jueves, 14 de mayo de 2009

El enigma de la recuperación

La econometría es una herramienta más en la lucha de los economistas por entender la realidad de la que se ocupan – que no es otra que discernir cuáles asignaciones de recursos resultan más o menos eficientes, entre varias opciones, para enfrentar la escasez- e incluso, para algunos optimistas incorregibles, la econometría podría ser útil para elaborar pronósticos acertados.

Esto último es mero abuso de la econometría. Es ponerle numeritos a los horóscopos. Una variante del “wishful thinking”, ensoñación que el diccionario Webster describe así: the attribution of reality to what one wishes to be true or the tenuous justification of what one wants to believe

Hay indicios de que los mercados mundiales creen que lo peor del golpe recesivo ya pasó. Los mercados – que no son otra cosa que personas de carne y hueso arriesgando recursos propios- suelen ser más acertados que los econometristas de laboratorio y mucho más certeros que los profetas interesados en que la realidad se ajuste a sus cartabones ideológicos.

La economía, comparada con otras ciencias, tiene pocas certezas que ofrecer. En el terreno de las disciplinas que estudian la conducta humana, con el auxilio de herramientas matemáticas y a través de métodos más o menos experimentales, terreno al que pertenece la economía, el principio de incertidumbre del físico Werner Heisenberger (enunciado en 1927) se vuelve algo así como el principio de lo incognoscible.

Sabemos que habrá recuperación, sospechamos, gracias a los mercados y a un puñado de indicadores – digamos la venta de nuevas casas en Estados Unidos –, que ya se “tocó piso” o casi, pero no sabemos mucho más. Ponerle numeritos a esas u otras conjeturas podrá ser, en todo caso, un juego divertido o una estratagema para defender o atacar a tal o cual gobierno, a tal o cual ideología, a tal o cual creencia, pero nada tiene que ver con la ciencia.

Mucho menos hemos logrado, en economía, dilucidar con exactitud la cadena de causas y efectos detrás de las recuperaciones.

Cuando se verifique el repunte de la actividad económica en Estados Unidos no sabremos a ciencia cierta si fue por las carretadas de dinero público o porque alguien atinó a las palabras que hicieron recobrar la confianza o simplemente porque millones de personas siguieron trabajando, se ajustaron el cinturón, aceptaron pérdidas y se levantaron…

Es la “ciencia” de muchos enigmas no resueltos. Por lo pronto, hay indicios de recuperación y la mayor parte de las carretadas de dinero público aún no se ejercen…Tal vez lo más honesto sería ahorrarle todo ese dinero a los sufridos contribuyentes.

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7 Comentarios:

Blogger Wm Gille Moire dijo...

¿Qué opina de la economía austriaca? ¿De afirmaciones como la siguiente:

La economía no predice el estado futuro de las cosas, sino las implicaciones lógicas de la acción. Sabemos que un incremento de la demanda de un bien incrementa su precio, pero ¿realmente se incrementará en la realidad? ¿Es esto una ley? Desde luego, si la cantidad de ese bien se dobla, es probable que no se incremente el precio, incluso que disminuya. Sin embargo, lo cierto es que un aumento de la demada sí incrementa el precio por encima del que hubiera alcanzado; o en el caso descrito, el precio es menos bajo de lo que hubiera sido.-?

Salud

mayo 14, 2009  
Blogger Wm Gille Moire dijo...

La cita la tomé de

http://www.liberalismo.org/bitacoras/1/3383/informacion/prediccion/

mayo 14, 2009  
Blogger Carlos dijo...

En
http://refutacionesyartificios.blogspot.com/2009/05/econometria-y-ciencia-ricardo-medina-le.html
me he tomado la libertad de comentar informalmente las tesis de esta columna, con la que no concuerdo.
Muchos saludos,

mayo 19, 2009  
Blogger Wm Gille Moire dijo...

Carlos, no sé qué es la econometría, pero no creo que sirva de mucho saber cómo se comportó una variable en el pasado. Con eso no se pueden hacer pronósticos confiables. Porque a veces unas variables pesan más, otras veces pesan menos... La prueba es que el Indios de Juárez acaba de eliminar al Toluca.

Coincido, pues, con R Medina: es ponerle numeritos a las corazonadas.

mayo 20, 2009  
Blogger Carlos dijo...

Navaja de Occam:

¿Será que el gremio de los economistas, compuesto por miles de personas (decenas de miles?) de todas nacionalidades, en todo el mundo, han invertido su tiempo en una herramienta inútil (sometidos al control del arbitraje científico, en ambientes de competencia por espacios de publicación, posiciones universitarias, etc.) que no sirve de mucho?
¿Será que nadie, ninguno, se ha puesto a pensar qué es la econometría, y que ninguno se ha dado cuenta de que no sirve de mucho?
¿O será que, con todo respeto, descalificamos lo poco conocido para asumir comodidad de pensamiento y de posición política?

Vayan las críticas con respeto. Por lo demás, el de cómo se perciben las herramientas usadas por colectivos académicos es tema que me interesa...

mayo 22, 2009  
Blogger Wm Gille Moire dijo...

Carlos, deberías leer los caps 37 y 38 de Acción Humana. Ahí Mises habla muy mal de los economistas profesionales... "los doctorcitos", como les dice R Medina.

mayo 26, 2009  
Anonymous Nicolás dijo...

Me causa gracia ver la publicación central y las opiniones, respecto a un tema del que no tienen ni la más mínima idea. Les dejo un enlace donde comparten mi opinión.

http://refutacionesyartificios.blogspot.com/2009/05/econometria-y-ciencia-ricardo-medina-le.html

marzo 18, 2011  

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