lunes, 30 de noviembre de 2009

Urge poner un "hasta aquí" a los rescates

Wolfang Münchau se pregunta si Grecia será el próximo Dubai. El artículo se puede leer en el FT en inglés y en este otro sitio - Expansión - en español. De inmediato, el analista advierte que la pregunta es incorrecta, si queremos hablar con propiedad, porque en el caso de Dubai no estamos hablando del incumplimiento de un Estado soberano con sus acreedores, sino de una corporación privada imbricada profundamente con el gobierno de los Emiratos Árabes Unidos (justo esa imbricación o enredada vinculación con el gobierno habría hecho pensar, erróneamente, a parte de los acreedores que la deuda de Dubai World podría juzgarse como deuda soberana; no es así).
Pero lo importante del comentario de Münchau no son las comparaciones, sino la nueva llamada de atención sobre el desastroso estado de las finanzas públicas de Grecia, con un déficit fiscal cercano al 13% del PIB y con un gobierno que desoye los llamados de su propio banco central a corregir ese desastre. El gobierno griego no quiere, por ningún motivo, iniciar un programa de austeridad en el gasto, ni aumentar impuestos. Falazmente asegura que reducirá unos puntos del déficit en 2010 (a "sólo" 9.1 por ciento del PIB) recurriendo al combate a la evasión fiscal; como lapidariamente concluye Münchau: "El fraude fiscal siempre ocupa el primer puesto de la lista de los gobiernos desesperados".
Si en unas semanas se confirma el presupuesto propuesto por el gobierno (sin austeridad, sin reformas estructurales, sin aumentos de impuestos) Grecia se encaminará directo al incumplimiento con sus acreedores (dos tercios de su deuda pública está en manos de extranjeros) a menos que la Unión Europea entre al rescate.
Y aquí es donde está lo más interesante: Münchau descarta, con buenas razones, que la UE pretenda rescatar a Grecia; por el contrario, prevé que Grecia será el primero de los países de la zona en ser sancionado por incumplir el pacto fiscal (casi todos están en incumplimiento, de una u otra forma, pero el peor es Grecia), lo que agravará la situación fiscal de Grecia, dado que la sanción sería una multa millonaria. Tampoco es probable que el gobierno griego tenga vocación suicida y se salga de la Unión Europea, perdiendo todos sus beneficios y convirtiéndose en un Estado paria, más o menos como Argentina, para todo efecto práctico. ¿Qué pasaría, entonces? Que el Fondo Monetario Internacional tendría que intervenir e imponer a Grecia desde fuera la austeridad fiscal que internamente se resisten a aceptar.
¿Terrible? No, en mi opinión. Terrible sería que el mundo siguiese por el camino equivocado de eludir los costos mediante el expediente de los rescates, consecutivas fugas hacia delante. Si le ponen a Grecia un "hasta aquí" se empezará a restablecer el orden perdido en la economía mundial.

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viernes, 27 de noviembre de 2009

¿Por qué es tan importante el asunto Dubai?

El incumplimiento de World Dubai con sus acreedores reúne, como en su momento lo hizo el estallido de la hipotecas de baja calidad en los Estados Unidos, todos los elementos para generar una reacción en cadena de estallidos de diferentes burbujas especulativas, con todas las consecuencias que ya conocemos.
Por una parte, el hecho de que miles de millones de dólares petroleros de Abu Dabi estén invertidos en los fastuosos conjuntos inmobiliarios de Dubai remite a otra burbuja (activos con precios inflados) próxima a estallar: La de los precios del petróleo. En esta bitácora escribí el pasado 1 de septiembre (ver "¿A dónde va el petróleo?"). Hoy el FT recoge la opinión de Alexander Redman, estratega de Credit Suisse: "Un precio de $80 dólares por barril de petróleo es inconsistente con la dinámica de la oferta y la demanda de crudo, con el nivel de los inventarios y con el actual entorno macroeconómico mundial" (ver aquí).
Y junto con la burbuja de los precios del petróleo pueden estallar, en secuencia, otras tantas burbujas especulativas: el precio del oro, los precios en los mercados de capitales (bolsas de valores), precios de bienes raíces, así como los precios de otras materias primas, como el cobre o el maíz.
Esto, de una manera decepcionante, nos regresa a los agitados días del último trimestre de 2008. Y esto significa que no hemos salido de la crisis, que los ajustes más o menos brutales no han terminado. Dicho de otra forma: Significa que la receta neokeynesiana para hacerle frente a la recesión, concomitante a la crisis financiera de las hipotecas de baja calidad, fracasó. Lo cual, de ser cierto, pone en serios aprietos a los principales gobiernos del mundo.
Ayer mencioné, como de pasada, la relatividad intrínseca de los mercados de divisas: Decimos que el yen está en su nivel más alto respecto del dólar desde 1995, pero no es tan fácil dilucidar si este "fortalecimiento" del yen es tan sólo un "debilitamiento" del dólar. Lo mismo, en términos de relatividad, pasa con la valuación que le damos a otros activos: ¿Es que el petróleo está incongruentemente caro a $80 dólares el barril o es que el dólar se ha debilitado a tal grado que ese precio nos está avisando que, a despecho de los arbitrajes en los mercados de cambios, el dólar no vale lo que decimos que vale?
Ahora bien, sí hay un referente más o menos estable, o absoluto, para la vertiginosa relatividad del valor del dinero: El valor del trabajo.
A muchos sorprende que la incipiente recuperación de la actividad económica se dé en un entorno de desempleo creciente, como está sucediendo en los Estados Unidos, sin embargo, y por triste que parezca, esas cifras de desempleo son sólo el reflejo del costo del ajuste que tenemos que hacer en el mundo del dinero. Son el costo a pagar, como habría dicho Friedrich A. Hayek, para que las aguas vuelvan a su cauce y se acaben de desinflar las burbujas especulativas.
Veamos: El dinero (o cualquier activo con poder liberatorio como lo tiene el dinero: oro, plata, bonos de deuda, hipotecas, acciones) ¿qué compra? Compra trabajo ajeno. Trabajo ya realizado (traducido en un producto o en un servicio) o trabajo por realizar. Si "inflamos" el valor de esos activos (sus precios) estamos, de una u otra forma, "inflando" el valor añadido por el trabajo (ya realizado, actual o futuro). Estamos falsificando un indicador de la productividad. (Dicho sea de paso, buena parte de las ganancias especulativas en una crisis provienen de aprovechar oportunamente los desfases entre la productividad real y los valores que los mercados le están asignando a dicha productividad, de ahí la interesantísima veta de análisis en debates como el de Gary Becker y Richard Posner acerca del desfase entre crecimiento de la productividad y caída del empleo en los Estados Unidos, que comenté el pasado 9 de noviembre aquí).
Y esto nos lleva de Dubai a la India, y de la India a México y a esas ansiadas e inasibles reformas estructurales. Hoy, en el WSJ se publica un revelador reporte acerca de los crecientes conflictos laborales en la India (puede leerse aquí), del cual extraigo una declaración directa y demoledora de Jayan Davar, quien es el presidente de los fabricantes de componentes y partes automotrices en la India, y dice:
"No podemos ser un país capitalista con una legislación laboral socialista"

¿Esto nos suena conocido a los mexicanos?
Veamos algunos de los problemas laborales comunes en la India (cito los párrafos originales del articulo del WSJ en inglés):
Manufacturers have long complained that it can take years to dismiss their permanent employees, leading to bloated work forces and hampering companies' ability to respond quickly to changing business conditions. Executives and industry groups say relaxing the labor laws would allow companies to hire more workers and would attract more manufacturers to India, ultimately underpinning a rise in wages.
"Some of the hardships faced by labor will be lessened if there is greater demand for workers, as would happen in a more flexible market," says Cornell University economics professor Kaushik Basu, who was recently appointed chief economist for India's Ministry of Finance. There are no current efforts to change the laws, officials say.

Conclusiones:
1. Insisto en que vivimos un ajuste profundo en toda la economía mundial. Una recesión prolongada y espasmódica.
2. La salida final de la crisis sólo se dará incrementando la productividad global o ajustando el valor de los activos monetarios al verdadero valor del trabajo.
3. La reticencia de los consumidores a gastar y a endeudarse es fundamentalmente sana (ya no queremos comprar ilusiones, ya no queremos ilusionarnos con la promesa de "comidas gratis" que no existen), y esto significa que hasta que los precios inflados no se ajusten al valor añadido por la productividad real, seguiremos dando tumbos y experimentando sobresaltos.
4. Las recetas neokeynesianas fracasaron.
5. Para países como la India o como México, con legislaciones laborales rígidas que no permiten la adaptación a las cambiantes condiciones de los mercados, son urgentes e indispensables reformas laborales de fondo. Eludirlas, invocando los costos políticos y sociales, es condenarnos, en el mejor de los escenarios, a crecimientos mediocres y a perder - ¡otra vez!- la oportunidad de salir del subdesarrollo.

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jueves, 26 de noviembre de 2009

Dubai, ¿estalla otra burbuja?

Hoy es el día de acción de gracias (thanksgiving day) en los Estados Unidos y sus mercados financieros están cerrados. Pero está muy lejos de ser un día tranquilo para los inversionistas, para las finanzas internacionales y para la economía mundial. Hay una oleada de ventas nerviosas en los mercados electrónicos, en los mercados de Asia y en los de Europa.
Por una parte, un dólar que el miércoles cotizó inusitadamente débil frente al yen, frente al euro, frente al oro, ¡frente al peso mexicano! (ilusión óptica de la relatividad de los tipos de cambio, no hay absolutos: todo se cotiza respecto de otro valor que es igualmente relativo; por ejemplo, el FT señala en su edición de hoy que el yen alcanzó su cotización más alta frente al dólar ¡en 14 años!, pero todo depende del cristal a través del cual se miren las cosas: lo mismo podría decirse que el dólar está en su nivel más bajo de los últimos 14 años frente al yen). El problema es que, a falta de una referencia absoluta (no dependiente) el dólar sigue siendo el referente dominante, por llamarle de alguna forma, en el que cotizamos el petróleo, el oro, las materias primas, las deudas de países y corporaciones multinacionales, los bienes raíces... No podemos quedar impunes cuando la moneda de referencia cae, cae y sigue cayendo...Se multiplican las ilusiones: ganancias ilusorias, avances ilusorios, pérdidas ilusorias, ¿recuperaciones ilusorias?
Por otra parte, en Dubai se han encendido todas las alarmas. El fantasma de un incumplimiento de pagos a tenedores de bonos de Dubai World, la empresa insignia de ese emirato árabe, conmociona porque podría ser la señal de salida para el estallido de otra burbuja especulativa en los mercados internacionales, con efectos en cadena. Dubai es, en términos económicos, el más débil de los emiratos árabes y tiene relativamente poco petróleo, menos del 6 por ciento de sus ingresos provienen de los hidrocarburos, pero es uno de los destinos favoritos de las inversiones de Abu Dabi, el emirato árabe más rico, que posee el 9 por ciento de todo el petróleo del mundo y satisface más del 5 por ciento del consumo mundial de gas natural. Abu Dabi ha tratado de diversificar su petrolizada economía invirtiendo cuantiosos excedentes (fruto de la burbuja de los altos precios del petróleo) en los espectaculares y fastuosos desarrollos turísticos e inmobiliarios de Dubai, que a su vez es el punto de enlace financiero entre el mercado de Londres y el de Singapur, es decir: Una de las principales puertas financieras que unen a Europa con Asia.
El amago de la firma Nakheel, filial de Dubai World, de posponer hasta mayo de 2010 el pago de más de cuatro mil millones de dólares que se vencen en unos días, en diciembre, ha hecho que de nueva cuenta se desplome el apetito de los inversionistas por el riesgo (una forma un tanto equivoca para decir que de pronto se han acordado de que las burbujas estallan violentamente; no es que se hayan vuelto más cautos de súbito, es que de súbito han visto riesgos reales que tenían olvidados), lo que ya le pegó hoy al precio del oro, del petróleo y de otros "refugios" que hace unas horas se consideraban más o menos "seguros". Al decir del FT la huida se está dado hacia los bonos alemanes.
John Gapper, comentarista del FT, comenta en su blog (ver aquí) que el círculo de la crisis (que iría del estallido de la burbuja inmobiliaria en Florida, hace un par de años, al estallido de la burbuja del fastuoso Dubai) se cierra..., con una peligrosa diferencia: En Florida, o en Arizona o en California, hubo un gobierno que respaldó, mal que bien, a los inversionistas atrapados. En Dubai lo más probable es que no lo haya. El propio Gapper recuerda y cita textual la advertencia de Moodys a los inversionistas: "La deuda de Nakheel no es calificada por Moodys...Una reestructuración de sus obligaciones podría indicar que el gobierno (de Dubai) está dispuesto a permitir que esta compañía - relacionada con el propio gobierno- incurra en un incumplimiento de sus obligaciones" con sus acreedores o inversionistas.
Conclusiones: 1. Todo está relacionado pero armar el rompecabezas, con tantas y tan disímiles piezas, dista de ser sencillo. 2. No ha terminado la crisis financiera, crece la percepción de que estamos, como dije hace unos días, ante una crisis de largo aliento, espasmódica, con alzas y bajas, con ilusiones y desilusiones. 3. La debilidad del dólar, que no es más que reflejo de la debilidad de los fundamentos fiscales de la economía estadounidense, hace incómodo el papel del dólar como referencia dominante en la economía mundial y distorsiona las percepciones; la relatividad se vuelve norma, 4. Cuidado con los espejismos, y 5. Si alguien sigue creyendo que esta crisis mundial se resolverá aumentando estímulos fiscales y monetarios, le recomiendo volver a pensarlo.

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miércoles, 25 de noviembre de 2009

Respuesta puntual al "gran maestro"

Un "individuo que la comunidad científica mundial considera un gran maestro". Así de ampulosa y desorbitada es la descripción que ofrece Mauricio González, presidente ejecutivo de GEA, Grupo de Economistas y Asociados, de Joseph Stiglitz. (Referencia: articulo "Leer más" publicado hoy 25 de noviembre en la sección de "Negocios" del periódico "Reforma").
Supersticiones aparte - como la invocación a una etérea e inasible "comunidad científica mundial" que otorgaría grados de "gran maestro" o como el ramplón recurso al presunto argumento de autoridad, "magister dixit", para eludir el trance de analizar, argumentar, investigar y razonar -, González haría bien en aplicarse a sí mismo el consejo de "leer más". En el caso que nos ocupa no tiene que ir muy lejos, puede buscar en el periódico "El Universal" de hoy el puntual artículo de Francisco Gil Díaz que da respuesta detallada a las frívolas opiniones de Stiglitz acerca del desempeño de la economía mexicana. Puede leerse AQUÍ.
Gil Díaz, polemista formidable y riguroso, vuelve a poner en su lugar a Stiglitz como ya lo había hecho en 2004 (ver referencia en esta misma bitácora pinchando aquí) con minuciosa ironía.
En el alegato de Gil Díaz destacan, a mi gusto, dos asuntos clave en los cuales Stiglitz manifestó ignorancia culpable (no cobras honorarios y viáticos generosos para venir a dar una conferencia "rabona") que son: 1. El total desconocimiento de Stiglitz acerca del marco jurídico, de regulación y de supervisión en el que se desenvuelve el sistema financiero mexicano (muy superior al vigente en los Estados Unidos y cuyas deficiencias explican en buena medida el estallido de la crisis financiera), y 2. La omisión de Stiglitz, increíble en el análisis de un economista serio (no se diga si se trata de un presunto "gran maestro" de "la comunidad científica internacional"), respecto de los términos de intercambio que han sido insólitamente favorables, en los últimos meses, para Brasil y Australia, así como para Chile y Perú, entre otros países que exportan materias primas.
Y un párrafo, del artículo de Gil Díaz, que no tiene desperdicio (y que podría servirle a González de muestra de lo que sí es magistral):
"Si el profesor (Stiglitz) considera el gasto público como el ingrediente causal de las economías, debo confesar que no entiendo su base lógica o empírica. El gasto público debe proveer bienes públicos y en ocasiones infraestructura, pero en el corto plazo no sirve para impulsar la actividad económica. No tiene por qué hacerlo porque se nutre de recursos que el gobierno sustrae de la economía a través de impuestos o de deuda. Sólo hay que ver la locomotora de gasto gubernamental que en su país sólo ha servido para aumentar el déficit presupuestario a magnitudes insospechadas con una economía postrada y desempleo creciente."

