El señor Ebrard no tiene quién le lea…
Sería recomendable que alguien le leyera al jefe de gobierno del Distrito Federal el reporte de avances al primer semestre que difundió la Secretaría de Finanzas de su mismo gobierno; así se enteraría que ahí donde las cosas marchan bien en materia de recaudación de impuestos locales se debe a la política económica del gobierno federal, a la que tanto critica.
Las finanzas del gobierno del Distrito Federal muestran varias debilidades que merecen corregirse. Uno de los puntos más vulnerables es la necesidad de subsidios cada año más cuantiosos para mantener en funcionamiento el Sistema de Transporte Colectivo o “Metro” - que transportó más de 604 millones de usuarios en los primeros seis meses de este año- con tarifas congeladas en dos pesos por viaje. Pero ese asunto ameritaría por sí solo otra serie de artículos.
Si nos limitamos a la recaudación de impuestos en el Distrito Federal encontraremos una sorprendente caída de 6.1 por ciento en pesos constantes, en el primer semestre de este año, en la recaudación del impuesto predial respecto del mismo periodo del año anterior. Esta disminución resulta aún más chocante porque ha aumentado el número de propiedades inmobiliarias en el Distrito Federal y porque los valores catastrales se actualizan al alza constantemente.
Esa menor recaudación en el que es, con mucho, el principal impuesto local (aporta más del 40 por ciento de los ingresos totales por impuestos en el Distrito Federal) contrasta con el avance en la recaudación del impuesto sobre adquisición de inmuebles debido, dice la Secretaría de Finanzas a “la dinámica inmobiliaria que se observa en el Distrito Federal, aunada a las facilidades para obtener créditos hipotecarios” (y a las bajas tasas de interés fijas en pesos a plazos de hasta 20 años), lo cual, ¿alguien puede negarlo?, es resultado de la política económica del gobierno federal de los últimos siete años al menos.
Contrasta también con el avance de 1.7 real en la recaudación del impuesto sobre nóminas, el segundo más importante de los gravámenes locales, fenómeno que la misma Secretaría de Finanzas explica así: “Al ser una contribución ligada a la actividad económica, su comportamiento respondió a la positiva dinámica económica que se presentó en la entidad”.
¿En qué quedamos señor Ebrard?, ¿no dijo usted que la “nefasta” política económica del gobierno federal ha generado un creciente desempleo en la capital?
Las finanzas del gobierno del Distrito Federal muestran varias debilidades que merecen corregirse. Uno de los puntos más vulnerables es la necesidad de subsidios cada año más cuantiosos para mantener en funcionamiento el Sistema de Transporte Colectivo o “Metro” - que transportó más de 604 millones de usuarios en los primeros seis meses de este año- con tarifas congeladas en dos pesos por viaje. Pero ese asunto ameritaría por sí solo otra serie de artículos.
Si nos limitamos a la recaudación de impuestos en el Distrito Federal encontraremos una sorprendente caída de 6.1 por ciento en pesos constantes, en el primer semestre de este año, en la recaudación del impuesto predial respecto del mismo periodo del año anterior. Esta disminución resulta aún más chocante porque ha aumentado el número de propiedades inmobiliarias en el Distrito Federal y porque los valores catastrales se actualizan al alza constantemente.
Esa menor recaudación en el que es, con mucho, el principal impuesto local (aporta más del 40 por ciento de los ingresos totales por impuestos en el Distrito Federal) contrasta con el avance en la recaudación del impuesto sobre adquisición de inmuebles debido, dice la Secretaría de Finanzas a “la dinámica inmobiliaria que se observa en el Distrito Federal, aunada a las facilidades para obtener créditos hipotecarios” (y a las bajas tasas de interés fijas en pesos a plazos de hasta 20 años), lo cual, ¿alguien puede negarlo?, es resultado de la política económica del gobierno federal de los últimos siete años al menos.
Contrasta también con el avance de 1.7 real en la recaudación del impuesto sobre nóminas, el segundo más importante de los gravámenes locales, fenómeno que la misma Secretaría de Finanzas explica así: “Al ser una contribución ligada a la actividad económica, su comportamiento respondió a la positiva dinámica económica que se presentó en la entidad”.
¿En qué quedamos señor Ebrard?, ¿no dijo usted que la “nefasta” política económica del gobierno federal ha generado un creciente desempleo en la capital?
Etiquetas: Ciudad de México, finanzas públicas, gobierno federal, gobiernos locales, impuesto predial, impuestos, Marcelo Ebrard ó "La Ciudad", Metro
1 Comentarios:
La política del gobierno federal es "nefasta" a los ojos de Marcelo "La Ciudad" Ebrard por los siguientes motivos:
a) El no las instrumentó
b) No le ayudan a cosechar votos
Ahora bien, el nunca ha dicho nada de que EL DINERO que generan y que terminan en las arcas del gobierno que el encabeza sea nefasto, y aunque lo fuera, este se purifica al ser destinado para "programas sociales".
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