Ya tenemos nuestros “tontos en pelotas”
Se desnudan gratis pero en muchedumbre. La tontería no alcanzaría el grado de sublime si lo hiciesen por paga y en solitario.
Lo encontré. Es uno de los artículos más divertidos que he leído. Se publicó el 11 de junio de 2003 en el diario ABC de España y lo escribió Alfonso Ussía. Se llama “Tontos en pelotas” y puede encontrarse en la hemeroteca del diario en Internet. Léanlo, es gracioso de principio a fin.
Ussía se pitorrea de las siete mil tipas y tipos que en Barcelona por aquellas fechas posaron desnudos para el fotógrafo Spencer Tunick, quien ha encontrado una minita de oro en esa afición por el despelote masivo y gratuito, revestido – vale la paradoja- de arte, de expresión de pulsiones primigenias, de rebeldía antisistema y demás patrañas que se les ocurran.
De tan sencillo el método de Tunick parece increíble: Anunciar su arribo a una ciudad, venderle a las autoridades “progre” de la aldea – nuestro afrancesado remedo de alcalde, por ejemplo, o el progre rector de la maximísima casa de estudios- la propuesta de que vestiría – que vale la paradoja- mucho a la Ciudad un “evento” tan encomiado por la progresía planetaria, como este de los tontos en pelotas posando para la cámara, abrir un sitio en la red para que se inscriban los multitudinarios tontos que desean encuerarse pero les da pena hacerlo en solitario, y les daría aún más pena cobrar por ello, y negocio hecho…para el fotógrafo y para las progre-autoridades que suman el despelote masivo a otras conquistas progresistas, como el baile de las quinceañeras, los areneros gigantes para soñar con las playas o los paseos en bicicleta de los primeros lunes del mes (versión progre de la reaccionaria costumbre de la comunión de los primeros viernes; con ambas se pueden hacer hermosos ramilletes espirituales).
Lo único malo es que las progre-autoridades de la capital mexicana sufrieron un inopinado ataque de pudor derechoso y cerraron todos los accesos a la plaza para evitar el arribo de mirones. ¡Qué chiste! Te encueras en la plaza y sólo el fotógrafo Tunick le puede sacar provecho al asunto.
¿O sería, en lugar de pudor, una barrera de entrada para que eventuales competidores de Tunick no pudieran aprovecharse de la oferta de los tontos en pelotas? El negocio es el negocio.
Lo encontré. Es uno de los artículos más divertidos que he leído. Se publicó el 11 de junio de 2003 en el diario ABC de España y lo escribió Alfonso Ussía. Se llama “Tontos en pelotas” y puede encontrarse en la hemeroteca del diario en Internet. Léanlo, es gracioso de principio a fin.
Ussía se pitorrea de las siete mil tipas y tipos que en Barcelona por aquellas fechas posaron desnudos para el fotógrafo Spencer Tunick, quien ha encontrado una minita de oro en esa afición por el despelote masivo y gratuito, revestido – vale la paradoja- de arte, de expresión de pulsiones primigenias, de rebeldía antisistema y demás patrañas que se les ocurran.
De tan sencillo el método de Tunick parece increíble: Anunciar su arribo a una ciudad, venderle a las autoridades “progre” de la aldea – nuestro afrancesado remedo de alcalde, por ejemplo, o el progre rector de la maximísima casa de estudios- la propuesta de que vestiría – que vale la paradoja- mucho a la Ciudad un “evento” tan encomiado por la progresía planetaria, como este de los tontos en pelotas posando para la cámara, abrir un sitio en la red para que se inscriban los multitudinarios tontos que desean encuerarse pero les da pena hacerlo en solitario, y les daría aún más pena cobrar por ello, y negocio hecho…para el fotógrafo y para las progre-autoridades que suman el despelote masivo a otras conquistas progresistas, como el baile de las quinceañeras, los areneros gigantes para soñar con las playas o los paseos en bicicleta de los primeros lunes del mes (versión progre de la reaccionaria costumbre de la comunión de los primeros viernes; con ambas se pueden hacer hermosos ramilletes espirituales).
Lo único malo es que las progre-autoridades de la capital mexicana sufrieron un inopinado ataque de pudor derechoso y cerraron todos los accesos a la plaza para evitar el arribo de mirones. ¡Qué chiste! Te encueras en la plaza y sólo el fotógrafo Tunick le puede sacar provecho al asunto.
¿O sería, en lugar de pudor, una barrera de entrada para que eventuales competidores de Tunick no pudieran aprovecharse de la oferta de los tontos en pelotas? El negocio es el negocio.
Etiquetas: Ciudad de México, desnudos, fotografía, progresismo, sensibilidad progre, tontos de catálogo
5 Comentarios:
Es tan solo una forma de retar a la derecha mexicana, politiquería al fin. ¿Serían capaces en el DF de permitir el libre desnudo por la ciudad o seguirá siendo una "falta a la moral"? o ¿al menos podrán dejar que la gente ande patinando por las calles en bikini para emular al Miami o California playero?, si hay playas artíficiales, por qué no andar en bikini por la ciudad.
No, lo cierto es que la izquierda mexicana es tan moralista como la derecha. Tal vez con una moral diferente o enfocada de forma "no religiosa", pero al final moral.
El desnudo masivo bajo el esquema de Tunick, ¿será una expresión de libertad o una "libre elección" a una forma más de sometimiento?. En este caso, al sometimiento a los intereses del fotógrafo y al claro interés polítiquero del gobierno en turno.
Ricardo, los avances tecnológicos nos han dado tanto. Cámaras fotográficas de nivel profesional a costos accesibles, el Internet, software de publicación; todo lo necesario para que todas esas multitudes desnudistas se vuelvan artistas de forma independiente. Pero hoy día, al dejarse manipular le llaman ARTE.
Dada la distribución por sexo de los participantes (14,000 hombres y 4,000 mujeres) y el atractivo físico relativo de algunos de ellos (tal como se muestra en los testimonios gráficos del evento), no estoy seguro de que hubiera querido "sacar provecho al asunto" si las autoridades no hubieran puesto un cerco policiaco.
Saludos.
Alejandro:
No sabía que ésa había sido la distribución por sexo - de hecho escribí el comentario el sábado, antes del "acontecimiento histórico"-, pero es bastante reveladora, tal vez no tanto del "pudor" femenino como del "morbo" masculino (si el pago por ver era desnudarse, no faltarían los vouyeristas que correrían el riesgo...a ver qué veían y a ver qué ligaban.
Por otra parte, el Universal de hoy informa que el fotógrafo envió a vestirse antes a los hombres, de manera que las mujeres desnudas tuvieron que cruzar entre una valla de hombres ya vestidos - no "en igualdad de circunstancias" como reclamó una mujer-, muchos de los cuales echaron mano de los celulares para sacar fotos de sus efímeras compañeras desnundas, lo cual - desde luego- molestó a algunas mujeres que se sintieron (súbita revelación, al fin) "utilizadas" por el fotógrafo.
Una última observación: Hoy en la mañana y aprovechando una diligencia de trabajo, crucé a pie la llamada "plancha" del mal llamado Zócalo y francamente me tendrían que pagar muy buen dinero para convencerme de pisar descalzo ese asqueroso suelo de placas de concreto rugoso, con hoyos y recovecos, lleno de colillas, escupitajos, charquitos sospechosos y tachonado de reliquias de chicles y corcholatas, amén de caca de las palomas...
Sin duda me parece respetabilísimo su "diferente" punto de vista, sólo creo que haber cerrado el recinto pudo ser la forma más justa y prudente de protección, por deficiente que esta sea, a los que se desnudaron en él.
Y bueno que ya no entendí ¿Qué no es más mercenario el que cobra por todo? Entonces, siguiendo con sus palabras ¿Le debería cobrar a mi pareja por cada momento que me ha visto desnuda a solas? O bien, ¿Usted le cobra al prostituto/la prostituta o él/ella a usted? En dado caso, ¿Quién es el que se prostituye?...espero pudiera responder.
A mi punto de vista, Señor, creo que está buscándole tres pies al gato. Además a todo el mundo le resulta más que obvio que el Señor Spencer Tunick vive de este tipo de fotografías, ¿No lo sabía?.
Ser modelo - hombre o mujer- para fotografías, pinturas, esculturas o películas que muestren la desnudez es un oficio respetabilísimo por el que se cobra, como debe ser, dado que el autor de las fotografías, pinturas, esculturas o películas obtendrá una utilidad gracias a ese trabajo de los modelos. No veo qué tenga eso de mercenario o de condenable (cada modelo decide si la específica reproducción que se hará de su desnudez es respetuosa de su dignidad y otras consideraciones).
También la prostitución existe y puede implicar - o no, mucho ojo- la desnudez. Cada cual tendrá sus juicios morales respecto de esa actividad milenaria que implica, por su misma naturaleza, un intercambio mercantil o comercio. Es claro, sin embargo, que las personas que ejercen la prostitución carnal han decidido hacerlo por necesidad, no por placer. Por ello cobran.
Los ejemplos anteriores de desnudez por la cual quien se desnuda percibe un ingreso podrán ser muestra de muchas cosas, menos de tontería.
Mi opinión, por si no quedó clara, es que quien se desnuda en multitud y gratuitamente para que otro perciba un beneficio pecuniario es tonto. Ojo: No estoy acusándoles de inmorales o de impúdicos, sólo de tontos.
Hasta donde sé ninguna de las personas que se desnudaron ante las cámaras de Tunick sostiene con dicho fotógrafo alguna relación íntima, por lo que me parece disparatada la analogía que se hace en el comentario anterior.
Respecto del cierre de las calles, por supuesto que se publicitó como "protección" para los nudistas (no entiendo muy bien de qué o de quién querían protegerlos, pero es costumbre en la Ciudad de México que las autoridades protejan a grupos particulares - manifestantes, comerciantes ambulantes, por ejemplo- del público en general, lo que hace que muchos nos preguntemos si las autoridades están sirviendo al público en general o sirviendo a grupos particulares de interés), pero también es obvio que fue una condición puesta por el fotógrafo para evitar la competencia.
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