lunes, 3 de marzo de 2008

Ganar en Ohio

Parece que un subgénero de las mentiras piadosas han de ser las mentiras electoreras, ésas que se dicen para convencer a los electores reacios, difíciles y de no muy amplios horizontes. Para ganar en Ohio, pues.

He oído que ganar en Ohio para un aspirante a la Presidencia de los Estados Unidos es tarea ardua pero crucial.

El periodista Ben Bradlee – director del Washington Post cuando la epopeya de Watergate – cuenta que en 1960 él era de los corresponsales que seguían las peripecias de John F. Kennedy en su carrera en pos de la Presidencia (y mira por dónde: justo contra el tramposo de Richard Nixon), y llegó un momento en que el candidato demócrata parecía estar en los cuernos de la luna tras un discurso muy celebrado acerca de la “nueva frontera” y el cambio (piezas retóricas que a Kennedy le salían entonces muy bien y que al soñador Obama le salen hoy más bien sosas y vacuas), entonces el malicioso Bradlee le preguntó a Kennedy algo así como: “Hasta aquí todo va muy bien, pero ¿cómo piensas ganar en Ohio?”

Ante el dardo, Kennedy abandonó la ensoñación y respondió: “¿En Ohio?... en Ohio pienso ganar por huevos”.

Por lo visto, ese mismo hecho, que Ohio sea un hueso electoralmente duro de roer (al igual que otros estados del medio oeste) habrá llevado tanto al onírico Obama como a Hilaria, mujer lacrimosa, a proponer la tontería de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Canadá y con México (cosa que, desde luego, no harán).

Mentiras que no deben tomarse en serio, nos dicen los que saben. Mentirillas electorales que son un subgénero de las “mentiras piadosas” – como las que le debe soltar Hugo Chávez a Fidel Castro cada vez que lo visita: “Comandante, si usted está como un roble y nos va a enterrar a todos”- y que para los políticos en el medio oeste de Estados Unidos, en Ohio pues, parecen inevitables.

Ya no es como antes. En 1960, en Ohio se ganaba “por huevos” – como dijo brutalmente Kennedy, quien por cierto ganó en Ohio-, hoy en Ohio se busca ganar diciendo sandeces que sean miel para los oídos de un elector irritado.
(Pésimo chiste final para hispano hablantes: ¿Y cómo ese elector no va a estar enojado si vive en Ohio?).

Etiquetas: , , , , , ,

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal