jueves, 11 de enero de 2007

Zapatero rompe su propia marca de ruindad

El imbécil - que eso es- que en mala hora llegó a ser "presidente" de España (ese es el nombre oficial, pero de hecho es un primer ministro, ya que España es una monarquía parlamentaria), calificó de "trágico accidente" el atentado de ETA en el aeropuerto de Barajas, que le costó la vida a dos ecuatorianos.
Ver aquí la reseña de EFE en el diario ABC.
Trágico accidente habrán sido las elecciones del 14 de marzo de 2003 que llevaron a este sujeto al poder. Trágico accidente habrá sido la irrupción de un tipo tan ruin como Zapatero en la vida pública de una democracia que otrora admiramos.
Cuando un imbécil con poder - aferrado al poder como lo está Zapatero, dispuesto a cualquier ruindad para mantenerse en el candelero- llama "trágico accidente" al cobarde asesinato de dos personas perpretado por una banda criminal como ETA, ha llegado la hora de que los hombres y mujeres libres de España manden a ese tal imbécil al desván de los malos recuerdos, a ese basurero o archivo en el que ponemos las malas tardes, las pesadillas, las aberraciones...
Supongo que para este subnormal de la sonrisa congelada el asunto se puede despachar con una declaración ruin y despectiva que no altere a sus quisquillosos novios terroristas (así de patéticos resultan los despechos del amor no correspondido), aunque rebaje a los muertos inocentes a la categoría de excrecencias (al fin eran "sudacas" le comentará en privado a sus íntimos "que vienen aquí a quitarnos empleos y Güelfar").
Un día, un buen amigo me dijo bromeando que si seguía tupiéndole a "Bambi" como castigo del destino me mandarían de embajador a España, donde el Zapaterito - obviamente- me recibiría con los brazos abiertos...pero para ahorcarme. Esa vez le respondí a mi amigo con la frase cínica de Jesús Silva Herzog Flores, cuando le preguntaron si el hecho de que Carlos Salinas de Gortari lo mandara a España de embajador era un castigo político: "España nunca es un castigo".
Retiro lo dicho. España, con ese imbécil y ruin a cargo, puede ser el peor de los infiernos.
Así que ya lo sabes, Felipe: ni se te ocurra ofrecerme la embajada que dejó vacante Jiménez Remus.

2 Comentarios:

Blogger Ramón Mier dijo...

Ricardo,

Estoy de acuerdo contigo, pero no puedo negar que sentí escalofríos al leer la expresión "desván de los malos recurdos", pues a mi mente vino de inmediato el recuerdo aquella de "el basurero de la historia"... brr!

Supongo que le desván probablemente debe ser más cómodo y seguramente más limpio.

enero 12, 2007  
Blogger Ricardo Medina Macías dijo...

Ramón:

Lo del "basurero de a historia", como sabes, es una frase de Marx. Algún día deberá reivindicarse a Marx como excelente escritor de panfletos, en el buen sentido de la palabra. Es decir, de alegatos bien escritos, con lenguaje persuasivo y hasta hermoso, contundentes...Otro gran panfletista, mucho más afín a nuestras ideas desde luego, fue Fréderic Bastiat. En fin, la frase sobre el "basurero de la historia" que luego han hecho cliché los propagandistas y los demagogos, es muy típica del estilo de Marx: Tajante, sólida como roca, fascinante como imagen...Yo, lo sabes, no creo que a nadie - ni siquiera a Hitler o a Stalin o a Saddam Hussein- haya que mandarlo al basurero de la historia (no creo que haya basureros en la historia). Mandar a alguien a tal basurero imaginado por Marx significa negarle - ex post facto, después de los hechos- el derecho a existir. Para bien o para mal, generalmente para mal, estos personajes hicieron historia y la historia no es ningún basurero...es nuestra casa, con desvanes un tanto sombríos que nos gustaría olvidar o que no visitamos por gusto, ni muy seguido, sino por necesidad...y con muchas prevenciones para evitar los contagios.
Un abrazo.

Posdata: Los panfletistas buenos son el antecedente de quienes escribemos bitácoras o blogs en la red.

enero 12, 2007  

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