martes, 17 de julio de 2007

¿También se regresa en bicicleta?

Una de las tragedias del periodismo es que los seres humanos cuando hacemos cosas excepcionalmente buenas o excepcionalmente malas, las solemos hacer en lo secreto, sea porque somos unos buenazos o, caso contrario, porque somos malvados pero no tontos.

Todas las mañanas de los lunes primeros de mes el jefe de gobierno de la ciudad de México llega a su trabajo montado en una bicicleta. Para que no se nos vaya a olvidar la hazaña los medios de comunicación nos la recuerdan puntualmente. Hasta que se vuelva rutina y deje de ser noticia.

Lo que nunca he leído, ni leeré, es cómo regresa todas las noches de los primeros lunes de cada mes el señor jefe de gobierno a su casa: ¿También lo hace en bicicleta?, si es así, ¿por qué nadie nos deleita con la crónica de esa otra hazaña, aun más meritoria? Sería interesantísimo saber cómo le hace el funcionario para sortear los “encharcamientos” (eufemismo para inundaciones) y si cuenta con algún artilugio que le permita ver y ser visto por automovilistas y camioneros, toda vez que avenidas enteras de la ciudad, no se diga las modestas calles, permanecen en las noches con más de la mitad del alumbrado público apagado.

Todo esto lo digo porque me tocó ver, el lunes 2 de julio, los sufrimientos de un pobre ciclista nocturno en la calzada de Tlalpan, a quien su bonito casco con una lucecita intermitente de nada le servía, para ser visto por autos y camiones, y estuvo a punto de ser arrollado tres veces en menos de un minuto. Pensé que se trataba del señor jefe de gobierno…, pero no. Era un hombre común que tal vez regresaba, él sí, a su hogar en bicicleta. Me hubiese gustado preguntarle si lo hacia para combatir el calentamiento global o sólo por vulgar necesidad, pero no pude hacerlo: el pobre hombre estaba demasiado ocupado esquivando obstáculos y venciendo adversidades.

No hay que pensar mal. Tal vez Marcelo Ebrard sí se regrese a su casa por las noches – los primeros lunes de cada mes- montado en su bicicleta, pero prefiere hacerlo, de puro buenazo que es, en lo secreto y por lo oscurito (cortesía del estratégico sistema de oscurecimiento público de la ciudad) para no hacer alarde de virtud y mantenerse humilde y sencillito, como todos lo conocemos. ¿O no?

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11 Comentarios:

Blogger MMG dijo...

Quizá andaba por la ciclopista, jajaja

Como alguien que se mueve en bicicleta (aunque no en el DF) parte del problema son como dices los automovilistas que no respetan a los peatones o ciclistas. Por eso es tan peligroso y la gente no lo hace tan a menudo como en otras ciudades. Pero ese problema no se va a solucionar con que Ebrard ande en bicicleta (si es que lo hace desde su casa) los lunes por la mañana, sino creando carriles especiales para las bicicletas de manera que los automovilistas no se echen los ciclistas.

julio 17, 2007  
Blogger Ricardo Medina Macías dijo...

Mari, en una ciudad como la de México el asunto es un poco más complicado que contar con "pistas" o carriles confinados para ciclistas. Por una parte, tales pistas deben ser asuntos serios y no de propaganda (por ejemplo, la avenida 20 de noviembre tiene un remedo de ciclopista que sólo sirve para que los primeros lunes de cada mes Ebrard vaya en bici por ahi, seguido de una nube de lambiscones, escoltas y periodistas; pero el resto del tiempo es sólo un carril adicional para automovilistas desenfrenados, patrullas, grúas y taxis), que se respeten rigurosamente, que estén diseñadas para bicicletas y ciclictas reales, de carne y hueso, no para salir del paso; carriles realmente confinados. Por otra parte, hay que tomar en cuenta que buena parte de los suburbios de la Ciudad de México, al poniente por ejemplo, y de norte a sur, están en montañas de dificil acceso en bicicleta. De fondo, el problema es que el transporte público ideal, el metro, ha sido descuidado criminalmente, no se ha extendido, tiene un mantenimiento milagroso (en algunas líneas, como la 9, los carros están en estado tan deplorable que las puertas de los vagones ya no cierran herméticamente) y como se trata de una tarifa políticamente intocable (en México no hay político con hormonas suficientes para cobrar tarifas públicas realistas) sus ingresos son irrisorios; el resultado final es que el metro se ha convertido en transporte ya no de pobres, sino de miserables que - a juicio de los gobernantes de la ciudad- deben disfrutar de apachurramientos, súbitos enfrenones, suciedad, inseguridad, vendedores ambulantes y raterillos en cada vagón y demás...Lo de la bicicleta es una bonita utopía que Ebrard usa para posar de político moderno ante los medios...Por eso se me hace tan interesante preguntar ya no cómo regresa Ebrard a su casa los lunes primeros de cada mes, sino cómo regresa la bicicleta: ¿Se la lleva un chalán a sueldo, pagado por los contribuyentes?, ¿la trepan en una de las camionetotas de Ebrard o de las pick up en pésimo estado del gobierno del Distrito Federal?, ¿estrena Ebrard bicicleta cada mes y las va dejando como recuerdo en alguna bodega del palacio que usa como oficina?
Saludos y gracias por el comentario.
Posdata: Donde tú vives - ciudad plana por antonomasia y con señalamientos viales y policía regularmente eficaces- sí tiene sentido andar en bicicleta...y aún así no está exento de riesgos, tomando en cuenta que también por allá el automóvil es su majestad.

julio 17, 2007  
Blogger J.S. Zolliker dijo...

Sé que se supone debería agregar algo harto interesante, cargado de ironía y fino humor negro, pero no, ya lo dijiste todo... Saludos!

julio 17, 2007  
Blogger Ramón Mier dijo...

¡Vaya pregunta! Me encantaría escuchar a Marcelo responderla, pero supongo que me quedaré con las ganas.

Tengo otra pregunta... ¿Hay muchos ciclistas en Amsterdam porque existen carriles especiales para ellos o se hicieron carriles especiales para los ciclistas porque eran muchos?

julio 18, 2007  
Blogger Liliana Blum dijo...

Los progres buenos y bien intencionados (¿hay de otros?) no necesitan recurrir a la publicidad barata y populista. Por eso con toda modestia Marcelino Pan y Vino se regresa solito a su casa, sin alaracas. No necesita guaruras ni nada porque en la ciudad de la esperanza todo ha cambiado; porque si eres bueno, te protege un halo cuasi-guadalupano que impide que los "malosos" (que además están coordinados por los del yunque) te hagan algo. Si hace show a la ida es porque quiere promover la buena salud a través del ejemplo y no sólo con palabras vacíás, que se las lleva el viento.

Y de buena gana le hubiera prestado una bicla a Zapatero para recorrer la ciudad (con llave y todo), pero como los gobiernos perredistas (ya se sabe) son bien austeros, pues no se pudo.

Saludos!

julio 18, 2007  
Anonymous Anónimo dijo...

Realmente no sé que pensar. Yo participo en uno de los grupos más movidos en eso de la promoción de la bicicleta, que postulan tanto que se hace camino al rodar y que mientras más ciclistas haya, mejores condiciones habrá, como que hay que crear las condiciones, para que haya más ciclistas urbanos. Algunos en el grupo estan exultantes por las medidas que Ebrard ha tomado al respecto. La mayoria de ellos son progres bien intencionados entre los que no me incluyo. Yo pienso que mientras el GDF no invierta en infraestructura ( baños, bici-estacionamientos, acotamientos) todo es adornarse.
Creo, y estudios así lo señalan, que el DF es lo suficientemente plano, a pesar de extenso, para ser una ciudad ciclista. La zona poniente de la ciudad, como Santa Fe es un error (horror) urbanistico, pero en caso de tomar medidas inteligentes respecto a la promocion de la bicicleta, se puede crear trasporte público con racks para el trasporte de bicis, tal como se hace en muchas ciudades de Estados Unidos.
De otra parte dudo mucho que la zona poniente sea candidata a una línea del metro dado el terreno y alturas a superar.
Yo les animo a tomar una bici y hacer la prueba, un domingo, para que sus objeciones no sean mera especulación.

julio 18, 2007  
Blogger MMG dijo...

Coincido en que la ciudad de México no es menos plana que muchas en las que hay más ciclista, y también en que el que Ebrard ande en bici no cambia nada.

La verdad lo que hace falta en México es que la gente se decida a mover sus pompitas del asiento del coche y hacer un poco de ejercicio. La falta de sentido cívico de los automovilistas existe incluso en ciudades en EU (oh, si yo lo sabré).

Pero lo que si ayuda es que hay racks para las bicicletas (incluso en los camiones), carriles especiales (que también en EU no son respetados por los automoilistas), etc.

Papá: Saint Louis es menos plano de lo que parece. Recuerda que los Ozarks no están lejos de aquí.

julio 18, 2007  
Blogger Areli Carreón dijo...

Yo soy miembro fundador y en activo de Bicitekas, A.C. (www.bicitekas.org) y me consta que Marcelo regresa a su casa en bicicleta pues lo hemos acompañado no como lambiscones como usted dice, sino como ciudadanos que llevamos casi diez años trabajando para que la Ciudad de México sea más segura para andar en bicicleta.

En todos sus traslados nos han acompañado motocicletas del Reforma y otros medios pero no publican esa nota, ni comentan el agrado con el que la gente lo reconoce en la calle y lo saluda.

Creo que un poco de objetividad y menos fobias políticas contra un gobierno de izquierda, serían útiles para hacer críticas constructivas y crear mejoras para la ciudad y sus habitantes, por encima de quienes propongan dichos cambios.

saludos atentos,
Areli Carreón
DF, Del. Benito Juárez

julio 26, 2007  
Blogger Ricardo Medina Macías dijo...

Areli:

¡Qué bueno que si se regrese a su casa en bicicleta!
A lo mejor los de los medios no nos han avisado de esa hazaña, todavía más meritoria que la de las mañanas de los lunes primeros de cada mes, porque la oscuridad de la ciudad (con minúscula, por favor), les impide obtener buenas fotografías del recorrido.

Respecto de su párrafo sobre los gobiernos de izquierda y las fobias está buenísimo, pero no entiendo qué tiene que ver con el asunto que comentamos.

Felicidades por su labor en favor del uso de la bicicleta.

RMM

julio 26, 2007  
Blogger Areli Carreón dijo...

Estimado Ricardo,

Me parece que es una práctica muy común entre los analistas, juzgar las propuestas por los proponentes y no por su importancia y viabilidad objetiva.

Lamento decirte que me parece que tus comentarios están sesgados por tus filias y fobias personales, que son legítimas y seguramente fundadas, pero irrelevantes a la hora de hacer un balance social objetivo de las propuestas de gobierno.

No estás solo: son montones los que juzgan las playas, las bicis o el Metrobús de Ebrard con la misma rudeza con la que sus antagonistas políticos rechazan el combate al narcotráfico de Calderón.

A los ciudadanos SIN PARTIDO (que somos abrumadora mayoría) no nos importa quién propone y trabaja, sino que las cosas se hagan y se hagan bien. A mi me gustaría contar con un periodismo y un análisis más comprometido con esta visión ciudadana apartidista. Sería más relevante que ser uno más de los porristas o descalificadores acríticos que ya inundan los medios de comunicacón nacionales.

Este llamado para que desarrolles una visión más crítica y objetiva es una invitación urgente que me gustaría hacerle a miles de tus colegas, pero como eres de los pocos con blog, aprovecho la oportunidad.

Espero que no te ofendas por mi sinceridad y mi llamado ciudadano.

saludos atentos
Areli Carreón
Bicitekas, A.C.

julio 26, 2007  
Blogger Ricardo Medina Macías dijo...

Ni por asomo me ofendo por tu "sinceridad" y tu "llamado ciudadano", para usar tus propias palabras.
Escribo libremente y trato de hacerlo con sentido del humor, lo cual no siempre es fácil en un país tan lleno de predicadores solemnes, de izquierda y de derecha.
RMM

julio 26, 2007  

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