sábado, 2 de junio de 2007

Una patraña fuera de serie

Todos los días puede encontrarse uno con patrañas – mentiras fabulosas, invenciones puras- pero sólo ocasionalmente la patraña rompe todas las marcas y se ostenta impunemente como científica.


El jueves un artículo de José Woldenberg elogiaba y citaba una reciente publicación de mexicanos especialistas, según el dicho de los propios autores, en bioética y en medicina. El texto de Woldenberg recogió algunas citas de un trabajo llamado: "El aborto y su dimensión médica y bioética" de Gregorio Pérez-Palacios, Raymundo Canales de la Fuente y Raquel Gálvez (contenido, a su vez, en un libro llamado "La construcción de la bioética" de Pérez Tamayo, Lisker y Tapia, editado este año por el Fondo de Cultura Económica).

Tal vez por mal tino o tal vez porque el trabajo citado está plagado de afirmaciones gratuitas de grueso calibre, las dos citas que hizo Woldenberg entusiasmado son para una antología de los disparates disfrazados de ciencia.

Primera cita: "A lo largo de casi toda la historia de la humanidad, el fenómeno reproductivo permaneció fuera del ámbito de la ética…puesto que su realización tenía lugar sin la participación de la conciencia y la voluntad". De ser cierta esta enormidad, estaríamos ante un hallazgo científico inconmensurable que obligaría a tirar a la basura abrumadora evidencia antropológica, histórica, psicológica, biológica, filosófica y hasta literaria.

Lo que dicen estos autores es nada menos que durante varias centenas de siglos el ser humano se reprodujo sin percatarse de que él intervenía en ello, simplemente le sucedía…, como si cayese un meteorito de quién sabe dónde.

¿Quieren decir, en serio, que durante siglos las hembras de la especie humana quedaban embarazadas y que ni ellas, ni los machos de la especie, atinaban a relacionar ese hecho con el coito? ¡Asombroso!

Los autores insisten, esta es la otra cita que copió Woldenberg: "La función reproductora del ser humano…se convierte en objeto de estudio de la ética (y el derecho)…en el momento en que…a través de la ciencia logra el conocimiento que le permitirá intervenir en su función reproductiva" ¿Cuándo sucedió eso según estos charlatanes? Porque desde la épica de Gilgamesh (2,750 antes de Cristo) se conocían diversas formas de "intervenir en la función reproductiva" y se valoraban éticamente, como buenas o como malas.

¿Ciencia? No, patrañas propagandísticas.

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4 Comentarios:

Blogger MMG dijo...

¡Qué estupidez! ¿Y de dónde salió ese niño fulanita? No, pues quién sabe...

Creo que cada quién tiene derecho a tener ideologías y posiciones diversas, y sobre todo en temas tan controvertidos como el aborto. Pero hay que saber justificarlos, caramba.

Un abrazo,

Mariana

junio 03, 2007  
Blogger Ramón Mier dijo...

¿Sabrán que lo que dicen es una patraña o es tan severa la ceguera ideológica que les impide ver las evidencias en contra de sus afirmaciones?

junio 04, 2007  
Anonymous Anónimo dijo...

Eso es lo que resulta cuando se escribe un libro, artículo o ensayo contemplandose el ombligo

Saludos!

junio 04, 2007  
Anonymous Anónimo dijo...

Pues aunque le sorprenda al autor del comentario, efectivamente en muchas épocas de la historia humana (por supuesto no reciente) muchas culturas no han tenido conciencia de la relación entre el acto sexual y la reproducción, lo que le sorprende a la dama que hizo alguna acotación se debe a los conocimientos científicos que tenemos HOY. Además también se menciona en el texto que es muy reciente la capacidad que tenemos para REGULAR la fertilidad con los métodos anticonceptivos. En fin les recomiendo que lean mas.

junio 04, 2008  

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