jueves, 18 de septiembre de 2008

La tormenta perfecta, 101 años después (I)

Si se quiere establecer un paralelo histórico de la actual crisis financiera global la fecha NO es 1929, sino 1907.

"El pánico de 1907" fue una de las grandes novedades editoriales del año pasado para los estudiosos de los mercados financieros ("The panic of 1907", Robert F. Bruner, Sean D. Carr, editado por John Wiley and sons., 2007), ya que disecciona, con el apoyo una gran investigación documental, lo que son los ingredientes que configuran una "tormenta perfecta" en los mercados financieros.

Ambos investigadores de la Universidad de Virginia resumen las siete fuerzas que contribuyen a la formación de la famosa "tormenta perfecta". También esas siete fuerzas han estado presentes en la crisis de 2008:

1. Una compleja y variada arquitectura de relaciones entre las instituciones: bancos tradicionales, casas de bolsa, bancos de inversión, aseguradoras, administradoras de fondos; gran parte de las relaciones se dan a través de los mismos activos-pasivos, deudas y depósitos; todo, con una gran conectividad.
2. Un crecimiento exuberante en los precios de determinados activos que es precursor de la inestabilidad. En mi opinión, el motor de dicho crecimiento fue una política monetaria laxa.
3. Inadecuados amortiguadores para resistir choques en el ciclo de expansión-contracción del crédito.
4. Un liderazgo político adverso y/o débil. Va desde la retórica en contra del mercado y la globalización hasta las reacciones tardías, contradictorias o insuficientes de algunos líderes políticos, como George W. Bush o el presidente de la Reserva Federal.
5. Un choque económico real. Basta considerar el aumento en la demanda de hidrocarburos y de otros "commodities" (ante una oferta insuficiente), explicable por el acelerado crecimiento global y, en especial, de países como China.
6. Miedo, codicia desmedida y otras conductas colectivas aberrantes. Este ingrediente psicológico está presente en todas las crisis que siguen a una "manía" especulativa.
7. Fallas en los mecanismos de acción colectiva. El mejor ejemplo fue el drama de equívocos del pasado fin de semana durante el fracasado intento de rescate de Lehman.

Diferencias: A) En 1907 no existía un banco central en Estados Unidos como prestamista de última instancia, (ese papel lo jugaron, entonces y en partes, el legendario J. Pierpont Morgan y el Tesoro), y B) En 1907, aun habiendo conectividad institucional, se estaba muy lejos de la conectividad instantánea de hoy día.

Mañana: ¿Y después de la tormenta qué sigue?

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