¿Cuál es el misterio de los excedentes?
Es muy simple. El "misterio" del porqué algunos políticos, incluso legisladores de renombre, no "creen" que no hubo excedentes petroleros en el primer trimestre, se resume en una palabra: Ignorancia. De los propios políticos y de sus asesores, si los tienen.
No es bonito decir que legisladores renombrados o que políticos de prosapia, como el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, no saben de lo que hablan. Pero así es, al menos en el caso de los excedentes petroleros.
Vamos a ver. Hay tres leyes y un decreto, aprobadas por el Congreso en su conjunto las tres primeras y aprobado por la Cámara de Diputados el último, que explican con toda claridad lo que debe hacerse con los excedentes de ingresos petroleros, en caso de que los haya, y cómo se determinan los tales excedentes.
Las leyes son la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (dicho sea de paso, la Real Academia de la Lengua Española debería aprobar ya el uso del horrendo adjetivo "hacendario" como premio a la necedad de los políticos mexicanos que le siguen llamando así a lo que en buen español se llama "hacendístico"), la de Ingresos de la Federación para 2008 y la del Impuesto Especial para Producción y Servicios (LIEPS). El decreto es el del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2008.
Una buena explicación, que en general – salvo El Economista y algún otro medio de comunicación- fue desdeñada por los medios, se puede encontrar en el Informe Semanal del Vocero de la Secretaría de Hacienda del domingo pasado, búsquenla en la red y entérense. Otra manera de verlo es tomar el lápiz y hacer las cuentas con sentido común y buena aritmética (el jefe de gobierno del Distrito Federal está exento en esta materia por incapacidad manifiesta), y considerar que sí, es muy bonito que los precios del petróleo anden por las nubes, pero que ya no es tan bonito que a los ingresos haya que restarles los gastos de importar la gasolina y venderla mucho más barata de lo que nos costó.
Así se hacen las cuentas. A lo que entró se le resta lo que salió y se obtiene un saldo neto. No quiero ser malévolo y decir que eso se aprende en "Palitos Uno" de preescolar, pero digamos que es contabilidad básica.
No es bonito decir que legisladores renombrados o que políticos de prosapia, como el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, no saben de lo que hablan. Pero así es, al menos en el caso de los excedentes petroleros.
Vamos a ver. Hay tres leyes y un decreto, aprobadas por el Congreso en su conjunto las tres primeras y aprobado por la Cámara de Diputados el último, que explican con toda claridad lo que debe hacerse con los excedentes de ingresos petroleros, en caso de que los haya, y cómo se determinan los tales excedentes.
Las leyes son la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (dicho sea de paso, la Real Academia de la Lengua Española debería aprobar ya el uso del horrendo adjetivo "hacendario" como premio a la necedad de los políticos mexicanos que le siguen llamando así a lo que en buen español se llama "hacendístico"), la de Ingresos de la Federación para 2008 y la del Impuesto Especial para Producción y Servicios (LIEPS). El decreto es el del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2008.
Una buena explicación, que en general – salvo El Economista y algún otro medio de comunicación- fue desdeñada por los medios, se puede encontrar en el Informe Semanal del Vocero de la Secretaría de Hacienda del domingo pasado, búsquenla en la red y entérense. Otra manera de verlo es tomar el lápiz y hacer las cuentas con sentido común y buena aritmética (el jefe de gobierno del Distrito Federal está exento en esta materia por incapacidad manifiesta), y considerar que sí, es muy bonito que los precios del petróleo anden por las nubes, pero que ya no es tan bonito que a los ingresos haya que restarles los gastos de importar la gasolina y venderla mucho más barata de lo que nos costó.
Así se hacen las cuentas. A lo que entró se le resta lo que salió y se obtiene un saldo neto. No quiero ser malévolo y decir que eso se aprende en "Palitos Uno" de preescolar, pero digamos que es contabilidad básica.
Etiquetas: Cuauhtémoc Cárdenas, empresas petroleras en el mundo, excedentes petroleros, finanzas públicas, Pemex, precios de las gasolinas
1 Comentarios:
¿Quien quiere escuchar a alguien que sabe que no existe el monstruo del lago Ness explicarnos las razones por las cuales es imposible que un animal de esas dimensiones viva en dicho lago?
Es mucho más interesante escuchar al lugareño que afirma haber visto al monstruo por última vez. No importa que no tenga pruebas que respalden lo que dicen o que tuviera motivos para mentir (como tener una tienda donde los visitantes pueden comprar recuerdos con la forma del monstruo).
Así que no debe extrañarnos que muchos medios no hayan recogido la explicación del vocero de hacienda. Siempre será más interesante escuchar lo que tenga que decir "EL Ingeniero" sobre el monstruo... digo, sobre los excedentes.
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