sábado, 30 de junio de 2007

El negocio de la elusión y los verdaderos cautivos

Un cálculo grueso de cuál es la tasa promedio efectiva de impuesto sobre sus utilidades que están pagando las empresas en México arroja la cifra de 13.7 por ciento. Mientras tanto, los asalariados de cierto nivel pagan, quieran o no, porque se les retiene el impuesto, una tasa efectiva de 28 por ciento. ¡Esos son los verdaderos contribuyentes cautivos!

Las estimaciones cuantitativas sobre asuntos que, por su naturaleza, carecen de registros formales y públicos deben hacerse por inferencia. Tal es el caso de este cálculo – que me ha proporcionado un amigo economista, asiduo lector de estas Ideas al vuelo- acerca de la tasa promedio que de veras se paga en México de Impuesto sobre la Renta (ISR) empresarial.

¿Cómo se llegó a esta inferencia? A partir de los siguientes datos:
1. Recaudación de ISR de empresas: 171,437.1 millones de pesos,
2. Cálculo de la SHCP acerca del monto de recaudación que NO se obtiene del ISR empresarial a causa de tratamientos especiales, tasas diferenciales, excepciones, planeaciones fiscales para imcrementar deliberadamente la cuantía de las deducciones y otras: 177,340 millones de pesos (dato registrado en el llamado “presupuesto de gastos fiscales”).
La suma de (1) y (2) nos da el estimado de lo que se debería recaudar si todas las empresas tributaran efectivamente conforme a la tasa nominal del ISR: 348,777.1 millones de pesos. Si esta última cifra es el 28 por ciento de las utilidades de las empresas, se infiere que la tasa efectiva promedio que se está pagando es de tan sólo 13.7 por ciento.

Obviamente es un promedio de un conjunto muy extenso, con una gran varianza: Habrá muchos que paguen una tasa mayor y otros que paguen una tasa menor de la tasa promedio.

En contraste, cualquier asalariado en México que gane, por poner una cifra, 20,000 pesos mensuales tributa un ISR para personas físicas – quiera o no- a una tasa efectiva de 28 por ciento, prácticamente sin posibilidad de hacer deducciones.
Es claro:
1. Que la actual base gravable del ISR empresarial está gravamente erosionada,
2. Que es una situación inicua para los verdaderos contribuyentes cautivos, que son los asalariados y
3. Que la introducción de la Contribución Empresarial de Tasa Única (CETU) como impuesto de control es una buena idea que, independientemente de su potencial recaudador, tenderá a emparejar las tasas efectivas de ISR entre empresas y asalariados.

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