El gran fondo de inversiones tóxicas Paulson & Co.
Imaginemos tres escenarios posibles acerca del “rescate” del sistema financiero global, domiciliado formalmente – y por ahora- en Estados Unidos. Sirve al menos para estar preparados.
Escenario uno: Pese a todo y con pequeños ajustes cosmético-políticos, tanto el Senado como la Cámara de Representantes aprueban el rescate de activos tóxicos propuesto por Henry Paulson y su equipo. Se crea un gigantesco fondo de inversión dentro de la mismísima Secretaría del Tesoro y su administrador estrella – el propio Paulson – dispone de miles de millones de dólares para armar un portafolio de papeles tóxicos maquillados. Se alivia un poco y en el muy corto plazo la turbulencia en los mercados. No más. Resultado práctico: se gana tiempo para llegar a las elecciones del 4 de noviembre sin “tantas” turbulencias. ¿Después? Dios – y el próximo presidente de los Estados Unidos- dirán qué sigue…
En este escenario, ¿se evita una recesión? No.
Escenario dos: Se le hacen ajustes mayores al plan de rescate y en lugar de usar los recursos de los contribuyentes para comprar activos tóxicos e ilíquidos, se utilizan para capitalizar a las instituciones en problemas y para estimular todas las compras, fusiones y absorciones posibles que mejoren sustancialmente la relación “capital contra activos en riesgo” de la banca estadounidense y global. El rescate sale más barato, y menos “injusto”.
En este escenario, ¿se evita una recesión? No.
Escenario tres: Por “culpa” de la politiquería y de las perniciosas opiniones de algunos libertarios – convencidos, como yo, de la supremacía del mercado libre sobre cualquier intervencionismo gubernamental- no se hace nada. Quiebran más instituciones, pierden muchos inversionistas y acreditados más o menos “inocentes” (cabría preguntar: ¿inocentes de cuál crimen?, ¿tener dinero?, ¿necesitarlo?); aumenta la percepción de riesgo, se recobran prácticas bancarias y financieras conservadoras; cae el dólar, el gobierno de Estados Unidos no tiene más remedio que proponer un programa creíble, draconiano, de saneamiento de sus deterioradas finanzas públicas y la Reserva Federal no tiene más remedio que elevar las tasas de interés para detener la estampida de capitales que huyen del dólar y de los devaluados bonos del Tesoro.
En este escenario, ¿se evita una recesión? No.
Lo único seguro es la recesión. La Casa Blanca, los candidatos y Wall Street se engañan y nos engañan cuando dicen que con “el gran fondo de inversiones tóxicas Paulson & Co.”, podrán evitarla.
Escenario uno: Pese a todo y con pequeños ajustes cosmético-políticos, tanto el Senado como la Cámara de Representantes aprueban el rescate de activos tóxicos propuesto por Henry Paulson y su equipo. Se crea un gigantesco fondo de inversión dentro de la mismísima Secretaría del Tesoro y su administrador estrella – el propio Paulson – dispone de miles de millones de dólares para armar un portafolio de papeles tóxicos maquillados. Se alivia un poco y en el muy corto plazo la turbulencia en los mercados. No más. Resultado práctico: se gana tiempo para llegar a las elecciones del 4 de noviembre sin “tantas” turbulencias. ¿Después? Dios – y el próximo presidente de los Estados Unidos- dirán qué sigue…
En este escenario, ¿se evita una recesión? No.
Escenario dos: Se le hacen ajustes mayores al plan de rescate y en lugar de usar los recursos de los contribuyentes para comprar activos tóxicos e ilíquidos, se utilizan para capitalizar a las instituciones en problemas y para estimular todas las compras, fusiones y absorciones posibles que mejoren sustancialmente la relación “capital contra activos en riesgo” de la banca estadounidense y global. El rescate sale más barato, y menos “injusto”.
En este escenario, ¿se evita una recesión? No.
Escenario tres: Por “culpa” de la politiquería y de las perniciosas opiniones de algunos libertarios – convencidos, como yo, de la supremacía del mercado libre sobre cualquier intervencionismo gubernamental- no se hace nada. Quiebran más instituciones, pierden muchos inversionistas y acreditados más o menos “inocentes” (cabría preguntar: ¿inocentes de cuál crimen?, ¿tener dinero?, ¿necesitarlo?); aumenta la percepción de riesgo, se recobran prácticas bancarias y financieras conservadoras; cae el dólar, el gobierno de Estados Unidos no tiene más remedio que proponer un programa creíble, draconiano, de saneamiento de sus deterioradas finanzas públicas y la Reserva Federal no tiene más remedio que elevar las tasas de interés para detener la estampida de capitales que huyen del dólar y de los devaluados bonos del Tesoro.
En este escenario, ¿se evita una recesión? No.
Lo único seguro es la recesión. La Casa Blanca, los candidatos y Wall Street se engañan y nos engañan cuando dicen que con “el gran fondo de inversiones tóxicas Paulson & Co.”, podrán evitarla.
Etiquetas: crisis, economía de Estados Unidos, Elecciones Presidenciales EU, gran fondo de inversiones tóxicos Paulson and Co., Henry Paulson, los años de sequía, miedo a la recesión, rescate financiero
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