Los daños sistémicos de la ignorancia
La crisis financiera ya es lo suficientemente severa como para que algunos y algunas desparramen su "docta ignorancia" emitiendo juicios de valor sin fundamento.
Ayer en una de esas columnas pseudo- periodísticas de recados cifrados, chismes y balbuceos escritas por alguna sedicente especialista en finanzas se reprocha a una empresa – Gruma- haber emitido "información deficiente" acerca de sus operaciones con productos derivados. Sin embargo, en los tres párrafos que se le dedican al asunto, se demuestra NO que la empresa haya informado en forma deficiente, sino que la autora de la columna no leyó o no entendió la información difundida por la empresa, no tiene la menor idea de lo que es un producto derivado, ni de lo que es un margen, ni mucho menos lo que es una llamada de margen en los contratos con productos derivados en los que se incluye el margen como modalidad de apalancamiento, y que se aplica en caso de que el saldo quede por debajo del margen disponible o usable.
A partir de esa "docta ignorancia" la columnista desliza maliciosas insinuaciones sobre la solvencia de la empresa y le regala a sus incautos lectores esta perla de "información precisa": "el rumor es que Roberto González venderá el control o un paquete importante del (sic) Banorte…". La confesa emisora de rumores demanda que los demás informen con precisión. ¡Vaya¡
¿Cuál es la realidad? Que Gruma obtuvo una línea de crédito que le ha permitido liquidar todas las obligaciones que tenía con instrumentos derivados de tipo de cambio con vencimiento en 2008. Específicamente saldó la única de sus operaciones con derivados que contemplaba una llamada de margen (para el 25 de noviembre), con lo cual eliminó definitivamente el riesgo de que, al aplicarse la llamada de margen, se afectase el flujo de efectivo estable y constante de sus operaciones.
Todo eso puede leerse claramente en el comunicado que emitió Gruma a la bolsa el pasado 13 de noviembre. Y también puede leerse ahí que las demás operaciones con derivados de la empresa con vencimientos en 2009, 2010 y 2011, NO están sujetas a llamadas de margen.
A lo mejor debería penalizarse la irresponsable difusión de falsedades, derivadas de la "docta ignorancia". Por lo menos, que reciban la sanción social en la misma línea que propone el Consejo Nacional de la Comunicación: desenmascarar, por ejemplo, a los falsos médicos
Ayer en una de esas columnas pseudo- periodísticas de recados cifrados, chismes y balbuceos escritas por alguna sedicente especialista en finanzas se reprocha a una empresa – Gruma- haber emitido "información deficiente" acerca de sus operaciones con productos derivados. Sin embargo, en los tres párrafos que se le dedican al asunto, se demuestra NO que la empresa haya informado en forma deficiente, sino que la autora de la columna no leyó o no entendió la información difundida por la empresa, no tiene la menor idea de lo que es un producto derivado, ni de lo que es un margen, ni mucho menos lo que es una llamada de margen en los contratos con productos derivados en los que se incluye el margen como modalidad de apalancamiento, y que se aplica en caso de que el saldo quede por debajo del margen disponible o usable.
A partir de esa "docta ignorancia" la columnista desliza maliciosas insinuaciones sobre la solvencia de la empresa y le regala a sus incautos lectores esta perla de "información precisa": "el rumor es que Roberto González venderá el control o un paquete importante del (sic) Banorte…". La confesa emisora de rumores demanda que los demás informen con precisión. ¡Vaya¡
¿Cuál es la realidad? Que Gruma obtuvo una línea de crédito que le ha permitido liquidar todas las obligaciones que tenía con instrumentos derivados de tipo de cambio con vencimiento en 2008. Específicamente saldó la única de sus operaciones con derivados que contemplaba una llamada de margen (para el 25 de noviembre), con lo cual eliminó definitivamente el riesgo de que, al aplicarse la llamada de margen, se afectase el flujo de efectivo estable y constante de sus operaciones.
Todo eso puede leerse claramente en el comunicado que emitió Gruma a la bolsa el pasado 13 de noviembre. Y también puede leerse ahí que las demás operaciones con derivados de la empresa con vencimientos en 2009, 2010 y 2011, NO están sujetas a llamadas de margen.
A lo mejor debería penalizarse la irresponsable difusión de falsedades, derivadas de la "docta ignorancia". Por lo menos, que reciban la sanción social en la misma línea que propone el Consejo Nacional de la Comunicación: desenmascarar, por ejemplo, a los falsos médicos
Etiquetas: crisis, crisis de los medios, derivados, empresas o corporativos, ignorancia, llamadas de margen, margen, periodismo chafa
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal