Si pueden prescindir de la mitad del ISR, ¡háganlo!
Este año el subsidio a los combustibles – gasolinas y diesel – será equivalente casi a la mitad de la recaudación total del ISR cobrado a empresas y personas físicas. Esa es la mejor prueba de que el erario podría disminuir, sin problema, la tasa máxima de ese impuesto a la mitad: 14 por ciento. Háganlo, y en una de esas hasta se incrementa la recaudación.
No cabe duda que el Presidente Felipe Calderón y su gobierno están preocupados por la competitividad de la economía mexicana. Hay una manera sencilla, directa, contundente, de incrementar de golpe la competitividad y está en manos del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo: Disminuir a la mitad la tasa máxima (para el caso de las empresas, y para efectos prácticos, tasa única) del Impuesto Sobre la Renta: a 14 por ciento.
Aunque hay un sinnúmero de evidencias mundiales de que una menor tasa impositiva NO disminuye la recaudación sino que la incrementa, desechemos esas evidencias y decretemos que esa presunción es una falacia “neoliberal”. Más todavía: Digamos neciamente que una menor tasa impositiva disminuirá linealmente la recaudación y que si hoy la tasa es de 28% y el fisco recauda “X”, en el momento en que la tasa baje a 14% el fisco recaudará “X/2”, la mitad de “X”.
¿Puede el erario prescindir de los ingresos equivalentes a la mitad de la recaudación del ISR?
Tan puede hacerlo que lo ha hecho durante 2008 sin generar déficit fiscal, sin que haya desparecido una sola dependencia del gobierno federal, sin que ningún estado ni ningún municipio haya dejado de recibir aportaciones y participaciones federales. Lo ha hecho al subsidiar el precio al consumidor final de las gasolinas y el diesel. Y amenaza seguir haciéndolo, aunque en menor proporción, durante 2009.
La próxima vez que algún funcionario o algún legislador ponga los ojos en blanco, imposte la voz y diga que está empeñado en aumentar la competitividad de la economía mexicana, digámosle que ya tenemos la respuesta a su sentida preocupación: “Bajen la tasa del ISR a 14% o, mejor aún: Desaparezcan el ISR y dejen como impuesto único el IETU – también para todas las personas físicas- a una tasa de 14 por ciento”.
¿Querían soluciones? Ahí tienen una. Y, por supuesto: ¡Cobren la gasolina a su precio verdadero!
No cabe duda que el Presidente Felipe Calderón y su gobierno están preocupados por la competitividad de la economía mexicana. Hay una manera sencilla, directa, contundente, de incrementar de golpe la competitividad y está en manos del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo: Disminuir a la mitad la tasa máxima (para el caso de las empresas, y para efectos prácticos, tasa única) del Impuesto Sobre la Renta: a 14 por ciento.
Aunque hay un sinnúmero de evidencias mundiales de que una menor tasa impositiva NO disminuye la recaudación sino que la incrementa, desechemos esas evidencias y decretemos que esa presunción es una falacia “neoliberal”. Más todavía: Digamos neciamente que una menor tasa impositiva disminuirá linealmente la recaudación y que si hoy la tasa es de 28% y el fisco recauda “X”, en el momento en que la tasa baje a 14% el fisco recaudará “X/2”, la mitad de “X”.
¿Puede el erario prescindir de los ingresos equivalentes a la mitad de la recaudación del ISR?
Tan puede hacerlo que lo ha hecho durante 2008 sin generar déficit fiscal, sin que haya desparecido una sola dependencia del gobierno federal, sin que ningún estado ni ningún municipio haya dejado de recibir aportaciones y participaciones federales. Lo ha hecho al subsidiar el precio al consumidor final de las gasolinas y el diesel. Y amenaza seguir haciéndolo, aunque en menor proporción, durante 2009.
La próxima vez que algún funcionario o algún legislador ponga los ojos en blanco, imposte la voz y diga que está empeñado en aumentar la competitividad de la economía mexicana, digámosle que ya tenemos la respuesta a su sentida preocupación: “Bajen la tasa del ISR a 14% o, mejor aún: Desaparezcan el ISR y dejen como impuesto único el IETU – también para todas las personas físicas- a una tasa de 14 por ciento”.
¿Querían soluciones? Ahí tienen una. Y, por supuesto: ¡Cobren la gasolina a su precio verdadero!
Etiquetas: bajos y parejos, competitividad, impuestos, ISR, reforma fiscal, subsidios, tasa única
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