Otro problema que nos ahorramos
Las mejores universidades del mundo están en Estados Unidos, pero la mayoría de los egresados de doctorado de esas universidades – mayoritariamente asiáticos, no estadounidenses- enfrentan toda clase de obstáculos idiotas para quedarse a trabajar e investigar en Estados Unidos.
Hace una semana Thomas L. Friedman publicó en The New York Times un revelador artículo acerca de la estupidez política, se llama “Laughing and Crying” – riendo y llorando- y cuenta sus agridulces reflexiones tras asistir a una ceremonia de graduación de doctorados en el Rensselaer Polytechnic Institute, una de las mejores escuelas del mundo en ingeniería y ciencias.
Dicho en pocas palabras: Un estadounidense puede sentirse orgulloso de que su país tiene las mejores universidades del mundo, pero debe sentirse preocupado de que la mayoría de los egresados de doctorados en esas universidades NO son estadounidenses, porque el resto del sistema educativo estadounidense está fallando miserablemente en formar buenos candidatos a ser científicos, tecnólogos e investigadores de calidad.
Pero no es ese hecho el que hace llorar a Friedman, sino – más grave aún- el hecho de que la mayoría de esos nuevos doctores – formados por la crema y nata de la ciencia mundial- seguramente NO se quedarán a investigar y trabajar en Estados Unidos ¡gracias a los estúpidos prejuicios contra la migración que se han vuelto a poner de moda en ese país y que los políticos usan para captar votos y electores!
Junto con su título académico Hong Lu, Xu Tie, Tao Yuan, Fu Tang - todos nombres chinos inventados por Friedman- deberían recibir su certificado de residencia definitiva en Estados Unidos (“green card”)…, pero no. Lo más probable es que Lu, Tie, Yuan y Tang reciban toda clase de señales – del gobierno y de muchos estadounidenses- de que no son bienvenidos, ya sea porque se especula que les quitarán empleos a los estadounidenses o, peor todavía, porque políticos y periodistas populistas (e idiotas) siembran la sospecha de que, por ser extranjeros, son criminales o terroristas en potencia.
Es para llorar. Lo bueno, para nosotros los mexicanos, es que no nos tenemos que preocupar por ese tipo de asuntos. Ni en sueños, nuestras universidades, públicas o privadas, están formando a la vanguardia científica del mundo. ¡Qué alivio!, ¿o no?
Hace una semana Thomas L. Friedman publicó en The New York Times un revelador artículo acerca de la estupidez política, se llama “Laughing and Crying” – riendo y llorando- y cuenta sus agridulces reflexiones tras asistir a una ceremonia de graduación de doctorados en el Rensselaer Polytechnic Institute, una de las mejores escuelas del mundo en ingeniería y ciencias.
Dicho en pocas palabras: Un estadounidense puede sentirse orgulloso de que su país tiene las mejores universidades del mundo, pero debe sentirse preocupado de que la mayoría de los egresados de doctorados en esas universidades NO son estadounidenses, porque el resto del sistema educativo estadounidense está fallando miserablemente en formar buenos candidatos a ser científicos, tecnólogos e investigadores de calidad.
Pero no es ese hecho el que hace llorar a Friedman, sino – más grave aún- el hecho de que la mayoría de esos nuevos doctores – formados por la crema y nata de la ciencia mundial- seguramente NO se quedarán a investigar y trabajar en Estados Unidos ¡gracias a los estúpidos prejuicios contra la migración que se han vuelto a poner de moda en ese país y que los políticos usan para captar votos y electores!
Junto con su título académico Hong Lu, Xu Tie, Tao Yuan, Fu Tang - todos nombres chinos inventados por Friedman- deberían recibir su certificado de residencia definitiva en Estados Unidos (“green card”)…, pero no. Lo más probable es que Lu, Tie, Yuan y Tang reciban toda clase de señales – del gobierno y de muchos estadounidenses- de que no son bienvenidos, ya sea porque se especula que les quitarán empleos a los estadounidenses o, peor todavía, porque políticos y periodistas populistas (e idiotas) siembran la sospecha de que, por ser extranjeros, son criminales o terroristas en potencia.
