martes, 10 de enero de 2006

¿Quién dicen que ganó en Bolivia? (IV)

Un factor decisivo en el futuro gobierno de Bolivia será el papel efectivo que desempeñe el vicepresidente electo, Álvaro García Linera, un intelectual de línea marxista y exguerrillero.

Cuando Álvaro García Linera tenía siete años y era un escolar privilegiado en el colegio católico Don Bosco de Cochabamba, estaba naciendo Evo Morales en Orinoca, Provincia Sud Carangas, departamento de Oruro, en el seno de una familia que el propio Morales describe como de “nacionalidad Aymara”. La fórmula triunfadora “Evo para presidente y Álvaro para vicepresidente” ha juntado los destinos de estas dos trayectorias contrapuestas (ver las biografías respectivas en: Morales y García Linera).
García Linera es matemático egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, pero se define a sí mismo como autodidacta en Ciencias Sociales, que de hecho es la especialidad académica en la que se ha desempeñado como autor y catedrático en su país. Para la enviada del periódico español ABC a las elecciones bolivianas, C. De Carlos, (ver aquí) García Linera sería “el cerebro del MAS – Movimiento al Socialismo-, el ideólogo en el que se inspira Evo Morales y el hombre fuerte de su futuro Gobierno”. Pero en la versión oficial las cosas serían diferentes y el intelectual de la fórmula evitará opacar a Morales o suplantarlo, algo que en el caso de Bolivia representa un escenario factible (en ausencia definitiva del Presidente, por renuncia o por causas de fuerza mayor, el vicepresidente asume automáticamente la Presidencia, tal como sucedió al renunciar Gonzalo Sánchez de Losada, forzado por las persistentes manifestaciones y bloqueos de los movimientos opuestos a su política económica y acusado de reprimir a los manifestantes, y el vicepresidente Carlos Mesa asumió el mando).
García Linera es más específico que Morales en precisar el programa de gobierno. Por ejemplo, respecto de las posibles autonomías indígenas se dice partidario de un modelo similar al belga, donde en un sistema federal el tercer nivel de gobierno lo constituyen las comunidades lingüísticas (ver sobre Bégica).
El periodista Emir Sader en el periódico de extrema izquierda "Rebelión" no duda en calificar a García Linera como “intelectual marxista” (ver cita) y la extensa bibliografía del futuro vicepresidente parece confirmar esta clasificación, con títulos, entre muchos otros, como “Introducción a los estudios etnológicos de Karl Marx” (1988), “Introducción al cuaderno Kovalevsky de Karl Marx” (1989) o “El Manifiesto Comunista y nuestro tiempo” (1999). Sin embargo, en sus primeras declaraciones, tras el triunfo del 18 de diciembre, aparece más como un político realista, que pinta su raya respecto de los gobiernos de Hugo Chávez y de Fidel Castro (así sea retóricamente) y advierte que serán un gobierno que sabrá hacerse amar por quienes tienen poder para desestabilizar Bolivia (por ejemplo, los seguidores de Felipe Quispe) pero también hacerse respetar usando los medios coerctivos del Estado: “Tendremos la voluntad política de hacernos temer. Eso es el Estado y el que no lo comprende debe dedicarse a escribir novelas”.

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