martes, 12 de febrero de 2008

El misterio del crecimiento y la productividad

¿Por qué el PIB de México no crece de forma sostenida a tasas más elevadas, digamos de 7% u 8% anual?

Mi respuesta inmediata ante esta pregunta suele ser: "México no crece a tasas más elevadas porque padecemos múltiples obstrucciones a la productividad". Y podemos enumerar decenas de dichos obstáculos: precarios derechos de propiedad, barreras a la competencia, restricciones a la inversión, lamentable calidad de la educación, excesivas regulaciones, presencia de monopolios públicos y privados en áreas estratégicas…

Tal vez, sin embargo, la respuesta deba ir más allá de la noción típica de productividad como la relación entre lo producido y los medios empleados en la producción, para enfatizar que ese cociente – el resultado de dividir lo producido entre el caudal de medios e insumos empleados- tiene que definirse en términos de beneficio neto para el consumidor. Es decir: Productividad es todo aquello que nos hace la vida más llevadera como consumidores.

Intento un ejemplo para tratar de arrojar luz sobre esa distinción: La empresa A obtiene una utilidad neta de 45 por ciento sobre sus ventas brutas porque disfruta de una condición monopolística en el mercado. El principal medio empleado para lograr esa condición y esa elevada rentabilidad podemos resumirlo en: "Excelentes relaciones con la agencia gubernamental reguladora y con los legisladores". ¿Es eso productividad? No. Podrá definirse como rentabilidad pero no como productividad porque no se ha generado una riqueza adicional a través del proceso productivo o de mejoras en los factores de la producción (capital financiero, trabajo, conocimientos, destrezas, capital humano, tecnología), sino que se ha verificado una apropiación de rentas, un juego de suma cero: El beneficiario, cazador de rentas, ha obtenido su utilidad despojando a los consumidores de un excedente que los consumidores podrían haber disfrutado en condiciones de competencia o libre mercado. Para el conjunto de la economía se trata, de hecho, de un retroceso en términos de productividad: La vida se ha hecho más difícil, más cara, de lo que podría ser en condiciones de verdadera competencia.

Hay que añadir, entonces, una precisión a la respuesta original sobre las causas del mediocre crecimiento económico: Abrumadores obstáculos a la productividad definida éste en términos de beneficios netos para el consumidor.

Lo cual nos lleva al gran problema de ¿por qué los intereses del consumidor están tan mal defendidos en el terreno institucional? Problema que abordaré mañana.

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1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Su análisis explica el por que de la queja de Emilio Azcarra al gobierno mexicano de por que no le ayuda mas. Pobrecito

Saludos

febrero 14, 2008  

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