La estupidez proteccionista
"If we buy american, no one else will". Esa es la demoledora afirmación que encabeza la colaboración del profesor Douglas A. Irwin en The New York Times del sábado pasado. Traducción libre: "Si seguimos el mandato de 'compra sólo productos manufacturados en Estados Unidos', nadie más en el mundo los comprará".
La advertencia del profesor Irwin, quien es autor del libro "Free trade under fire" (El libre comercio en peligro) y profesor de economía en Dartmouth, no sólo es pertinente sino de suma urgencia, dado que la mayoría demócrata en la cámara de representantes de Estados Unidos ha logrado introducir, en el paquete multimillonario de estímulos fiscales aprobado la semana pasada, la provisión "buy american" en el gasto público destinado a reanimar la alicaída economía de los Estados Unidos. Es un error gigantesco que tendrá nefastas consecuencias no sólo para los contribuyentes de ese país, sino para la economía mundial. Además es un error que manifiesta una pasmosa ignorancia de los legisladores demócratas acerca de la experiencia histórica.
Cualquier estudiante de economía más o menos aplicado sabe que la oleada proteccionista con la que Estados Unidos intentó hacer frente a la depresión de los años 30 – simbolizada en el acta Smoot-Hawley de 1930 que elevó los aranceles a las importaciones a niveles prohibitivos – profundizó la depresión económica, redujo la riqueza mundial y generó, en respuesta, invencibles obstáculos fuera de Estados Unidos a las exportaciones e inversiones de ese país.
El principal efecto de cualquier iniciativa proteccionista es la reducción de la riqueza global; nos empobrece a todos, empezando por quienes aplican las iniciativas proteccionistas. ¿Por qué, entonces, los legisladores demócratas insisten?
1. Porque no sólo son ignorantes sino arrogantes,
2. Porque quieren complacer a los cabilderos de la industria siderúrgica estadounidense (exactamente la misma tontería en que incurrió el gobierno de George W Bush), y
3. Porque tienen una noción idealizada y falsa del "New Deal" de Franklin D. Roosevelt, que en realidad fue un amasijo desastroso de intervencionismo gubernamental y colectivismo y quieren repetir la experiencia, confiados en que algún falsificador de historias los inmortalizará como héroes populares, tal como se hizo con F.D.R.
En contraste, empresas como General Electric y Caterpillar se oponen al estúpido "buy american" porque saben que sólo les cerrará las puertas en países como China y la India que tienen ambiciosos planes de inversión pública.
La advertencia del profesor Irwin, quien es autor del libro "Free trade under fire" (El libre comercio en peligro) y profesor de economía en Dartmouth, no sólo es pertinente sino de suma urgencia, dado que la mayoría demócrata en la cámara de representantes de Estados Unidos ha logrado introducir, en el paquete multimillonario de estímulos fiscales aprobado la semana pasada, la provisión "buy american" en el gasto público destinado a reanimar la alicaída economía de los Estados Unidos. Es un error gigantesco que tendrá nefastas consecuencias no sólo para los contribuyentes de ese país, sino para la economía mundial. Además es un error que manifiesta una pasmosa ignorancia de los legisladores demócratas acerca de la experiencia histórica.
Cualquier estudiante de economía más o menos aplicado sabe que la oleada proteccionista con la que Estados Unidos intentó hacer frente a la depresión de los años 30 – simbolizada en el acta Smoot-Hawley de 1930 que elevó los aranceles a las importaciones a niveles prohibitivos – profundizó la depresión económica, redujo la riqueza mundial y generó, en respuesta, invencibles obstáculos fuera de Estados Unidos a las exportaciones e inversiones de ese país.
El principal efecto de cualquier iniciativa proteccionista es la reducción de la riqueza global; nos empobrece a todos, empezando por quienes aplican las iniciativas proteccionistas. ¿Por qué, entonces, los legisladores demócratas insisten?
1. Porque no sólo son ignorantes sino arrogantes,
2. Porque quieren complacer a los cabilderos de la industria siderúrgica estadounidense (exactamente la misma tontería en que incurrió el gobierno de George W Bush), y
3. Porque tienen una noción idealizada y falsa del "New Deal" de Franklin D. Roosevelt, que en realidad fue un amasijo desastroso de intervencionismo gubernamental y colectivismo y quieren repetir la experiencia, confiados en que algún falsificador de historias los inmortalizará como héroes populares, tal como se hizo con F.D.R.
En contraste, empresas como General Electric y Caterpillar se oponen al estúpido "buy american" porque saben que sólo les cerrará las puertas en países como China y la India que tienen ambiciosos planes de inversión pública.
Etiquetas: crisis, economía de Estados Unidos, el "new-new-deal", FDR, keynesianismo, proteccionismo comercial
3 Comentarios:
Justamente la experiencia histórica muestra como el proteccionismo funciona, a veces, igual que la apertura comercial funciona, a veces. No hay regla general que provenga de la experiencia, hay regla general que viene de la teoría y esa normalmente tienen poco que ver con hechos concretos. Todos los países que han pasado de ser países en desarrollo a países desarrollados han usado algún grado de proteccionismo en algún momento con cierto éxito.
Andrés: ¿Cuáles hechos históricos avalan que el proteccionismo sì funciona? Por lo pronto, Obama ya reculö según esto
http://eleconomista.com.mx/notas-online/internacional/2009/02/03/obama-dara-marcha-atras-clausula-compre-americano
Korea, Taiwan, Japón, Islas Mauricio, Botswana, China, Brasil (en los 70s), Estados Unidos (Siglo XIX), y bueno casi todos los países que en algún momento tomaron en serio el argumento de la industria infante.
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