La bolsa, ¿indicador adelantado?
Alan Greenspan es, en gran medida, el villano favorito de esta crisis global. Parte de las acusaciones que hoy recibe Greenspan como presunto autor intelectual de la calamidad financiera que se volvió recesión tienen fundamento, en especial - aventuro – la que se refiere a la manga ancha monetaria con la que trató de eludir cualquier síntoma recesivo y, así también, los temibles reproches de los políticos a los que siempre desagradan las restricciones monetarias, fiscales, morales y hasta metafísicas.
La otra parte de las acusaciones contra Greenspan son estúpidamente ideológicas. No merecen atención.
Ya lo he escrito antes: Greenspan es mucho mejor analista económico que banquero central.
El domingo el Financial Times publicó un provocador ensayo de Greenspan que, en breve, señala que el mercado de las acciones no sólo anticipa los ciclos en la economía real, sino que en buena medida los invoca y los provoca. En ese sentido, Greenspan nos dice que una recuperación sostenida, así sea modesta, de la bolsa de valores, digamos del índice Dow Jones de la NYSE, anticipará una más o menos próxima salida del episodio recesivo.
Le compro su hipótesis a Greenspan.
Hay un párrafo clave en el artículo al que doy aquí una traducción más o menos personal:
“Por supuesto, no es simple desenmarañar la compleja secuencia de causa y efecto entre el cambio en el valor de mercado de los activos y la actividad económica. Si los precios de las acciones son totalmente un reflejo de los cambios en las variables económicas, los movimientos en los precios de los activos podrían ser modelados como endógenos y prestarles poca atención. Pero no son endógenos. Una parte significativa de la dinámica de los precios de las acciones se guía por la innata propensión humana a cambiar intermitentemente entre euforia y miedo, la cual, mientras que está fuertemente influida por eventos económicos tiene, sin embargo, una vida parcial por sí misma. En mi experiencia con frecuencia tales episodios no son meros pronósticos de la actividad de los negocios, sino su causa clave.”
Es prosa enrevesada “cien por ciento Greenspan”, pero la conclusión es valiosa: La bolsa (la de verdad, el NYSE) es un indicador anticipado de los ciclos de los negocios y de la actividad económica.
Ahora bien, ¿por qué cayó el mercado ayer? Creo que no sólo porque GM está a un paso de la quiebra, sino porque suena horrendo que el gobierno, que cualquier gobierno, se ponga a dirigir empresas. Pero esa es otra historia; para mañana.
La otra parte de las acusaciones contra Greenspan son estúpidamente ideológicas. No merecen atención.
Ya lo he escrito antes: Greenspan es mucho mejor analista económico que banquero central.
El domingo el Financial Times publicó un provocador ensayo de Greenspan que, en breve, señala que el mercado de las acciones no sólo anticipa los ciclos en la economía real, sino que en buena medida los invoca y los provoca. En ese sentido, Greenspan nos dice que una recuperación sostenida, así sea modesta, de la bolsa de valores, digamos del índice Dow Jones de la NYSE, anticipará una más o menos próxima salida del episodio recesivo.
Le compro su hipótesis a Greenspan.
Hay un párrafo clave en el artículo al que doy aquí una traducción más o menos personal:
“Por supuesto, no es simple desenmarañar la compleja secuencia de causa y efecto entre el cambio en el valor de mercado de los activos y la actividad económica. Si los precios de las acciones son totalmente un reflejo de los cambios en las variables económicas, los movimientos en los precios de los activos podrían ser modelados como endógenos y prestarles poca atención. Pero no son endógenos. Una parte significativa de la dinámica de los precios de las acciones se guía por la innata propensión humana a cambiar intermitentemente entre euforia y miedo, la cual, mientras que está fuertemente influida por eventos económicos tiene, sin embargo, una vida parcial por sí misma. En mi experiencia con frecuencia tales episodios no son meros pronósticos de la actividad de los negocios, sino su causa clave.”
Es prosa enrevesada “cien por ciento Greenspan”, pero la conclusión es valiosa: La bolsa (la de verdad, el NYSE) es un indicador anticipado de los ciclos de los negocios y de la actividad económica.
Ahora bien, ¿por qué cayó el mercado ayer? Creo que no sólo porque GM está a un paso de la quiebra, sino porque suena horrendo que el gobierno, que cualquier gobierno, se ponga a dirigir empresas. Pero esa es otra historia; para mañana.
Etiquetas: Alan Greenspan, bolsas de valores, ciclos económicos, euforia y miedo, FT, GM, gobiernos nodrizas, Índice Dow Jones, locos por la crisis, NYSE
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