguro de gastos médicos mayores elegido entre una variedad de opciones?
Pero esto no hay que decirlo. Es incorrecto porque "salvar al IMSS" es una "prioridad nacional". Otro caso más en el que las grandiosas "prioridades nacionales" nada tienen que ver con la vida real de la gente de carne y hueso.
Etiquetas: Estado de Bienestar, IMSS, libertad, libertad para elegir, pensiones, Seguro Social, sindicatos consentidos
1 Comentarios:
Una perspectiva realmente interesante! Ha sido un verdadero placer encontrar este sitio en el vasto Internet.
En cuanto al artículo. Personalmente preferiría no ser forzado a invertir una fracción de mis ganancias en lo que considero es una mala inversión. Sin embargo un factor importante en la utilidad de un servicio gubernamental como éste es la educación... Con un público educado y consciente de sus decisiones económicas no es difícil tomar la decisión de brindarle autonomía económica, confiando en que dicho público tomará decisiones sabias. Por otro lado con una población falta de comprensión fundamental, así como de información adecuada, no sería posible confiar en su habilidad para tomar las mejores decisiones para su futuro económico— claro que ésto nos lleva a un problema todavía mayor: la pobre educación impartida a lo largo y ancho del país con contadas excepciones.
Ah, de repente me encuentro fantaseando acerca de un gobierno ideal. Puede que Platón no estuviera tan equivocado acerca de su oligarquía de filósofos. Un gobierno donde los filósofos gobernasen como reyes, o donde los reyes filosofasen debidamente.
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