¿México es una economía abierta? Ja, ja, ja…
Otro gran mito nacional: México es una de las economías más abiertas al mundo en términos de comercio exterior.
A finales de los años 80 y principios de los 90 del siglo pasado México emprendió un notable proceso de apertura comercial hacia el exterior; notable, respecto de la cerrazón que prevalecía. Tal parece que ese proceso nos dejó exhaustos. Después retrocedimos. Nos abrumó tanto tal apertura – para una nación caracterizada por su afición a contemplarse el ombligo y desdeñar al mundo externo- que la convertimos en mito.
México firmó numerosos tratados de libre comercio pero al mismo tiempo aumentó de 5 a 14 sus rangos de tasas arancelarias. Obligado por los tratados comerciales México disminuyó – para sus nuevos socios- las tasas aplicables a las importaciones, pero impuso tasas exorbitantes en lo que se conoce como aranceles MFN o de nación más favorecida. En una reciente clasificación del Banco Mundial, México es uno de los países más proteccionistas del orbe respecto de las importaciones procedentes de países con los que no tiene tratados de libre comercio. Ocupa el lugar 107 de 125 países.
En Singapur, número uno en apertura comercial junto con Hong Kong, los días promedio que requiere una importación son tres; en México importar algo toma 23 días en promedio. En Singapur, el costo de un contenedor para importaciones es de 367 dólares, en México es de 2,411 dólares (557% más caro). El arancel MFN de Singapur es cero, el de México en promedio es 12.9 por ciento, con picos de más de 300 por ciento.
En Estados Unidos los días que requiere una importación son cinco y el costo de un contenedor para importaciones es de $1,160 dólares (52% más barato que en México). Su arancel MFN es en promedio de 2.4 por ciento. En China el arancel MFN es 5.3% y el costo promedio de un contenedor con importaciones es de 430 dólares. Cierto, en China procesar una importación toma en promedio un día más que en México (24 días contra 23 días), pero exportar significa en China siete días de proceso y en México diez días más.
Sí, ¿cómo no? México es una economía abierta, es el ombligo del mundo y también es cierto que los elefantes vuelan y que nuestra bandera es la más bonita.
A finales de los años 80 y principios de los 90 del siglo pasado México emprendió un notable proceso de apertura comercial hacia el exterior; notable, respecto de la cerrazón que prevalecía. Tal parece que ese proceso nos dejó exhaustos. Después retrocedimos. Nos abrumó tanto tal apertura – para una nación caracterizada por su afición a contemplarse el ombligo y desdeñar al mundo externo- que la convertimos en mito.
México firmó numerosos tratados de libre comercio pero al mismo tiempo aumentó de 5 a 14 sus rangos de tasas arancelarias. Obligado por los tratados comerciales México disminuyó – para sus nuevos socios- las tasas aplicables a las importaciones, pero impuso tasas exorbitantes en lo que se conoce como aranceles MFN o de nación más favorecida. En una reciente clasificación del Banco Mundial, México es uno de los países más proteccionistas del orbe respecto de las importaciones procedentes de países con los que no tiene tratados de libre comercio. Ocupa el lugar 107 de 125 países.
En Singapur, número uno en apertura comercial junto con Hong Kong, los días promedio que requiere una importación son tres; en México importar algo toma 23 días en promedio. En Singapur, el costo de un contenedor para importaciones es de 367 dólares, en México es de 2,411 dólares (557% más caro). El arancel MFN de Singapur es cero, el de México en promedio es 12.9 por ciento, con picos de más de 300 por ciento.
En Estados Unidos los días que requiere una importación son cinco y el costo de un contenedor para importaciones es de $1,160 dólares (52% más barato que en México). Su arancel MFN es en promedio de 2.4 por ciento. En China el arancel MFN es 5.3% y el costo promedio de un contenedor con importaciones es de 430 dólares. Cierto, en China procesar una importación toma en promedio un día más que en México (24 días contra 23 días), pero exportar significa en China siete días de proceso y en México diez días más.
Sí, ¿cómo no? México es una economía abierta, es el ombligo del mundo y también es cierto que los elefantes vuelan y que nuestra bandera es la más bonita.
Etiquetas: apertura comercial, aranceles, China, Estados Unidos, libre comercio, México hoy
3 Comentarios:
Y ni siquiera tocaste el tema de las barreras no arancelarias.
La cantidad de permisos que obtener y requisitos que cumplir para poder hacer una importación suele ser abrumadora.
Yo eco tu "ja ja ja", Don Ricardo.
En la vecina comunidad de San Ysidro, California hay muchas tiendas de aparatos electrónicos de descuento. La mayoría de sus clientes son tijuanenses que vienen para comprar los aparatos importados de China y Japon porque esos mismos aparatos de las mismas marcas cuestan 15% más en México, gracias a las tarifas más altas en aparatos electrónicos de importación.
Ricardo,
Muy atinada columna, como siempre. Sólo agregaría una paradoja adicional: la multiplicación de tratados de libre comercio (12, si mal no recuerdo) y de programas sectoriales de liberalización comercial (los llamados PROSEC) han hecho grotescamente compleja la administración de las aduanas. Los calendarios de desgravación de cada tratado tienen ritmos distintos; las reglas de origen no son homogéneas; etc. Resultado: confusión y corrupción en las aduanas ¿No sería ya tiempo de que homologáramos ya todos los tratados (como lo ha propuesto la COFECO) y, de pasada, estableceriamos una política unilateral de arancel cero? Digo, soñar se vale, ¿no?
Saludos,
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