Anote la fecha: 23 de marzo del 2009
Por si las dudas, anote la fecha de hoy en su bitácora: lunes 23 de marzo de 2009. Tal vez en el futuro próximo habremos de decir: Ese día marcó un punto de inflexión hacia la salida de la crisis global. O tal vez no.
Lo cierto es que hoy fue un día prácticamente redondo, con buenas noticias duras para la economía de Estados Unidos y, por eso, para la economía global.
Si esto es así nos permitiría marcar dos fechas clave para la historia que se escribirá en el futuro. El día que la confianza cayó en picada, el 15 de septiembre de 2008, tras la quiebra de Lehman, y el día en que volvimos a creer que quien está a cargo en el Tesoro de los Estados Unidos sí sabe lo que está haciendo: el 23 de marzo de 2009. Entre una y otra fecha: más de seis meses de desconcierto.
Junto con el anuncio de su programa para sanear a los bancos de los activos tóxicos, Tim Geithner, el Secretario del Tesoro estadounidense, publicó un artículo en The Wall Street Journal titulado: “Mi plan para los activos malos de los bancos”. La presentación de Geithner está bien estructurada, sigue un orden lógico y contiene algunas frases que los mercados del mundo ansiaban escuchar: Estados Unidos honrará sus deudas y cumplirá su palabra, como lo ha hecho desde que Alexander Hamilton fue secretario del Tesoro.
El plan Geithner para limpiar los balances de activos malos tiene la virtud, además, de reconocer que serán los mecanismos de mercado, mediante las subastas, los que determinarán los precios. Bien.
A la presentación de Geithner se sumó el dato de venta de casas nuevas que fue mejor de lo esperado (algo que hace meses no veíamos) lo que funcionó como un bálsamo en los mercados. Bien, otra vez.
Esto empieza a tomar forma y coherencia. Persisten las muy justificadas dudas acerca de la efectividad del programa de estímulos que arreglaron entre Barack Obama y el Congreso (dudas que comparto), pero por lo pronto empezamos a escuchar planes con consistencia lógica en materia de saneamiento de las instituciones financieras. Es el primer requisito para enderezar las cosas (donde empezaron los problemas deben empezar las soluciones), de ahí que las buenas nuevas de hoy no sean desdeñables.
Por lo pronto, anote la fecha en su bitácora de la crisis. Con palomita, por supuesto; no con tache.
Lo cierto es que hoy fue un día prácticamente redondo, con buenas noticias duras para la economía de Estados Unidos y, por eso, para la economía global.
Si esto es así nos permitiría marcar dos fechas clave para la historia que se escribirá en el futuro. El día que la confianza cayó en picada, el 15 de septiembre de 2008, tras la quiebra de Lehman, y el día en que volvimos a creer que quien está a cargo en el Tesoro de los Estados Unidos sí sabe lo que está haciendo: el 23 de marzo de 2009. Entre una y otra fecha: más de seis meses de desconcierto.
Junto con el anuncio de su programa para sanear a los bancos de los activos tóxicos, Tim Geithner, el Secretario del Tesoro estadounidense, publicó un artículo en The Wall Street Journal titulado: “Mi plan para los activos malos de los bancos”. La presentación de Geithner está bien estructurada, sigue un orden lógico y contiene algunas frases que los mercados del mundo ansiaban escuchar: Estados Unidos honrará sus deudas y cumplirá su palabra, como lo ha hecho desde que Alexander Hamilton fue secretario del Tesoro.
El plan Geithner para limpiar los balances de activos malos tiene la virtud, además, de reconocer que serán los mecanismos de mercado, mediante las subastas, los que determinarán los precios. Bien.
A la presentación de Geithner se sumó el dato de venta de casas nuevas que fue mejor de lo esperado (algo que hace meses no veíamos) lo que funcionó como un bálsamo en los mercados. Bien, otra vez.
Esto empieza a tomar forma y coherencia. Persisten las muy justificadas dudas acerca de la efectividad del programa de estímulos que arreglaron entre Barack Obama y el Congreso (dudas que comparto), pero por lo pronto empezamos a escuchar planes con consistencia lógica en materia de saneamiento de las instituciones financieras. Es el primer requisito para enderezar las cosas (donde empezaron los problemas deben empezar las soluciones), de ahí que las buenas nuevas de hoy no sean desdeñables.
Por lo pronto, anote la fecha en su bitácora de la crisis. Con palomita, por supuesto; no con tache.
Etiquetas: activos tóxicos, locos por la crisis, punto de inflexión, Timothy Geithner
1 Comentarios:
justo es lo que esperaba ver en la portada de un periodico, la tele o la radio, pero nada.
nadie habla de que nuestros vecinos echaron a andar la máquina de imprimir dólares, ni de la compra de bonos del tesoroa y la depreciación del dólar, ¿por qué?
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