jueves, 12 de mayo de 2005

Los comités de sabios y la democracia

Ricardo Medina Macías

Para los elitistas que administran la peculiar “democracia” francesa es todo un escándalo que el 74 por ciento de los franceses hayan sucumbido ante Google y utilicen ese motor de búsqueda en la Internet. Proponen “crear” un Google a la francesa dirigido, como es “políticamente correcto”, por un comité de sabios bendecidos por el gobierno.
Algunas de sus mejores ironías las reservan los británicos para sus vecinos, mar de por medio, franceses. Si usted quiere divertirse a costillas de la presunción y arrogancia de los políticos galos le recomiendo leer la reseña que la revista británica The Economist le dedica a la última ocurrencia de los defensores oficiosos de la magnífica cultura francesa: Abominar del popular motor Google de búsqueda en la Internet como última expresión del desafío anglófono y de las vulgares tiranías de la popularidad.
Google, como se sabe, se basa en un algoritmo de gran eficacia para encontrar en segundos los sitios en la red donde se menciona la palabra o frase que busca el usuario. Algunas de las variables decisivas del algoritmo son la popularidad o frecuencia junto con la actualidad (aparecen primero, en los resultados, las menciones de fechas recientes). Los resultados, por otra parte, son exhaustivos y el usuario puede hacer tan precisa como quiera la búsqueda formulando adecuadamente la pregunta.
Pues esto, que es tan lógico y libre (racional) como podría desearse, escandaliza al ministro francés Renaud Donnedieu de Vabres quien escribió recientemente en Le Monde esta tontería: “Yo no puedo creer que la única llave de acceso a nuestra cultura sea un ranking automático de popularidad como el que está detrás del éxito de Google”.
Lo dicho por monsieur Donnedieu es una soberana tontería porque: Nadie cree, ni siquiera monsieur Donnadieu, que Google sustituya a la inteligencia de quienes buscan información en la red. Los tontos buscan, y encuentran, memeces sea en Google, sea en la vida.
Lo que sucede es que las elites que administran la política y la cultura oficiales en Francia abominan de la libertad. De ahí que propongan “corregir” a Google y a otros motores de búsqueda creando un motor de búsqueda netamente francés (con garantía de cien por ciento de corrección política) en el que sea un comité de sabios el que decida qué información debe aparecer primero o exclusivamente en los resultados y asi evitar que los estudiantes franceses y sus compatriotas sucumban ante la avasalladora y tosca “no-cultura” anglosajona.
Un paso más y estos guardianes de la pureza y la excepción culturales propondrán que también sea un comité de sabios quien decida cuál debe ser el tiraje de cada periódico, revista o libro y cuánto tiempo debe dedicarse a la lectura de cada producto cultural.
Por supuesto, como anticipa The Economist, el motor de búsqueda promovido por el gobierno francés, si es que algún día se realiza el proyecto, será un rotundo fracaso. Pero eso, ¿a quién le importa? Muera el mercado, vivan los comités de sabios.

Correo: ideasalvuelo@gmail.com

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