Libertad Económica: A la mitad de la tabla
Aunque ha mejorado notablemente en “libertad económica” durante los últimos 20 años, México sigue a la mitad de la tabla de los 127 países que evalúa el Fraser Institute, por debajo de países como Chile, Costa Rica y El Salvador.
Con datos a 2003, el Fraser Institute de Canadá acaba de publicar su reporte anual sobre la libertad económica en el mundo (ver aquí) que arroja resultados relativamente sorprendentes y aleccionadores.
El indicador evalúa la libertad económica en cada una de las naciones de acuerdo a cinco grandes renglones: 1. Tamaño del gobierno, 2. Estructura legal, respeto a los derechos de propiedad (Estado de Derecho), 3. Acceso a financiamiento y sólida política monetaria, 4. Libertad de comercio internacional (apertura), y 5. Regulación en los mercados de crédito y laboral y regulación para las empresas.
México obtiene una calificación promedio de 6.5 (sobre un ideal de diez) y eso le lleva a compartir el lugar 59 en la tabla de 127 con países como Bolivia, Guatemala, Honduras, Malasia, Kenya y Uganda. Los puntos más débiles de México son, significativamente, el respeto a los derechos de propiedad y en general al Estado de Derecho (donde ocupa un vergonzoso lugar 93 con una calificación de sólo 3.9 sobre diez), así como la aún excesiva regulación (lugar 99 de la tabla con una calificación de 5.3 puntos).
Para triste consuelo de México, países como Argentina, Brasil y Venezuela ocupan peores sitios en la tabla general. Argentina, por ejemplo, está en el sitio 94 (con pésimos indicadores en estructura legal, acceso a financiamiento sólido y regulación), Brasil en el lugar 88 y Venezuela en el sitio 124 (muy mal prácticamente en todo).
China, que no es un dechado de libertades como todo mundo sabe, ocupa un lugar 86 en la tabla general (por encima de Argentina, Brasil y Venezuela) con pésimos indicadores en tamaño de gobierno (lugar 116) y en regulaciones (sitio 121), pero relativamente bien situada en apertura al comercio internacional (con una calificación de 7.5 similar a la de México en esa materia, pero todavía lejos del noveno lugar mundial en ese indicador que ocupa Chile con una calificación de 8.6).
Los cinco primeros países de la tabla general son Hong Kong (primer sitio), Singapur (segundo lugar) y Nueva Zelanda, Suiza y Estados Unidos (empatados en el tercer lugar).
Más allá de los resultados específicos de esta especie de hit parade de la libertad económica, vale la pena citar los cuatro ingredientes que el estudio considera esenciales para una sociedad libre: 1. La elección personal está por encima de la elección colectiva, 2. Hay un intercambio voluntario coordinado por los mercados y no una asignación de los recursos mediante procesos políticos, 3. Hay libertad para entrar y competir en todos los mercados y 4. Hay protección efectiva para las personas y sus propiedades frente a agresiones de otros. Vistas así las cosas, en México tenemos una culpable escasez de los cuatro ingredientes.
Con datos a 2003, el Fraser Institute de Canadá acaba de publicar su reporte anual sobre la libertad económica en el mundo (ver aquí) que arroja resultados relativamente sorprendentes y aleccionadores.
El indicador evalúa la libertad económica en cada una de las naciones de acuerdo a cinco grandes renglones: 1. Tamaño del gobierno, 2. Estructura legal, respeto a los derechos de propiedad (Estado de Derecho), 3. Acceso a financiamiento y sólida política monetaria, 4. Libertad de comercio internacional (apertura), y 5. Regulación en los mercados de crédito y laboral y regulación para las empresas.
México obtiene una calificación promedio de 6.5 (sobre un ideal de diez) y eso le lleva a compartir el lugar 59 en la tabla de 127 con países como Bolivia, Guatemala, Honduras, Malasia, Kenya y Uganda. Los puntos más débiles de México son, significativamente, el respeto a los derechos de propiedad y en general al Estado de Derecho (donde ocupa un vergonzoso lugar 93 con una calificación de sólo 3.9 sobre diez), así como la aún excesiva regulación (lugar 99 de la tabla con una calificación de 5.3 puntos).
Para triste consuelo de México, países como Argentina, Brasil y Venezuela ocupan peores sitios en la tabla general. Argentina, por ejemplo, está en el sitio 94 (con pésimos indicadores en estructura legal, acceso a financiamiento sólido y regulación), Brasil en el lugar 88 y Venezuela en el sitio 124 (muy mal prácticamente en todo).
China, que no es un dechado de libertades como todo mundo sabe, ocupa un lugar 86 en la tabla general (por encima de Argentina, Brasil y Venezuela) con pésimos indicadores en tamaño de gobierno (lugar 116) y en regulaciones (sitio 121), pero relativamente bien situada en apertura al comercio internacional (con una calificación de 7.5 similar a la de México en esa materia, pero todavía lejos del noveno lugar mundial en ese indicador que ocupa Chile con una calificación de 8.6).
Los cinco primeros países de la tabla general son Hong Kong (primer sitio), Singapur (segundo lugar) y Nueva Zelanda, Suiza y Estados Unidos (empatados en el tercer lugar).
Más allá de los resultados específicos de esta especie de hit parade de la libertad económica, vale la pena citar los cuatro ingredientes que el estudio considera esenciales para una sociedad libre: 1. La elección personal está por encima de la elección colectiva, 2. Hay un intercambio voluntario coordinado por los mercados y no una asignación de los recursos mediante procesos políticos, 3. Hay libertad para entrar y competir en todos los mercados y 4. Hay protección efectiva para las personas y sus propiedades frente a agresiones de otros. Vistas así las cosas, en México tenemos una culpable escasez de los cuatro ingredientes.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal