La “bendición” de la tasa cero
¡Qué bueno que la tasa cero del IVA sea para beneficiar a los pobres! Eso nos permitió, el domingo pasado, comprar un delicioso kilo de carne de res de la mejor calidad – corte churrasco argentino- a sólo $81.50 pesos (en lugar de $93.75 pesos si hubiese tenido tasa IVA de 15 por ciento), sintiendo que los $12.25 pesos que nos ahorramos son parte de una grandiosa conquista social a favor de los pobres.
Dice una encuesta muy publicitada que el 84 por ciento de los mexicanos se opone a que “se cargue el IVA a alimentos y medicinas”. Al menos así lo explicó ayer mi amigo Ciro Gómez Leyva en su columna diaria, aunque habría que advertir que los alimentos y medicinas NO están exentos del pago del IVA en México, sino que la tasa de ese impuesto que paga el consumidor final es de cero, que no es lo mismo.
Muy bien, Ciro calcula que eso significa, políticamente, que el asunto de la tasa cero es intocable y búsquenle por otro lado. Encuesta mata todo, por lo visto.
El resultado de esa encuesta me genera un secreto y cínico placer, que confieso aquí con la esperanza de que pasará inadvertido porque casi nadie lee este blog en estos días: Me encanta disfrutar de la buena vida que se puede dar alguien de ingresos medios o altos en México, sintiendo que esos privilegios me salen más baratos gracias a una política que – es dogma de fe bendecido por las encuestas- “beneficia a los más pobres”. Ya sé lo que sienten algunos políticos de izquierda cuando predican en contra de los ricachones después de comprarse en Rodeo Drive un traje de 20 mil dólares.
El domingo decidimos estar de “flojos” en la casa y A. compró unos cortes argentinos deliciosos, y tan sólo en un kilo de churrasco, por ejemplo, nos ahorramos más de 12 pesos que deberíamos haber pagado de IVA, de no ser porque nuestros políticos están siempre pendientes de los más pobres.
¡Gracias! Y por favor, que nadie me amargue el gusto diciendo que esos 12.25 pesos podrían haberse ido a tal o cual gasto gubernamental en educación, salud o vivienda para los más pobres. No, esas son “falacias neoliberales”: 84 por ciento de los mexicanos apoyan que la tasa cero en el IVA haya abaratado mi gula dominical. ¿Qué más puedo pedir?
Dice una encuesta muy publicitada que el 84 por ciento de los mexicanos se opone a que “se cargue el IVA a alimentos y medicinas”. Al menos así lo explicó ayer mi amigo Ciro Gómez Leyva en su columna diaria, aunque habría que advertir que los alimentos y medicinas NO están exentos del pago del IVA en México, sino que la tasa de ese impuesto que paga el consumidor final es de cero, que no es lo mismo.
Muy bien, Ciro calcula que eso significa, políticamente, que el asunto de la tasa cero es intocable y búsquenle por otro lado. Encuesta mata todo, por lo visto.
El resultado de esa encuesta me genera un secreto y cínico placer, que confieso aquí con la esperanza de que pasará inadvertido porque casi nadie lee este blog en estos días: Me encanta disfrutar de la buena vida que se puede dar alguien de ingresos medios o altos en México, sintiendo que esos privilegios me salen más baratos gracias a una política que – es dogma de fe bendecido por las encuestas- “beneficia a los más pobres”. Ya sé lo que sienten algunos políticos de izquierda cuando predican en contra de los ricachones después de comprarse en Rodeo Drive un traje de 20 mil dólares.
El domingo decidimos estar de “flojos” en la casa y A. compró unos cortes argentinos deliciosos, y tan sólo en un kilo de churrasco, por ejemplo, nos ahorramos más de 12 pesos que deberíamos haber pagado de IVA, de no ser porque nuestros políticos están siempre pendientes de los más pobres.
¡Gracias! Y por favor, que nadie me amargue el gusto diciendo que esos 12.25 pesos podrían haberse ido a tal o cual gasto gubernamental en educación, salud o vivienda para los más pobres. No, esas son “falacias neoliberales”: 84 por ciento de los mexicanos apoyan que la tasa cero en el IVA haya abaratado mi gula dominical. ¿Qué más puedo pedir?
Etiquetas: "izquierda", demagogia, finanzas públicas, IVA tasa cero, políticas públicas, reforma fiscal
2 Comentarios:
Muy cierto Ricardo,
Mientras la gente pobre del país gasta poco en medicinas, pues consultan en el IMSS. Las personas que tenemos mejor poder adquisitivo somos los beneficiados.
Por ejemplo, el mes pasado tuve la desgracia de enfermarme en dos ocasiones. La primera fue por una infección intestinal y la segunda por una infección en la garganta:
Primer visita al médico: 200 pesos
Medicina/infección intestinal: 500 pesos
Segunda visita al médico: 200 pesos
Medicina/dolor-inflamación: 100 pesos
Medicina/infección: otros 500 pesos
Darme el lujo de ir a un médico particular y comprar mis propias medicinas (pues pude haber ido al IMSS) y no pagar 225 pesos en impuestos, supuestamente por "ayudar" a los más pobres, ¡no tiene precio!
Otra cosa,
Algún liberal aquí en México, ha dicho que la taza cero en alimentos y medicinas es un triunfo para el liberalismo, pues la tendencia hacía la desaparición de los impuestos es una meta del liberalismo.
Por mi parte creo que los avances en libertad son identificables única y exclusivamente cuando éstos avances son parejos y aplcables para todo ciudadano. Dicho de otra forma, no hay libertad sin justicia.
Me gustaría saber tu punto de vista concreto al respecto y cómo indentificar verdaderos avances en libertad, y si debemos aceptar avances "negociados", como por ejemplo las diferenciaciones.
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