Es para llorar. Lo bueno, para nosotros los mexicanos, es que no nos tenemos que preocupar por ese tipo de asuntos. Ni en sueños, nuestras universidades, públicas o privadas, están formando a la vanguardia científica del mundo. ¡Qué alivio!, ¿o no?
Etiquetas: China, ciencia, Ciudad de México, economía del conocimiento, educación, Estados Unidos, tecnología, universidades
publicadas por Ricardo Medina Macías a la/s
miércoles, mayo 30, 2007
5 Comentarios:
Las mejores universidades en los Estados Unidos incluyen Harvard, Yale, y Stanford.
Europa tiene buenas universidades también como Oxford y Frankfurt am Mein.
No es muy difícil para los profesionales extranjeros con habilidades especiales para obtener un green card permanente si ellos son ofrecidos el empleo en avance por una universidad o instituto estadounidense.
Estimado Sr. Medina:
En algunas áreas que posiblemente usted no conoce, quizás sí se está formando a la vanguardia científica del mundo.
Lamentablemente usted no está informado y el gobierno está más interesado en hacer negocios con empresas extranjeras que en invertir en educación y en generar tecnología propia.
Le recomiendo que vea más a menudo las noticias de la mañana de canal 11. Preste atención a la parte de "ciencia y cultura".
También podría de vez en cuando leer la gaceta de la UNAM.
Y sí, falta mucho por difundir y aún más por hacer. En eso sí estoy de acuerdo con usted.
Saludos
Hay ciertos puntos en los que estoy en desauerdo.
Primero, como te habia dicho antes, la razon por la que ves a tantos chinos es porque el 0.5% de la poblacion de china es muchisimo mayor que el mismo porcentaje de la poblacion de Mexico. La calidad de las universidades en un lugar o en el otro no es el factor. Ademas, China no es un pais conocido por su investigacion academica ni por favorecer la creatividad, fundamental en la investigacion cientifica.
Hay muchos mexicanos haciendo posgrados en EU en varias ciencias, y en mi experiencia la calidad de los estudiantes de doctorado provenientes de los distintos paises es bastante uniforme, al igual que la calidad de la investigacion. Al llegar a cierto nivel, las diferencias son marginales y no se deben a nacionalidad o a donde se estudio una licenciatura.
Segundo, la razon por la que no ves tantos estadounidenses en programas de investigacion, pero si en lo que aqui se llama professional schools (MBA, Law School, Medical School, que aqui son posgrados) es que al remuneracion economica es muchisimo menor. Segun datos de Richard Freeman (te puedo mandar el paper) 45% de los profesores de economia en EU menores a 45 anios es extranjero. Para otras ciencias es aun mayor, pero eso no es el caso para los MBA.
La educacion a nivel licenciatura, en promedio en EU (y el contacto que he tenido aca es en una de las mejores 15 o 10 universidades del pais), es ademas igual de mediocre que en otros paises. La diferencia esta en los recursos que se tienen para la investigacion.
En conclusion, la investigacion de punta se esta haciendo por mexicanos, chinos, turcos, etc. La vanguardia cientifica del mundo se puede estar formando hoy en una universidad publica o privada en Mexico, o en cualquier parte del mundo.
Alejandro Valenzuela:
Buscaré la Gaceta de la UNAM y veré esa sección sobre ciencia y cultura en Canal 11. Me encantaría estar equivocado...
Gracias.
RMM
Mari:
Tienes razón. Mi artículo, y también en buena medida, el de Friedman pecan de hacer varias generalizaciones inexactas. Creo que lo más rescatable es la crítica que hace Friedman a los prejuicios xenófobos en Estados Unidos, alimentados por muchos políticos ignorantes (de Hillary Clinton a Gulliani, pasando por Obama y varios más)...Pero aún esn ese caso hay cierta dosis de exageración, como advierte el comentario de "Ricardo Libertario" ya que después de todo muchos de esos doctores - mexicanos, chinos, indios, brasileños, argentinos y de muchas otras nacionalidades- son contratados para ser los maestros e investigadores de las universidades de vanguardia.
En fin, Mari, tu argumentación es muy buena y aporta mucha información que generalmente ignoramos o desdeñamos.
Saludos.
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