Un senador cae víctima del SAPI
El terrible SAPI ha llegado al Senado. Esperemos que se trate de un caso aislado y que se tomen las medidas pertinentes para evitar una epidemia.
No es lo mismo el SAPI que el SAPT. El primero es el Síndrome de Aturdimiento Político Incurable que es, como su nombre lo indica, una condición patológica sin remedio. (El otro es el síndrome temporal que se cura quitando de la nómina al afectado).
En algunos casos particularmente penosos el SAPI cursa con alucinaciones auditivas aterradoras (el paciente llega a escuchar millones de voces al unísono), con mudanzas incontrolables de partido (conocidas en la jerga como “chaqueteo oportunista irrefrenable”) y suele presentarse junto con el POC, Politización Obstructiva Crónica, que se caracteriza por una incontrolable compulsión por interpretar todos los acontecimientos como fenómenos exclusivamente políticos.
Si se le muestran a una persona que padece POC las diez manchas de tinta de la prueba diagnóstica de Rorschach, tal persona “ve” en las diez manchas sólo eventos, símbolos y personajes políticos. Un experimento desarrollado por el doctor Aníbal Basurto Corcuera en pacientes con POC solicitó a los sujetos describir lo que veían en las nubes (el experimento se realizó en un llano durante una tarde nubosa) e invariablemente los enfermos vieron en las nubes figuras de conocidos políticos – “pero si esa nube es el vivo retrato de mi general Cárdenas”, “aquella tiene el mismo bigotito de Beltrones”-, emblemas de partidos políticos, urnas, curules y otros elementos de la parafernalia político-electoral (Ver: “Interpretación nubosa: Su uso para el diagnóstico de Politización Obstructiva Crónica”, Basurto Corcuera et al. Apizaco, Tlaxcala, 1998).
Lamento informar que el senador Ricardo Monreal Ávila manifiesta todos los síntomas del SAPI. Una muestra clara es este párrafo de su colaboración hoy en un periódico: "Millones de padres de familia con sentido común se preguntan: ¿en verdad es tan arriesgado mandar a los hijos a las escuelas y confinarlos en la casa? Si todo afuera es riesgo de contagio, ¿qué cualidad inmunológica tiene el hogar que está negada al aula, a la oficina, al supermercado, al camión de pasajeros o al parque de la colonia? Si el beso y el abrazo son vías de transmisión, ¿no es el hogar donde más besos, apapachos y contactos de mano nos prodigamos los mexicanos?" (El artículo se llama: "Influenza, más política que salud").
Fijémonos – explica el doctor Basurto- en la desorbitada presunción del paciente (fruto de las alucinaciones auditivas) quien asegura escuchar simultáneamente las voces de “millones de padres de familia” haciéndose las mismas preguntas idiotas.
La tragedia la resumió en dos palabras uno de los colegas de Monreal que pidió no ser identificado: “Lo perdimos”.
No es lo mismo el SAPI que el SAPT. El primero es el Síndrome de Aturdimiento Político Incurable que es, como su nombre lo indica, una condición patológica sin remedio. (El otro es el síndrome temporal que se cura quitando de la nómina al afectado).
En algunos casos particularmente penosos el SAPI cursa con alucinaciones auditivas aterradoras (el paciente llega a escuchar millones de voces al unísono), con mudanzas incontrolables de partido (conocidas en la jerga como “chaqueteo oportunista irrefrenable”) y suele presentarse junto con el POC, Politización Obstructiva Crónica, que se caracteriza por una incontrolable compulsión por interpretar todos los acontecimientos como fenómenos exclusivamente políticos.
Si se le muestran a una persona que padece POC las diez manchas de tinta de la prueba diagnóstica de Rorschach, tal persona “ve” en las diez manchas sólo eventos, símbolos y personajes políticos. Un experimento desarrollado por el doctor Aníbal Basurto Corcuera en pacientes con POC solicitó a los sujetos describir lo que veían en las nubes (el experimento se realizó en un llano durante una tarde nubosa) e invariablemente los enfermos vieron en las nubes figuras de conocidos políticos – “pero si esa nube es el vivo retrato de mi general Cárdenas”, “aquella tiene el mismo bigotito de Beltrones”-, emblemas de partidos políticos, urnas, curules y otros elementos de la parafernalia político-electoral (Ver: “Interpretación nubosa: Su uso para el diagnóstico de Politización Obstructiva Crónica”, Basurto Corcuera et al. Apizaco, Tlaxcala, 1998).
Lamento informar que el senador Ricardo Monreal Ávila manifiesta todos los síntomas del SAPI. Una muestra clara es este párrafo de su colaboración hoy en un periódico: "Millones de padres de familia con sentido común se preguntan: ¿en verdad es tan arriesgado mandar a los hijos a las escuelas y confinarlos en la casa? Si todo afuera es riesgo de contagio, ¿qué cualidad inmunológica tiene el hogar que está negada al aula, a la oficina, al supermercado, al camión de pasajeros o al parque de la colonia? Si el beso y el abrazo son vías de transmisión, ¿no es el hogar donde más besos, apapachos y contactos de mano nos prodigamos los mexicanos?" (El artículo se llama: "Influenza, más política que salud").
Fijémonos – explica el doctor Basurto- en la desorbitada presunción del paciente (fruto de las alucinaciones auditivas) quien asegura escuchar simultáneamente las voces de “millones de padres de familia” haciéndose las mismas preguntas idiotas.
La tragedia la resumió en dos palabras uno de los colegas de Monreal que pidió no ser identificado: “Lo perdimos”.
Etiquetas: el Gordo Basurto, humorismo involuntario, inflación verbal, influenza porcina, locos por la crisis, politización, Ricardo Monreal, senadores
3 Comentarios:
Little Richard se nos fué.
Ricardo:
Puedes explicar como es que esta enfermedad NO es una conspiración para activar la economia global. Es que yo no sé como explicar que eso es absurdo.
Martxele:
1. Los casos son reales (y las muertes, por desgracia, también), tienen nombre, apellidos, familia y amigos. Conozco personalmente algunos. Ante esta evidencia, insistir en conspiraciones es no sólo estúpido sino criminal.
2. Si se tratase una conspiración "¡¡¡¡para activar la economía global!!!!" la han diseñado los conspiradores más majaretas y tontos de la historia. ¿Así que la virtual paralización de actividades, por las medidas de precaución y prevención de la epidemia, reaniman la economía?, ¡¡¡¡estúpidos!!!!, las pérdidas económicas son de cientos de millones de pesos o de miles de millones de dólares. A esto se agrega que políticos idiotas, como el jefe de gobierno (alcalde) de la ciudad de México, decretan medidas absurdas y más dañinas como cerrar los restaurantes de la ciudad (cuando lo que debería hacer es evitar las aglomeraciones humanas en ese inmenso foco de contagio que es el Metro de la ciudad de México), que agravan la inactividad. No se los deseo a los amantes de las teorías de la conspiración, pero ojalá no vayan a ser ellos las próximas víctimas de esta enfermedad, real y grave (aunque no necesariamente mortal).
3. Lo que mucha gente no entiende es que en casos de salud pública y epidemiológicos la norma NO es esperarse a tener todos los pelos de la burra en la mano para actuar, sino actuar de inmediato antes de que el mal se propague (China con el SARS se espero a tener mil muertos para dar a conocer la epidemia, lo cual, por desinformación, ocasionó muchas más muertes). Más vale, en estos casos, como en la ingeniería aeronáutica, por ejemplo,ser redundantes: Lo que está en juego, que es la vida humana, exige excederse en las previsiones, en lugar de lamentar las desgracias.
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