Para un glosario de la cursilería política
¿A cuál desarrollo se refieren los políticos y los opinantes de oficio cuando hablan de desarrollo sustentable?, ¿al desarrollo “que se puede defender con argumentos” o al desarrollo “que, cubriendo las necesidades del presente, preserva la posibilidad de que las generaciones futuras satisfagan las suyas”? Sustentable es el primero; sostenible es el segundo.
¿Por qué nos empeñamos en decir desarrollo sustentable cuando en realidad estamos hablando de (y deseando) un desarrollo que tenga la característica de sostenerse a lo largo del tiempo?
Primero, porque es más barato creer que saber. Muchos “creen” que sostenible es una palabra que no existe y, en cambio, han escuchado el adjetivo sustentable a todas horas de labios de “expertos”, “conocedores” y “especialistas”. ¿Para qué usar el diccionario si tenemos el noticiario de radio o televisión?
Segundo, porque nos parece más refinado lo que suena más abstruso o recóndito.
En un futuro glosario de la cursilería política no debería faltar ese equívoco del desarrollo sustentable, ya que cumple la primera regla: No diga en forma unívoca y sencilla lo que puede decirse en forma rebuscada y equívoca. Un desgaste adicional de neuronas y vamos a decir: “Desarrollo con sostén”.
Otros casos de cursilería política: Decir que la política fiscal se refiere tan sólo a los impuestos y que, en cambio, el inexistente adjetivo “hacendario” comprende la totalidad de lo que atañe a los recursos públicos: ingresos, gastos, deuda, atribuciones y facultades de distintos órdenes de gobierno. Error: El adjetivo fiscal comprende todo ello. Y si lo que se desea es referirse a la Hacienda Pública el adjetivo correcto – que se usa en todo el mundo de habla hispana, excepto en México- es hacendístico.
Más ejemplos: No diga “espacio” sino “espectro radio-eléctrico”; no diga “tecnología de vanguardia” incurra en la cursilería de hablar de “tecnología de punta”. No diga “descomponer en sus partes” sino “desagregar”. No diga “en tal caso” o “en tal materia” sino “a nivel de”. Y si además de político desea ser locutor, de los que aprendieron a hablar en algún cuartel de policía, jamás diga “área”, “zona” o “región”, siempre engole la voz y pronuncie “perímetro”. No falla.
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