El cuarto viaje de Colón y el cambio climático (III)
Si en el verano del año pasado, 2006, usted hubiera emulado a Cristóbal Colón en su cuarto recorrido por “las Indias” – en el trayecto de Cuba a Honduras- usted habría disfrutado de un mar Caribe mucho más sereno que el terrorífico que enfrentó el genovés en 1502.
El DVD de “An inconvenient truth” fue lanzado al mercado el 21 de noviembre de 2006 por Paramount Pictures. En la presentación se asegura que en 2005 se vivió la peor temporada de tormentas tropicales “en América” (¿Estados Unidos?) de la historia – una flagrante mentira- y también se asegura que Al Gore actualizó su historia con los datos disponibles más recientes. Ese día ya había terminado la temporada de huracanes 2006 en el Caribe y en el Atlántico Norte – que va, oficialmente, de junio a noviembre- pero el señor Gore, sus asesores y su equipo de producción pasaron por alto un pequeño detalle: Actualizar su información sobre huracanes en particular y tormentas tropicales en general con los datos de 2006, ya conocidos para entonces.
¿Por qué este descuido? Tal vez porque resultaba altamente “inconveniente” para los propósitos propagandísticos de la película decir que en 2006 los sistemas tropicales (tormentas y huracanes) en el Golfo de México y en el Atlántico Norte fueron ¡70 por ciento menores a los del año anterior! Y estuvieron por debajo del promedio de sistemas tropicales registrados en la temporada de los años 1950 al 2000. En términos técnicos: “En este 2006 para la cuenca del Atlántico se alcanzó una Actividad Neta de Ciclones Tropicales del 85 por ciento respecto a (sic) la climatología”. ¿No habíamos quedado que año con año aumentaban los huracanes por causa del calentamiento global?, ¿no sustenta sus catastrofistas predicciones el señor Gore en la premisa de que el proceso de calentamiento es irreversible como irreversible se supone que es la acumulación de gases de invernadero en la atmósfera?
De hecho, a raíz de esa baja actividad ciclónica hoy la producción agrícola en el litoral del Golfo, como el sur de Tamaulipas, enfrenta la peor sequía en 20 años y hay quien pregunta con sarcasmo – ver el comentario de Ramón Mier aquí- si acaso el planeta ahora se está enfriando y es momento de salir a quemar llantas para que se incremente el calentamiento global y la superficie del mar se mantenga por encima de los 26 grados centígrados – mínimo requerido para la formación de un sistema tropical- y así salvar al campo de esta sequía.
Esta es otra de las verdades inconvenientes que Gore y los productores de la galardonada película ocultan: En 2006 sólo hubo cinco huracanes en la cuenca del Atlántico, ninguno memorable. Nada que ver con los 88 días de tormenta en 1502. ¿Alguien que no sea especialista recuerda los nombres de esos huracanes? (Ahí van, para los curiosos: Ernesto, categoría 1; Florence, categoría 1; Gordon, categoría 3; Helene, categoría 3 e Isaac, categoría 1. Éste, el último del 2006, fue del 27 de septiembre al 2 de octubre de 2006 y sus vientos máximos sólo llegaron a 140 kilómetros por hora. Un mes y 19 días después se estrenaba mundialmente la ficción “An Inconvenient Truth”).
El DVD de “An inconvenient truth” fue lanzado al mercado el 21 de noviembre de 2006 por Paramount Pictures. En la presentación se asegura que en 2005 se vivió la peor temporada de tormentas tropicales “en América” (¿Estados Unidos?) de la historia – una flagrante mentira- y también se asegura que Al Gore actualizó su historia con los datos disponibles más recientes. Ese día ya había terminado la temporada de huracanes 2006 en el Caribe y en el Atlántico Norte – que va, oficialmente, de junio a noviembre- pero el señor Gore, sus asesores y su equipo de producción pasaron por alto un pequeño detalle: Actualizar su información sobre huracanes en particular y tormentas tropicales en general con los datos de 2006, ya conocidos para entonces.
¿Por qué este descuido? Tal vez porque resultaba altamente “inconveniente” para los propósitos propagandísticos de la película decir que en 2006 los sistemas tropicales (tormentas y huracanes) en el Golfo de México y en el Atlántico Norte fueron ¡70 por ciento menores a los del año anterior! Y estuvieron por debajo del promedio de sistemas tropicales registrados en la temporada de los años 1950 al 2000. En términos técnicos: “En este 2006 para la cuenca del Atlántico se alcanzó una Actividad Neta de Ciclones Tropicales del 85 por ciento respecto a (sic) la climatología”. ¿No habíamos quedado que año con año aumentaban los huracanes por causa del calentamiento global?, ¿no sustenta sus catastrofistas predicciones el señor Gore en la premisa de que el proceso de calentamiento es irreversible como irreversible se supone que es la acumulación de gases de invernadero en la atmósfera?
De hecho, a raíz de esa baja actividad ciclónica hoy la producción agrícola en el litoral del Golfo, como el sur de Tamaulipas, enfrenta la peor sequía en 20 años y hay quien pregunta con sarcasmo – ver el comentario de Ramón Mier aquí- si acaso el planeta ahora se está enfriando y es momento de salir a quemar llantas para que se incremente el calentamiento global y la superficie del mar se mantenga por encima de los 26 grados centígrados – mínimo requerido para la formación de un sistema tropical- y así salvar al campo de esta sequía.
Esta es otra de las verdades inconvenientes que Gore y los productores de la galardonada película ocultan: En 2006 sólo hubo cinco huracanes en la cuenca del Atlántico, ninguno memorable. Nada que ver con los 88 días de tormenta en 1502. ¿Alguien que no sea especialista recuerda los nombres de esos huracanes? (Ahí van, para los curiosos: Ernesto, categoría 1; Florence, categoría 1; Gordon, categoría 3; Helene, categoría 3 e Isaac, categoría 1. Éste, el último del 2006, fue del 27 de septiembre al 2 de octubre de 2006 y sus vientos máximos sólo llegaron a 140 kilómetros por hora. Un mes y 19 días después se estrenaba mundialmente la ficción “An Inconvenient Truth”).
Etiquetas: calentamiento global, cambio climático, ecología, energía, huracanes, políticas públicas, políticos
1 Comentarios:
Bravo por ir en contra de lo políticamente correcto. Hace uno o dos días el WSJ habló de "indoctrinación" como efecto de la campaña de Gore y sus seguidores. Están en lo cierto. Uno de los documentos más razonables al respecto es la Declaración de Cornwall. Conozco a una especialista en medio ambiente que se queja de Gore y sus afirmaciones, pero sobre todos de los acólitos que repiten sin saber.
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal