Oficio, legislador; actividad, promover el fracaso
¿Qué hace un político mediocre e incompetente – la lista en el mundo es extensa- ante la prosperidad que es resultado del éxito? Castigarla, si es posible prohibirla, igualar hacia abajo, regodearse en la promoción del fracaso.
Uno supondría que los políticos locales en Massachussets están orgullosos de la concentración de capital intelectual en su estado, en el que tienen su sede varias universidades que ocupan los primeros lugares en el mundo, empezando por Harvard. Error. Al menos varios de esos políticos, legisladores locales, parecen profundamente resentidos por el éxito de esos centros de excelencia educativa y por la prosperidad que se deriva de dicho logro.
Encabezados por el representante Paul Kujawski, del Partido Demócrata, han propuesto al departamento de ingresos del gobierno del estado analizar la viabilidad de gravar con un impuesto de 2.5% anual la porción de las donaciones que reciban las universidades que exceda de los mil millones de dólares. Al menos nueve universidades en Massachussets reciben donaciones que sobrepasan ese monto.
Más que la generación de ingresos adicionales para el estado, cosa que no sucederá porque el impuesto ahuyentaría a los donantes, Kujawski confiesa que el objetivo de su propuesta es disminuir las donaciones "exorbitantes" y que, supone, no están dictadas por fines auténticamente altruistas.
Es, pues, un impuesto contra el éxito dictado por la envidia, algo electoralmente muy vendedor y mercancía habitual de los populistas.
Greg Mankiw, profesor de Harvard y famoso economista, escribió en su bitácora en la red que ante un impuesto así, en caso de darse, Harvard debería fundar de inmediato un nuevo campus en otro estado con clima más benigno, que podría llamarse Harvard Sur, y canalizar a todos los donantes y todas sus donaciones a ese nuevo destino, al tiempo que Harvard Norte – la sede original- emprende una lenta y ventajosa venta de terrenos hasta desaparecer.
¿Eso es lo que quiere lograr Kujawski?
Kujawski – dice la página de este político en la red- estudió un B. A. (licenciatura) en North Adams State College, toda su vida laboral se ha dedicado a la política y ha sido legislador local desde hace 14 años. Pone en su currículum como "Profesión": Legislador. No sabrá hacer otra cosa. Pero habrá que aclararle que ésa no es una profesión, sino un oficio generalmente pernicioso para los demás.
Uno supondría que los políticos locales en Massachussets están orgullosos de la concentración de capital intelectual en su estado, en el que tienen su sede varias universidades que ocupan los primeros lugares en el mundo, empezando por Harvard. Error. Al menos varios de esos políticos, legisladores locales, parecen profundamente resentidos por el éxito de esos centros de excelencia educativa y por la prosperidad que se deriva de dicho logro.
Encabezados por el representante Paul Kujawski, del Partido Demócrata, han propuesto al departamento de ingresos del gobierno del estado analizar la viabilidad de gravar con un impuesto de 2.5% anual la porción de las donaciones que reciban las universidades que exceda de los mil millones de dólares. Al menos nueve universidades en Massachussets reciben donaciones que sobrepasan ese monto.
Más que la generación de ingresos adicionales para el estado, cosa que no sucederá porque el impuesto ahuyentaría a los donantes, Kujawski confiesa que el objetivo de su propuesta es disminuir las donaciones "exorbitantes" y que, supone, no están dictadas por fines auténticamente altruistas.
Es, pues, un impuesto contra el éxito dictado por la envidia, algo electoralmente muy vendedor y mercancía habitual de los populistas.
Greg Mankiw, profesor de Harvard y famoso economista, escribió en su bitácora en la red que ante un impuesto así, en caso de darse, Harvard debería fundar de inmediato un nuevo campus en otro estado con clima más benigno, que podría llamarse Harvard Sur, y canalizar a todos los donantes y todas sus donaciones a ese nuevo destino, al tiempo que Harvard Norte – la sede original- emprende una lenta y ventajosa venta de terrenos hasta desaparecer.
¿Eso es lo que quiere lograr Kujawski?
Kujawski – dice la página de este político en la red- estudió un B. A. (licenciatura) en North Adams State College, toda su vida laboral se ha dedicado a la política y ha sido legislador local desde hace 14 años. Pone en su currículum como "Profesión": Legislador. No sabrá hacer otra cosa. Pero habrá que aclararle que ésa no es una profesión, sino un oficio generalmente pernicioso para los demás.
Etiquetas: educación, envidia, filantropía, Greg Mankiw, Harvard, impuestos, Massachussets, Paul Kujawski, políticos, populismo, universidades
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