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martes, 24 de noviembre de 2009

Sin "ellas" no podemos vivir

No.
No me refiero a las mujeres, sino a las secretarías de Función Pública, Reforma Agraria y Turismo.
Nunca lo sospeché. Creí que no las necesitábamos, pero los senadores de oposición, en su infinita sabiduría, nos han dicho que no podemos vivir sin ellas:
Ciudad de México (24 noviembre 2009).- El Senado de la República rechazó hoy en comisiones la desaparición de las Secretarías de Turismo, Reforma Agraria y Función Pública propuesta por el Presidente Felipe Calderón.


Y después nos preguntamos si será verdad que nuestro sistema político es impotente para hacer reformas de fondo.

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¿A quién beneficia una moneda china débil?

En lo inmediato, a mí y a millones de consumidores en todo el mundo, incluidos desde luego los consumidores en Estados Unidos.
¿A quién perjudica? A millones de chinos, cuyos salarios tienen menos poder adquisitivo y para quienes los bienes importados se encarecen.
También perjudica a exportadores estadounidenses que, conjeturan, podrían vender más a China y/o tendrían menos competencia de las mercaderías chinas en Estados Unidos y en otros mercados (ojo, escribí: conjeturan, habría que ver si de veras son competitivos al margen del tipo de cambio).
Estas claras consideraciones, que no suelen hacerse en los análisis al uso que tienden a ser mercantilistas y no partidarios del comercio libre, llevan a Gary Becker (de rodillas, por favor, que es Premio Nóbel, je, je, je) a concluir que Barack Obama y Hu Jintao, cada cual, actúan y hablan no como les correspondería si defendiesen los intereses de los consumidores de sus respectivos países, sino como si Hu Jintao fuese el Presidente de los Estados Unidos y Barack Obama el máximo jerarca del Partido Comunista Chino. Puede leerse el interesante análisis de Becker pinchando AQUí.
Otro caso para recordar la sabiduría de Frederic Bastiat: Lo que se ve y lo que no se ve, ensayo maravilloso que puede leerse pinchando en ESTE OTRO SITIO.

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La evaluación de Fitch en ocho puntos

1. Es correcta porque básicamente evalúa la probabilidad de que en México se hagan las reformas estructurales necesarias y suficientes para crecer a tasas superiores al 4 por ciento anual. Y tal probabilidad es, en el horizonte inmediato, baja.
2. Es correcta porque básicamente considera, además de los efectos de la crisis global, el gravísimo problema para la viabilidad de las finanzas públicas que significa la caída de la producción petrolera.
3. Es correcta porque señala que las modificaciones tributarias realizadas recientemente por el Congreso van en el camino correcto (incrementar la recaudación no petrolera), pero son insuficientes.
4. Es correcta porque considera que el costo político - basta ver la andanada de críticas y quejas en los medios de comunicación, alimentadas por los poderosos intereses levemente afectados por los cambios tributarios- de sacar adelante esos cambios fue desproporcionadamente alto frente a los beneficios logrados. Ello abona la percepción de que el sistema político mexicano es poco funcional para la realización de transformaciones de fondo.
5. No es el fin del mundo y ya la habían descontado los mercados.
6. Se conserva, y se conservará, salvo algún desastre de veras grave que tampoco se percibe en el horizonte inmediato, el grado de inversión.
7. No es un "tache" para Fulano o para Mengano, para tal o cual partido político o para tal o cual sector, es una evaluación para uso de quienes invierten o consideran invertir en papeles de la deuda externa mexicana, pública.
8. Las debilidades estructurales de la economía mexicana se supone que todos las conocemos (aunque parece, por lo que uno lee, que aún hay muchos comentaristas de los asuntos públicos que todavía no se enteran) y son: A. Debilidad de los ingresos tributarios o baja recaudación no petrolera, B. Barreras irracionales, pero políticamente infranqueables, a la competencia y, por tanto, a la productividad en áreas tan decisivas como la energía, las telecomunicaciones, el transporte, el agro, la educación y otras, C. Débil protección a los derechos de propiedad, D. Restricciones irracionales a la inversión extranjera, E. Excesiva politización, parcialidad y dispersión en los debates acerca de las políticas públicas, lo que nos hace parecer una nación que pierde el tiempo en debates estériles y fuera de foco, todo lo cual supone un costo de oportunidad (lo que se deja de hacer) inmenso para el país.

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viernes, 20 de noviembre de 2009

Los idólatras de los Nóbel

Francis Bacon, al inicio de su Nueva Lógica, habla de cuatro clases de "ídolos" que impiden el conocimiento racional: los ídolos de la tribu, los ídolos de la caverna, los ídolos del foro o del mercado y los ídolos del teatro. Los 'idola' - en latín- de Bacon son, en breve, los prejuicios, las ilusiones o errores arraigados que nos obstruyen el acceso a la verdad.
¿Habrá que añadir, a la vista de la veneración irracional que se les dispensa en la opinión publicada, un quinto "ídolo" a los mencionados por Bacon?, ¿el ídolo de los premio Nóbel?
El día de hoy, en varios periódicos mexicanos, le surgen al profesor Joseph Stiglitz varios insospechados idólatras. Son los defensores a ultranza de un juicio superficial, carente de sustento científico y de información documentada, que emitió el profesor Stiglitz en una charla bien pagada que sostuvo el miércoles en México. Tal juicio errado fue el siguiente: "México ha sido el país que peor ha enfrentado la crisis global que padecemos".
Los defensores a ultranza del juicio errado de Stiglitz incurren en disparates mayores, animados al parecer porque entienden que obtener el premio Nóbel da garantía de infalibilidad y de sabiduría infusa.
Ninguno de los "idólatras" de la aldea - en el sentido que Bacon le da al término- demuestra que Stiglitz haya siquiera tomado en cuenta en su poco documentada condena el hecho de que, amén de la crisis global, México enfrenta una crisis fiscal - exclusiva de México, que NO vino de fuera, sino de nuestros propios mitos plasmados en leyes - consistente en que la producción de petróleo (que ha sido fuente de al menos un tercio de los ingresos fiscales del país en las últimas décadas) ha caído 800 mil barriles diarios respecto de la registrada apenas en 2004, hace cinco años. Eso equivale, en un cálculo conservador, a una pérdida fiscal anual de 250 mil millones de pesos.
En octubre de 2004, en España, un economista mexicano, Francisco Gil Díaz, a la sazón Secretario de Hacienda de México, dictó una conferencia magistral titulada: "Entre la globalización y la autarquía: Una lectura crítica de Stiglitz" (que puede leerse aquí). Es obvio que el asunto de esa conferencia NO era la crisis que hoy padecemos, sino las críticas que Stiglitz hace del fenómeno de la globalización - así como de su obsesión personal en contra del FMI- en un librito de divulgación ("El malestar de la globalización"), pero aún así, entresaco dos párrafos del bien escrito ensayo de Gil Díaz porque hoy adquieren especial relevancia:
A partir de la creación del Premio Nóbel de Economía ha habido de todo: algunos premios son indiscutibles, pero en otros casos cuesta trabajo discernir en dónde está el mérito científico del galardonado. La regla sin embargo es que en general el reconocimiento se ha dado a aportaciones importantes y originales al pensamiento económico. El Nóbel otorgado al profesor Stiglitz cabe sobradamente dentro de los indiscutibles. Sus aportaciones a la Teoría de la Determinación de los Precios Relativos (mal bautizada con el nombre de microeconomía) son un claro ejemplo de valor científico, además de elegante y trascendente. Pero el prestigio del Nóbel no es una patente de corso, no le confiere autoridad al recipiente del premio para opinar sobre cualquier campo de la economía, incursión peligrosa cuando el galardonado aborda temas que no corresponden a su especialidad.

Y este otro, que da justo en el que suele ser el talón de Aquiles de muchos de los juicios apresurados y sin sustento que suele emitir Stiglitz en sus artículos de opinión publicados en periódicos: El desdén - o la ignorancia - respecto del costo de oportunidad que debe valorarse en las decisiones de política económica:
Lo que hay que considerar ante cualquier decisión, no es cuál es la erogación o su costo directo, sino cuánto se pierde de no tomarla. Si el segundo costo, el de la alternativa desechada, es mayor, la primera alternativa no fue costosa. Siempre aceptaremos gustosos un bypass cuádruple en las coronarias frente a la alternativa, un infarto masivo al miocardio.

Gil Díaz critica que Stiglitz, en sus acerbas condenas a los países que ante crisis en su balanza de pagos recurrieron a los créditos puente del FMI, así como a la adopción de sus recomendaciones, olvida el costo de oportunidad detrás de la decisión. Es decir, ignora lo que les habría costado no hacerlo.
Otra vez, Stiglitz tropieza con la misma piedra: Si desdeña o ignora olímpicamente la caída de la producción de petróleo en México y sus consecuencias fiscales es imposible que Stiglitz haya calculado siquiera el costo de oportunidad que el gobierno de México afrontaría de no actuar como lo ha hecho para corregir esa crisis fiscal. Vaya, Stiglitz ni siquiera parece haberse enterado que hay una crisis fiscal exclusiva de México, que no por coincidir en el tiempo con la recesión mundial debe considerarse siquiera relacionada con ella (la crisis fiscal en México se habría dado también en un entorno de expansión de la economía mundial).

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jueves, 19 de noviembre de 2009

Una recesión prolongada y espasmódica

Barack Obama está en China. Lo que equivale a decir que el gobierno de Estados Unidos visita, como humilde y agobiado deudor, a su principal acreedor.
Tal vez eso, junto con las penalidades de una larga travesía (aun en estos tiempos y aun cuando uno viaje en el "Air Force One"), explique el mal semblante que se le ve a Obama en las imágenes que llegan de China. Ni su rostro, ni su lenguaje corporal transmiten el entusiasmo y el arrojo de los días inaugurales de su mandato. Hay cierto tono melancólico, cierta mirada de preocupación, cierto aire crepuscular en las imágenes de Obama en China.
No es para menos y hace unas horas Obama ha develado el que probablemente sea su mayor temor: Que el exceso de gasto público destinado a paliar la crisis financiera y la recesión concomitante, se convierta en el origen de una doble recesión, que el inmenso déficit fiscal socave la incipiente recuperación. (Un buen resumen de las declaraciones inusitadas de Obama puede leerse aquí).
Tiene razón Obama para estar preocupado y para hacer advertencias graves. Es probable que sus interlocutores chinos le hayan recordado sutilmente el punto. Imaginemos la respuesta china: "Sí, señor Obama, nos hacemos cargo de su recomendación de que consumamos más y ahorremos menos para equilibrar la balanza, incluso aceptamos a regañadientes que nos diga que el reinminbi, la divisa china, debe fortalecerse, que ya no debemos seguir depreciando nuestra moneda para mantener a todo lo que da el impulso exportador, pero, señor presidente de los Estados Unidos, hágase usted también cargo de que nos deben millones de millones de dólares y de que ningún acreedor podría ver con buenos ojos la persistente depreciación del dólar".
En sus declaraciones Obama ha vuelto a presumir de las cifras de recuperación de la actividad económica en Estados Unidos durante el tercer trimestre. Pero ha debido reconocer que las cifras de desempleo siguen creciendo y ha debido apechugar con el hecho de que no hay visos de recuperación en la construcción de nuevas viviendas y que nadie está llenando sus bodegas de mercancías esperando a millones de consumidores despreocupados y derrochadores para el inminente fin de año.
Habrá quien simplificando podría decir que Obama está temiendo que el ciclo económico en lugar de cursar como una V - recuperación más o menos espectacular y vigorosa - o como una U - recuperación gradual pero firme-, curse como la temible W, de las recaídas desesperantes. Una calca más o menos mala de lo que sucedió a F. D. Roosevelt que una y otra vez, en la década de los años 30, tuvo que tragarse sus anuncios de que la economía estadounidense ya se había recuperado.
Obama atina también en señalar cuál es la causa probable de una recaída próxima que frustre la precaria recuperación: El déficit fiscal pavoroso de los Estados Unidos. Eso basta para enfriar cualquier entusiasmo prematuro acerca de la recuperación en una persona responsable (Obama, con todo, parece serlo) que tiene que enfrentar, no en una conferencia pagada o en un articulo de opinión en los periódicos, sino desde el gobierno real y cotidiano del todavía país más poderoso e influyente de la tierra, el desafío de hacer lo correcto. (Un comentario final y malicioso entre paréntesis: ¡Qué fácil es actuar como Jospeh Stiglitz o como Paul Krugman pidiendo irresponsablemente que al enfermo le aumenten la dosis y que ante el peligro inminente se haga otra enloquecida fuga hacia delante, aumentando los poco útiles paquetes de estímulo fiscal y con ello haciendo aún más grave el desastre porvenir!)
Nota: Espasmódico es un adjetivo aplicado al síntoma de espasmos - contracciones- sucesivos, interrumpidos por breves episodios de alivio. También se usa el adjetivo espástico que tiene una significación médica más específica, pero sugerente si aplicamos la analogía a los ciclos económicos: "Hipertonia muscular de origen cerebral que se manifiesta por espasmos".

martes, 17 de noviembre de 2009

¿Recuperación o nueva burbuja?

Es cierto que la tendencia de la economía mundial ha empezado a mejorar. Pero usando con propiedad el lenguaje no deberíamos hablar de recuperación porque los niveles de producción, demanda y, no se diga, de empleo aún están muy lejos de los previos a la crisis.
Hay, entonces, un cambio de tendencia frágil y fácilmente reversible.
Incluso, no hay que descartar que los fundamentos detrás de esta inflexión en la curva (cambio de tendencia) sean efímeros porque pudieran responder exclusivamente al inusitado cúmulo de estímulos fiscales y monetarios. Si es así, más que en la antesala de la recuperación estaríamos en medio de otra burbuja que podrá estallar en cualquier momento (véanse, en este sentido, los precios del oro, inusitados; la recuperación de los precios del petróleo, que no se conduele con un crecimiento proporcional de la demanda ni con una caída proporcional de la oferta petrolera; las alzas en los mercados de valores y en los precios de varias materias primas, verbigracia, el cobre).
Al respecto, no tienen desperdicio los 11 puntos que menciona Jorge Parada, en su blog "El Operador Inteligente" (sigue el mercado de valores de Estados Unidos) para explicar el porqué, desde la perspectiva del análisis fundamental, NO ve un futuro prometedor. Va un resumen de lo que él dice y que, salvo alguna diferencia poco relevante, también refleja mi punto de vista:
#1 Estamos saliendo del estallido de la burbuja crediticia "más grande en la historia, muy poca gente entiende esto, no es la típica recesión donde inyectando más dinero y más crédito reactivabas la economía, no, aquí sólo el tiempo y la contracción del crédito van a curar esto, los políticos simplemente no lo entienden y siguen tirando dinero en un profundo hoyo negro".
#2 "El consumidor que representa el 70% del PIB de los Estados Unidos, no tiene de donde echar mano por más dinero, y simplemente no tendrá"
#3 "El precio de las casas que es de donde los consumidores estadounidenses obtenían más dinero como si las casas fueran un cajero automático ATM, ha bajado mucho". Esto significa que "la gran mayoría debe más de lo que vale su casa y no puede ya sacarle dinero como lo hacía antes, y teniendo un récord histórico de casas en inventario y cada vez más desempleados, simplemente es imposible que esto cambie, los precios de las casas seguirán cayendo, 7 millones de casas irán a foreclosure o suspensión de pagos en los siguientes 12 a 18 meses, aunado a la caída en los mercados".
#4 Las altas cifras de desempleo y subempleo en los Estados Unidos indican que tampoco hay dinero nuevo, producto del trabajo, que se sume a la demanda.
#5 "El consumidor está simplemente asustado de gastar". Estamos ante un cambio de estilo de vida - consumo y ahorro - generacional (un cambio en la "cuenta larga" de la historia como habría dicho Octavio Paz refiriéndose a transformaciones de paradigmas), que en cierta forma nos regresa a la década de los años 30: Quienes vivieron esa larga recesión espasmódica, que llamamos Gran Depresión, así como las terribles consecuencias y secuelas de la II Gran Guerra, sobre todo en Europa, aprendieron que cada centavo cuesta mucho ganarlo y debe cuidarse con escrúpulo. Se acabó, de veras, la fiesta.
#6 "Más de 4 trillones serán retirados de líneas de crédito este 2009, y queda mucho más por contraer, de hecho todo el crecimiento que tuvimos de 1997 a el 2008 fue financiado por crédito de casas y tarjetas de crédito"; a esto se aúna la debilidad estructural de los grandes bancos e instituciones de crédito; por ejemplo, Fannie Mae y Freddie Mac siguen perdiendo dinero a raudales.
#7" Exceso de capacidad en todo, tenemos un exceso en casas, almacenes, productos, fábricas, en TODO prácticamente, y no se pueden curar estos inventarios o excesos por lo que señalo arriba, como ven todo está conectado".
#8 "Los negocios no están gastando, están recortando para subsistir y también tardarán muchísimo tiempo en llegar a un nivel óptimo donde primero se nivelen y luego puedan empezar a crecer".
#9 "El gobierno ya no nos puede financiar más, está hasta el cuello en deuda y no puede como antes recortar impuestos y aumentar más el gasto público, de hecho se le fue la mano y ahora todo el gasto lo tendrá que recuperar por medio de aumento en impuestos, y eso sólo frenará más la economía y los negocios estarán en una posición mucho más difícil para contratar y el desempleo todavía aumentará un poco más".
#10" La FED tampoco puede ya hacer nada, normalmente bajando las tasas de interés reactivaba la economía, pero las tasas tienen ya rato en 0% prácticamente y metió más de un trillón en la economía, mismo que fue a parar a las hojas de balance de los bancos reemplazando las pérdidas que tuvieron que tomar" y,
#11 "Por último veamos la valuación por medio del PE en el mercado, donde estamos en un histórico aproximado de 140, cuando el “típico” de un fondo histórico está en alrededor de un 10 a 15, así que si nos guiáramos por esto tendríamos para caer alrededor de un 90% en los mercados, tal y como dice Robert Prechter del Elliot Wave que caeremos (luego le dedicaré una columna ya que es muy interesante), como pasó en la época de la Gran Depresión, definitivamente…… un “Futuro no muy Prometedor”...

(Las frases entrecomilladas son textuales del blog de Parada; las no entrecomilladas son mías: RMM).

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domingo, 15 de noviembre de 2009

Ya basta de ocurrencias

Además de ser un país de ilusos, perpetuamente desilusionados, la democracia mal entendida nos puede convertir en un país de ocurrencias nefastas surgidas de las más buenas intenciones.
Juan Ernesto Pardinas, un joven brillante que hoy es director de proyectos de finanzas públicas y gobierno del Instituto Mexicano de la Competitividad, lanza hoy, en un artículo de opinión en el diario "Reforma" una ocurrencia terrible nacida - sin duda - del deseo de aportar "una idea modesta que puede ayudar a mejorar la relación entre el fisco y los contribuyentes".
La "inocente" ocurrencia que ha lanzado Juan es tan sencilla como errada: "Primero se debería aprobar el presupuesto y después la Ley de Ingresos" (cita textual).
No faltará quien diga, así, a bote pronto: ¡Qué buena idea!
Pero hay que pensar las cosas dos veces. Hay que evitar el espejismo de que cualquier ocurrencia puede volverse una propuesta si se hace con "ánimo constructivo", "con la mejor de las intenciones" y escudado en que alguien (la sociedad, nuestros amigos, nuestros jefes, la opinión pública, el gobierno, el puesto público) nos ha dotado de una calificación que automáticamente nos da una posición de "autoridad moral".
(Paréntesis para explicar este asunto de la "autoridad moral": Si usted o yo, en una plática de sobremesa nos ponemos a pontificar acerca de la política fiscal es probable que digamos, al fragor de la discusión entre amigos, una que otra burrada nacida del apasionamiento, surgida de la ignorancia y de la necesidad de decir algo ingenioso y ocurrente o de no quedarnos callados. No hay mayor problema, porque no estamos haciendo públicas tales burradas, ni las estamos imponiendo moralmente a los demás detrás del poder persuasivo que aún tiene en nuestra sociedad la letra impresa, ni mucho menos apoyados en un título deslumbrante, que suele imponer respeto, digamos el título de director de proyectos de finanzas públicas del IMCO que, hay que confesarlo, tiene mucho mayor peso público, en términos de autoridad moral, que el título de "diputado federal". El asunto se agrava si, además, quien lanza la ocurrencia, tiene un merecido prestigio, como es la caso de Juan E. Pardinas, como estudioso serio y generalmente bien documentado de algunas de las lacras de nuestras finanzas públicas, por ejemplo, como es el caso de Juan, de la pasmosa opacidad en que se ejerce el gasto público en la mayoría de las entidades federativas, sin transparencia y sin mecanismos efectivos de rendición pública de cuentas. Termino el paréntesis: Es por eso que esta ocurrencia, que va mucho más allá de una "modesta aportación" a la discusión pública, me resulta de veras alarmante: No la hace ningún improvisado, no la hace Perico de los Palotes en una larga sobremesa salpicada de alcohol, tabaco y pullas entre amigos).
Bien, vamos al punto. Imaginemos que le hacemos caso a esta ocurrencia y en la próxima e inminente revisión de todo el entramado de nuestro sistema fiscal (revisión de la que surgirá, se dice, una reforma fiscal magna y casi definitiva) se incluye como propuesta seria y atendible y, peor aún, ¡se aprueba!
Sería la mejor receta para tener presupuestos desorbitados, sin límite alguno para satisfacer todas las necesidades y realizar todos los deseos que el dinero puede comprar. Lo que a su vez, daría la coartada perfecta para que, una vez aprobados los gastos sin la molesta sujeción a un "techo" o límite de gastos, una vez convertidos los gastos en "ley", los legisladores inventaran cuanto impuesto fuese necesario para satisfacer ese gasto sin límites, y peor todavía echasen mano de todos los artilugios conocidos para elevar la deuda y el déficit públicos. ¿Que el presidente quiere duplicar los recursos para combatir la pobreza? ¡Concedido!, ¿por qué habrían de oponerse los legisladores, incluso los que se oponen al gobierno en turno, si ellos también podrán tener todo lo que deseen?, si al presidente le duplicamos el gasto para "Oportunidades", ¿cómo nos vamos a oponer a quintuplicar el gasto para educación superior?, ¿quién va a tener argumentos para oponerse a que el gasto dedicado a carreteras en los estados crezca diez veces?, ¿quién será el desalmado que le negará unos cientos de millones de pesos a los "criadores" del cine nacional?, ¿quién el necio que se opondrá a que le demos miles de millones de pesos al campo que tanto los necesita?. ¿quién se atreverá a escatimarle otros miles de millones a la seguridad pública?
Ya se la respuesta: Se supone que los contrapesos y las objeciones a más gasto surgirán de aquellos que nos recuerden que todo eso hay que pagarlo, de una manera o de otra, los límites vendrán impuestos por los sensatos de la tribu que nos avisen: Ojo, que si seguimos planeando cómo gastarnos cantidades multimillonarias de dinero mañana no vamos a encontrar de dónde sufragarlas. En fin,se supone que habrá alguien, chocante, que nos va a recordar que no hay comidas gratis.
Sí, el problema es que a ese alguien nadie le hará caso.
Una receta infalible para el fracaso económico -y la quiebra- en la vida de una persona, de una familia o de una empresa es hacer primero el presupuesto de gastos, fijarnos un presupuesto conforme con la totalidad de nuestras necesidades y de nuestros deseos (desde la comida diaria hasta las vacaciones de verano recorriendo el mediterráneo) y después ponernos a buscar de dónde sacar el dinero para "cumplir nuestro presupuesto". ¿Resultado? La frustración y la amargura ("¡es imposible cumplir el presupuesto!" nos quejaremos) o la decisión de que hay que obtener el dinero a como de lugar; robando un banco, secuestrando a un ricachón o vendiendo cocaína.
Ojalá Juan, una persona de gran honestidad intelectual, retire su ocurrencia. No sólo los deja a él y al instituto en el que trabaja muy mal parados, sino que en una de esas ¡le hacen caso! porque alguien "razonará" que la ocurrencia servirá para que que no haya tanto pleito por el dinero entre partidos, instancias de gobierno, dependencias, necesidades y deseos. Claro que sí sería una fórmula para un terso proceso de aprobación del presupuesto, porque es legitimar el reino de las ilusiones: Que los recursos no eran escasos, y había todo para todos y al mismo tiempo...y que todos vivíamos felices porque no habría escasez, enfermedad o conflictos.
¡Ay de nosotros, no sólo ilusos, también ocurrentes!

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jueves, 12 de noviembre de 2009

La moda brasileña y el humorismo involuntario de Lula

Para mi sorpresa, hasta el respetable y serio semanario británico "The Economist" se ha sumado a la moda de presentar a Brasil como una especie de estrella refulgente en el panorama económico mundial. Ver aquí.
Me temo que tanta alharaca es un poco prematura, pero en fin: La moda es la moda.
En todo caso, hay que tener cuidado con el uso de las hipérboles, como le consta al presidente brasileño, Luiz Inazio "Lula" Da Silva, quien en cierta ocasión dijo, para exhibir su origen humilde, que su madre (la de Lula, desde luego) había nacido "analfabeta". Pues sí, como las madres de todos, hasta las madres de los reyes y de los magnates, nacieron analfabetas, sin ropa y generalmente llorando.

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El "pleito" de los magnates y el Presidente

..."Y todo les salió al revés: Les falló el cálculo, les falló Armando Paredes, les fallaron sus voceros estrella en la tele, en la radio y en los periódicos, les falló el “experimentado” Claudio Décimo y, ¡terror!, les falló el senador sonorense (¿pues no que era la última coca del desierto?) y, para acabarla de fastidiar, se enemistaron en el camino con el Presidente."
Interesante y divertido artículo de Juan Pablo Roiz en Asuntos Capitales.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Actividad industrial: cambió la tendencia

Hoy, el INEGI difundió las cifras de actividad industrial al mes de septiembre de 2009. Hay una ligera alza, respecto del mes anterior y con cifras sin efectos estacionales, de 0.15 por ciento. En términos anuales la caída es de 5.7 por ciento.
La siguiente gráfica, del mismo INEGI, es elocuente. La línea roja (tendencia) va hacia arriba desde marzo pasado, aun con los dos meses siniestros - abril y mayo- que nos dejó la epidemia de influenza. La tendencia cambió: Ahora la curva en vez de cóncava es convexa (como me dijo un buen amigo matemático, recordando a uno de sus maestros, la curva ya puede "retener agua"), pero es evidente, también, que no hemos regresado a los niveles de actividad industrial de septiembre de 2008, mucho menos al "pico" de la curva que se registró en el primer trimestre de 2008.
Va la gráfica (que puede agrandarse haciendo clic sobre la imagen):

Esmé, esmé, ese paro no se ve...

Me dan pena las personas que no saben retirarse a tiempo, que no entienden cuando una causa, una chamba, un privilegio, ya se acabó...La causa del SME es indefendible. No están peleando porque la política laboral del gobierno los oprima, están furiosos porque el gobierno extinguió esa paraestatal que era un monumento a la incompetencia, al abuso contra los consumidores y a la cobardía de los políticos de todos los colores y sabores. Y esa paraestatal, Luz y Fuerza del Centro, había sido para el SME, la holding privada que maneja Martín Esparza, una fuente inagotable de recursos.
Ni hablar, se acabó lo que se daba.
Pero estos personajes no tienen tolerancia a la frustración, ni a la pérdida. Esparza debe saber, en el fondo, que jugó sus cartas muy mal y que sus baladronadas, poniéndole al Presidente plazos perentorios, terminaron como nunca imaginó: Le cerraron la llave y punto.
A pesar de que los medios, ávidos de tener algo que decir, le han hecho el caldo gordo al supuesto paro nacional que nuestra aburrida izquierda vocinglera y silvestre ha convocado, la dichosa movilización ha contado con más policías y patrullas cerrando calles y avenidas que con electricistas militantes. Patético.
Ese paro de los del esmé la verdad es que no se ve. Bostezo.

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lunes, 9 de noviembre de 2009

El dúo dinámico debate sobre productividad

La productividad en Estados Unidos creció un espectacular 9.5 por ciento anual en el tercer trimestre. En contraste, la tasa de desempleo abierto, también en Estados Unidos, llegó a los dos dígitos, más de 10 por ciento, por primera vez en 25 años.

Por supuesto - y para ello hay muchas explicaciones, no sólo la afición de los medios de comunicación a las malas noticias- en los principales diarios especializados como el WSJ o el FT, ya no se diga en los de información general, la noticia sobre el crecimiento de la productividad se registró en las páginas interiores en tanto que el reporte sobre desempleo se desplegó en las primeras planas e influyó negativamente (dicen quienes les leen las entrañas a los mercados financieros para explicar porqué suben o porqué se desploman) el día que se anunció. La diferencia de valoración no sólo se explica por el alarmismo congénito de la profesión periodística, sino porque el desempleo es un concepto más tangible para el público que el concepto de productividad. A largo plazo el motor del crecimiento económico y del bienestar es la productividad, pero en el horizonte inmediato de millones de personas lo que pesa, en las cuentas de cada día, es tener o no tener un empleo.

A partir de estos dos datos en contraste (desempleo y productividad) el dúo dinámico de la Universidad de Chicago - Gary Becker y Richard Posner- reflexiona y discrepa entre sí. El documentado debate puede leerse en la bitácora conjunta del premio Nobel (Becker) y del jurista-economista (Posner) pinchando en este sitio para Becker y en este otro sitio para Posner.

Becker, en línea con la experiencia histórica, advierte que a largo plazo los incrementos de la productividad habrán de traducirse en más empleo y más bienestar,si bien en el corto plazo esos mismos incrementos pueden generar desempleo, (se trata, en última instancia, de la famosa "destrucción creativa" que tan brillantemente expuso Jospeh Schumpeter en su "Teoría del desarrollo económico"). Un ejemplo típico es del mensajero que, por la generalización del uso del fax y del correo electrónico, se quedó sin trabajo pero capacitándose obtiene un empleo mucho más productivo y remunerador, por ejemplo: ordenando archivos y datos electrónicos en una computadora o incluso produciendo programas de computación para usos administrativos.

Posner no está de acuerdo con Becker en que, hoy y ahora y en esta "world wide recession", estemos presenciando un incremento de la productividad que sea producto de una mejora tecnológica o de un proceso creativo; conjetura que más bien se trata de que menores trabajadores están trabajando más horas, ganando menos, así como de otras reacciones temporales de las empresas para ajustarse ante la recesión: posponer pagos a proveedores, disminuir la calidad de las materias primas e insumos empleados para producir los bienes y otras medidas microeconómicas de emergencia frente a la crisis que se traducen a la postre en una real o aparente mayor producción ("output") a partir de menos factores productivos.

Lejos de mí pretender terciar en este debate entre dos gigantes (de los auténticos, no de los que menudean por estos lares perorando y salpicando bilis ideológicas o sectarias), pero me atrevo a opinar que, en lo básico, Becker es quien tiene razón: Este aumento en la productividad es una buena noticia y presagia (en un futuro que no sabemos determinar cuán cercano está) mayor bienestar y, a la postre, mayor empleo.

Las razones de cada cual ahí están - en una de las bitácoras imprescindibles en el mundo de la investigación económica- y es un placer intelectual aprender un poquito asomándose a discusiones inteligentes.

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El vocero que precipitó la caída del muro

El 9 de noviembre de 1989 Günter Schabowski, vocero del nuevo gobierno comunista de Alemania del Este, anunció en conferencia de prensa una flamante ordenanza que permitiría a los habitantes de Alemania Oriental visitar Alemania Occidental. Le preguntaron: "¿Y eso, a partir de cuándo?". Schabowski titubeó, hojeó los papeles que tenía sobre la mesa y dijo: "Ya, según entiendo inmediatamente, a partir de ahora".
Y se desató el éxodo, aun cuando en la famosa ordenanza oficialmente se decía que se requeriría para poder cruzar la frontera del Este al Oeste un visado, detalle que Schabowski al parecer no sabía y no mencionó, o que tal vez olvidó mencionar deliberadamente. No se sabe.
Ahí empezó la caída del muro de Berlín.
La historia puede verse haciendo CLIC aquí en este estupendo video (http://www.metacafe.com/watch/2048254) que hoy recomienda, ¡muchas gracias!, Luis González de Alba en "Milenio".

domingo, 8 de noviembre de 2009

La Comisión de Competencia "descubre América"

Copio textual el comunicado de la Comisión Federal de Competencia Económica acerca de su resolución final sobre dominancia en terminación de llamadas en redes de telefonía fija:

Viernes 06 de noviembre de 2009.- Hoy se publica la resolución final del Pleno de la Comisión Federal de Competencia (CFC) sobre la investigación de dominancia en el servicio de terminación de llamadas en redes fijas de telefonía. (1)
En esta resolución, se confirma que Telmex y su filial Telnor tienen poder sustancial en la terminación de llamadas en sus redes. Para el resto de los concesionarios (2) de redes públicas, el Pleno de la CFC resolvió que no existe información suficiente para determinar que son dominantes en sus respectivas redes.
Con base en la resolución final de la CFC, la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) podrá imponer obligaciones específicas en términos de precio, calidad u obligaciones de información a las empresas que resultaron dominantes.
No habrá lugar a sanciones para agente económico alguno, dado que se trata de una declaratoria sobre las condiciones de competencia en un mercado determinado con miras a una posible regulación, sin que se prejuzgue sobre la realización de prácticas monopólicas.

¡Qué hallazgo!

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"Health care" y ¿qué tanta intervención del gobierno queremos?

En la Cámara Baja de Estados Unidos (The House) se aprobó anoche la más relevante reforma al sistema de cuidado de la salud en décadas. Fue una apretadísima victoria para Barack Obama y para el Partido Demócrata, de apenas 220 votos a favor, 215 votos en contra.
Ahora, en el mejor de los escenarios para Obama, la ley aprobada por los representantes tendrá que conciliarse con otra iniciativa aprobada también por escaso margen en el Senado y, para inicios de 2010, el Presidente de los Estados Unidos podrá, por fin, anotarse una gran reforma en su expediente.
Independientemente de los aciertos y defectos de la reforma, el tortuoso y largo proceso de negociación y los resultados logrados arrojan varias lecciones interesantes acerca del funcionamiento de las instituciones en una democracia.
Por ahora, concentro el comentario en dos puntos que resultaron clave para vencer diferentes resistencias a la reforma. Demuestran a mi juicio que cualquier proceso de reforma pública, en un marco institucional democrático de contrapeso de poderes, requiere más de pragmatismo que de ideología para resultar exitoso.
Primero, los demócratas vociferantes y radicales – como Nancy Pelosi y, en cierta forma, el mismo Obama- debieron resignarse a que la ley prohibiese que los subsidios gubernamentales para cuidado de la salud, así como la nueva opción pública de seguro (que competirá con los seguros privados), pudiesen ser usados para abortos voluntarios. De no haber cedido en este punto, habrían perdido casi cincuenta votos de representantes demócratas conservadores opuestos al aborto. La reticencia de los conservadores en este caso parece perfectamente fundada: los recursos de los contribuyentes no deben incentivar el aborto habida cuenta de que es un asunto que repugna moralmente a millones de electores. Más aún, incluso para quienes son etiquetados como “pro choice” (a favor de la libre elección personal sobre el tema) el aborto no es el recurso ideal para evitar los nacimientos no deseados, sino un recurso más o menos desesperado, de última instancia; dado que los seguros médicos sí contemplan, sin restricciones, el uso de píldoras anticonceptivas y otros métodos distintos del aborto, la exclusión no puede considerarse que prive a las beneficiarias del seguro médico de opciones para evitar embarazos no deseados y, en cambio, la exclusión satisface a millones de estadounidenses para quienes el aborto es lisa y llanamente un crimen; algo similar es la exclusión, en los planes de los seguros médicos, de la cobertura de tratamientos o cirugías meramente estéticas; la exclusión en sí no prejuzga acerca de la conveniencia moral o no de una cirugía para aumentar el tamaño del busto, sino que determina que esa elección, libérrima, debe ser sufragada con recursos privados, no públicos.
El otro punto en el que fue clave ceder se refiere a la obligatoriedad, que prevé la iniciativa aprobada ayer, del seguro médico para todo estadounidense. Quienes objetan la obligatoriedad, en este caso sobre todo republicanos, aducen que ello atenta contra la libertad individual de elegir tener o no una cobertura de salud. Sin embargo, la no obligatoriedad encarecería significativamente el costo de las primas y podría convertirse en una invitación a la proliferación de “free riders” del sistema de salud, es decir: personas que en su momento rehusaron tener una cobertura médica pero que de cualquier forma demandarían los servicios de atención pública en casos de urgencia o de enfermedad grave. Por otra parte, al existir varias opciones de cobertura en el mercado (según prevé la ley) la libertad de elección queda a salvo. Se podrían citar ejemplos análogos de aparente conflicto entre libertad individual y normas mínimas obligatorias para todos los miembros de una comunidad, por ejemplo: el uso obligatorio del cinturón de seguridad al conducir.
Desde otro punto de vista – el de los efectos externos no buscados o las externalidades- el asunto de la obligatoriedad de la cobertura médica mínima, plantea interesantes problemas de elección sobre lo que Gordon Tullock ha llamado “el análisis económico del nivel deseable de intervención pública” o la conveniencia del uso de medios públicos para la satisfacción de necesidades privadas. Para ver más sobre las obras de Tullock, incluido “El cálculo del consenso” escrito junto con James M. Buchanan, ir a este sitio en la red.

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viernes, 6 de noviembre de 2009

Ocurrencias atroces que fracasaron

Ayer, jueves 5 de noviembre, fueron sepultadas en el Senado dos ocurrencias atroces que, en la madrugada del sábado 31 de octubre, habían ideado un grupo de senadores del PRD y algunos más del PRI y que, sorpresivamente, se habían aprobado.
La primera ocurrencia, fabricada al parecer por el senador Ricardo Monreal, de Zacatecas, consistía en terminar con el secreto bancario y fiscal, ya que se obligaría a las autoridades fiscales y financieras (entre otras a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores) a otorgar a diputados y senadores información individual hasta ahora protegida - ¡con toda razón!- por el sigilo.
Por fortuna, la Cámara de Diputados rechazó la ocurrencia y regresó la minuta correspondiente - cancelando el disparate- a la Cámara de Senadores.
Ésta última cámara, revisora en este asunto, podía allanarse a la corrección hecha por los diputados o empeñarse en la ocurrencia. Si se empeñaba en la ocurrencia, ésta quedaría en suspenso - como materia no definida - hasta el siguiente periodo ordinario de sesiones. Privó la razón y el Senado se allanó a lo señalado por los diputados. Por supuesto, Monreal subió ayer a la tribuna para insistir en su disparate y para escucharse a sí mismo; allá cada cual con sus adicciones a la verborrea.
Es fácil imaginar las consecuencias que habría tenido desaparecer, para todo efecto práctico, el secreto bancario y fiscal que protege la vida personal de los contribuyentes y de los clientes de las instituciones bancarias. Cito los comentarios que me envió por escrito un buen amigo que estaba alarmado por esa ocurrencia fraguada por el oportunista Monreal:
"Son graves las implicaciones de la legislación que quiere Monreal relacionada con eliminar el secreto fiscal para los miembros del Congreso.
"Primero. En el momento que la información fiscal esté disponible para miembros del Congreso habrá perdido su confidencialidad porque se colará para todo mundo.
"Segundo. La amplia difusión de datos personales y de empresas se prestará para secuestros y también para ataques periodísticos con fines políticos. (Alguien estará ganando mucho dinero o poco en relación con su nivel de vida).
"Tercero. Va a provocar que muchos que confían sus ahorros a nuestro sistema financiero decidan colocarlos fuera del país. Cuando durante el gobierno anterior se llevó a cabo la acumulación de ingresos financieros el escollo más grande fue la reticencia de los banqueros para confiar en la bondad de los mecanismos del gobierno mexicano para encriptar y salvaguardar la información. Es fácil imaginar la reacción de los ahorradores y del tipo de consejos que les darán los administradores de patrimonio.
"Cuarto. Se difundirá más la práctica de algunas empresas extranjeras de depositar fuera del país parte del sueldo de sus funcionarios.
"Quinto. La inversión extranjera. ¿Cómo va a reaccionar cuando se quebrante el secreto fiscal? Parte del motivo del secreto es respetar posiciones competitivas, salvaguardar información que las empresas no desean que conozcan sus competidores. ¿Cómo van a reaccionar los fiscos extranjeros cuando se difunda información de sus empresas que en sus países se conserva bajo sigilo?
"Sexto. ¿Qué respuesta van a tener las solicitudes del gobierno mexicano de intercambio de información cuando se den cuenta los fiscos del extranjero que la secrecía que deseaban ser respetada es quebrantada?"


Debe recordarse la reacción airada - y la amenaza de terminar con los mecanismos de intercambio de información entre México y Estados Unidos en materia fiscal - que ocasionó en el gobierno de Estados Unidos, en 2006, la violación del sigilo fiscal que cometió Andrés Manuel López Obrador al difundir un expediente con información confidencial que el Tesoro de Estados Unidos envió al gobierno de México, y que López Obrador, siendo aún jefe de gobierno de la ciudad, hizo público parcialmente, para efectos de propaganda sectaria.

La segunda ocurrencia atroz - aprobada como una especie de revancha del PRI y del PRD contra el Presidente- consistía en pasar al Congreso la facultad de fijar, suprimir, elevar, disminuir ¡fracciones arancelarias de comercio exterior! Un auténtico disparate que dejaría el comercio exterior de México a subasta en los pasillos del Congreso. No sólo los legisladores y el Congreso carecen de los conocimientos y de la capacidad técnica y administrativa que requiere el manejo de más de 15 mil fracciones arancelarias, sino que se trata de decisiones estrictamente acotadas por tratados internacionales de comercio y por la OMC, a la que pertenece México. La ocurrencia fracasó además porque inopinadamente la quisieron meter "con calzador" ¡en la ley de ingresos!, sin siquiera hacer los cambios correspondientes en otras leyes como la de Comercio Exterior y hasta la Orgánica de la Administración Pública. Una estupidez, para decirlo en una palabra.
Por fortuna, los diputados también en esto le enmendaron la plana a los senadores y éstos tuvieron que allanarse. Otra ocurrencia atroz que apenas esquivamos gracias a que existe un contrapeso efectivo entre ambas cámaras. Por supuesto, Monreal subió a la tribuna -no desperdicia oportunidad- para insistir en el disparate. Arguyó que no le importaba promover ese mazacote jurìdico porque él no es "ortodoxo" en esa materia (la jurídica)..., como si un delincuente argumentase que él no es tal (delincuente) sino sólo un poquito "heterodoxo" en materia de leyes y por eso las viola con singular alegría.

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miércoles, 4 de noviembre de 2009

Una propuesta sobre la mesa

El ensayo que publica "Nexos" de Jorge G. Castañeda y Héctor Aguilar Camín bajo el título "Un futuro para México" (puede leerse haciendo clic aquí), tiene una gran virtud:
Es, por fin, una verdadera propuesta integral de transformación.
No es, al menos en apariencia, uno de esos "manifiestos" colectivos de un grupo de cuates en busca de chamba.
Lo mejor que tiene es el diagnóstico; lo más débil: la estrategia para cambiar. Es más: No hay estrategia, sino entusiasmo voluntarioso.
Señala los problemas - la mayoría de los problemas de México como Nación, aunque tal vez no todos-, pero sospecho que desdeña los costos asociados a la realización de sus propuestas. Es mucho más fácil decir que hacer y a quienes escribimos y opinamos públicamente siempre se nos hará, no sin algo de razón, ese reproche.
En fin, hay que leerlo, discutirlo, enriquecerlo, destrozarlo si se quiere, pero con argumentos.

Es una propuesta sobre la mesa. Y eso ya es ganancia, en un país de ocurrencias.

¿Encarecer las triquiñuelas?

Por cierto y mientras tanto, sólo puedo confesar mi perplejidad. El fin de semana, tras la aprobación del capítulo de ingresos del Programa Económico 2010 en el Senado, quedé con la impresión de que nuestra democracia no es tan desastrosa como solemos decir; intuí que al menos los arreglos institucionales (el Senado es uno de ellos) estaban sirviendo para encarecer las triquiñuelas, para dificultarle las cosas al imperio tenebroso de las transas...Hoy, cuando otra vez parecen atoradas las cosas (los diputados, por ejemplo, revivieron la ocurrencia de postergar para los nuevos participantes en el negocio de la telefonía celular, el pago de derechos al Estado por el uso del espectro) ya no tengo tanta fe en que nuestra democracia sirva para encarecer las triquiñuelas. Desesperanza. Confusión. ¿Por qué no dicen claramente los promotores de estos asuntos oscuros qué hay detrás y qué pretenden?

Habrá que ver.

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